Capítulo 21

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Furia: Parte 1.

—¿... y tú también, Grace? —Sacudo la cabeza con disimulo y agradezco que al fin el pitido en los oídos se haya desvanecido por completo.

No es la pregunta del sheriff la que me saca del trance en el que parezco estar desde que desperté con la latente sensación de un inevitable ahogo, es el toque de Scott sobre la palma de mi mano. No me toca por más de dos segundo, se limita a un roce, pero eso es más que suficiente para que ahora mi mirada este enfocada en el padre de mi mejor amigo y su expresión angustiada. Parpadeo un par de veces y él parece entender que no estoy en condición de contestar; debe ser mi mirada o tal vez el cabello todavía goteando que me cae por los hombros, el vestido arrugado y con parches de humedad, el maquillaje corrido o la sudadera enorme de Scott que me cubre el cuerpo al no entrar en calor después de que me lance a una alberca llena de gente.

Ellos están todavía sobre el escritorio de Stiles, él y Scott le muestran el anuario escolar con la foto de Matt y tratan de hallar la forma de hacer que el señor Stilinski crea en ellos con una verdad a medias, puesto que no pueden explicar la parte sobrenatural, esa donde el kanima se posiciono a los pies de Matt después de que la policía llegara a la fiesta y él estuviera furioso por haber sido lanzado a la piscina. Justo como yo, había sido salvado por Jackson... o bueno, por el kanima.

El sheriff pregunta por millonésima vez si estamos seguros de esto y Scott se encarga de convencerlo de que así es. De hecho, recién noto que Scott sigue con ellos en el escritorio, tan lejos de mi sitio en la cama de Stiles, y no se ha movido de ahí...

—Confía en Grace —dice ahora Stiles después de que su padre le echara en cara que no podía confiar en él. De nuevo tengo que parpadear varias veces para volver a enfocarme en lo que está pasando y estoy segura que esa no es una imagen muy digna de confianza. Me remuevo un poco y aclaro mi garganta.

—También puede confiar en Scott —agrego después de la mirada dubitativa del hombre.

Todos posamos la mirada sobre el susodicho y es cuestión de segundos para que Scott muestre esa expresión de "no mato a una mosca" y el señor Stilinski apruebe darnos el beneficio de la duda para ahora dirigirnos a la estación.

El padre de Stiles es el primero en salir y tras de él su apresurado hijo. Stiles me dirige una mirada antes de salir y sonrío un poco al tiempo que trato de ponerme de pie. Siento las piernas algo pesadas, así que se me doblan un poco las rodillas, pero antes de que mi mejor amigo siquiera piense en ayudarme, Scott ya está a mi lado, con una mano firme en mi cintura y la otra en mi abdomen. Apenas esa clase de contacto me hace sentir con los pies sobre la tierra y me hace entrar en calor después de todo el frío que he sentido desde de la fiesta.

—No tienes que ir con nosotros —murmura Scott, haciendo presión con la mano que tiene sobre mi estomago y obligándome a volver a tomar asiento—, tenemos todo bajo control con el padre de Stiles, tú lo viste.

En serio lo considere. Estaba agotada y me sentía rendida en cada aspecto posible que se pudiera evaluar de ese modo. Me dolía el cuerpo entero, tenía un frío que volvía a asentarse en los huesos ahora que Scott había dejado de tocarme, la cabeza me flotaba sobre una gran nube de incertidumbre y no tenía ganas de nada. No sabía lo que quería, pero estaba completamente segura de lo que no quería... y lo que no quería era estar sola; más específicamente, estar sin Scott.

Solo es suficiente lanzarle una mirada para que proceda a tomarme en brazos (literalmente en brazos, como a una bebé) y llevarme al auto. Ni siquiera me da pena o pendiente por el padre de mi mejor amigo que mira como mi novio me lleva en brazos en la parte trasera. No sé si mi aspecto es tan malo o mi mejor amigo ya hablo con su padre para que no pregunte nada sobre mí, pues me paso el camino entero desconectada de todo, con el oído recargado en pecho de Scott y los ojos enfocados en el denso bosque. Cuando pasamos una farola de luz cierro los ojos con fuerza.

you should've know someone natural | scott mccall | natural#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora