Capítulo 24. Eres una chica muy valiente.

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–Tus padres deberían enseñarte a controlar lo que sueltas por tu estúpida boca–Se gira hacia mí y sus ojos muestran sorpresa.

Estoy llorando, ha tocado el tema que más me duele.

–¿Camila?–Susurra casi siendo inaudible.

Se acerca a mí y posa su mano en mi barbilla haciendo que suba mi cabeza y nuestros ojos se encuentren.

No puedo dejar de llorar, aunque parezca que no, me ha dolido más que esas palabras de desprecio hayan salido de él que otra cosa.

–¿Cami...–.

–Mi madre está muerta–Puedo decir con un hilo de voz y el cierra sus ojos con pesadez, con culpa, me abraza y pasa su mano por mi cabello rojizo–La mato mi padre–Sentencio y doy un sollozo aún más agudo, me duele el pecho, me duele el cuerpo, estoy desolada.

–Camila, yo... ¡Joder!–Vuelve a aparecer la rabia en sus palabras pero esta vez no van hacia mi, son para el mismo.

–Murió cuando yo tenia 6 años, le pegaba todos los días–Sigo diciéndole y abriéndome por primera vez.

–Ven, vamos a sentarnos–Asiento aún con lágrimas en los ojos y el me coge la mano hasta llevarme a la cama, para después sentarse y yo seguir sus pasos –Camila, ¿Tu.. tú estabas? Ya sabes cuándo le hacía eso–Noto como me mira con fijación y tristeza pero yo no puedo hacerlo o volvería a llorar sin consuelo alguno.

–Cuando ese hombre llegaba mi madre me ordenaba que me fuera a mí habitación, solo lo vi dos veces–Siento la humedad en mis mejillas, aunque parezca que no esto me está sentando bien.

–¿Él te hizo daño?–Doy un pequeño sollozo y me ahogo en mi propio llanto–Dios Camila...–Dice con desesperación.

–La mató por mi culpa S, yo fuí la responsable de todo–Como dolía la verdad, como me ardía el pecho recordar aquel momento, como pesaba lo que podría haber pasado, ¡Dios! Cómo era tan torturador.

–¿Por qué dices eso?–.

–Solo quería que parará, estaba cansada de ver a mi madre cubriéndose de maquillaje para llevarme al colegio y llevando cuellos altos casi en junio, ¿Sabes lo horrible que era escucharla como lloraba todo el día? Era mi madre S, era la persona más importante de mi vida y estaba sufriendo, tenía que hacer algo– Trago hondo, cierro los ojos y me voy a aquel momento–Desobedecí a mí madre, me quedé con ella y el llegó borracho, como siempre hacia, y por el más tonto detalle se puso furioso y muy agresivo, yo le dije que la dejará en paz, ¡Tenía 6 años! Y el me pegó dejándome inconsciente– Abro los ojos y estoy fundida en un mar de lágrimas–Cuando desperté mi madre estaba muerta, si yo no le hubiera dicho nada quizás habríamos salido de esto de otra manera y ella estaría aquí conmigo, S la maté–Siento sus brazos rodearme con fuerza y besarme la cabeza.

–Le salvaste la vida Camila, acabaste con el sufrimiento de todos, estoy segura que ella estaría orgullosa de ti pelirroja, yo lo sé–Suspira, está agobiado–Creo que es la primera vez en mi vida que estoy siendo empático, y me está costando pero ¡Buah! Siempre sacas el mejor lado de mi y no sé cómo lo haces, nunca nadie había conseguido eso, lo juro–Hace que lo mire y me seca las lágrimas con sus dedos–Nunca vuelvas a tener miedo, aunque tengo que dar mi vida te protegeré, nadie te tocará un puto pelo mientras yo esté vivo, ¿Lo entiendes?–Me sonríe con calidez y vuelve a depositar un pequeño beso en mi cabeza.

–¿Por qué?–Es lo único que me sale decir.

–Eso no importa Camila, tu solo se feliz, eres una chica muy valiente–Ahora soy yo la que se estrecha en sus brazos con toda la fuerza del mundo–¿Te apetece un baño?–.

–Si, estoy muy tensa–Me toco la nunca y echo la cabeza hacia atrás.

–Pues perfecto–No sé cómo acabó en sus brazos y corriendo hasta, oh no.

Me hundo en el agua, ha sido un golpe muy drástico pero acogedor. Nado hasta la superficie.

–¿Qué ropa me pondré ahora?–Le digo interrogante, ¿Cómo se le ocurre tirarnos a la piscina?

–Deja de pensarlo todo tanto pelirroja, vive el momento, haz locuras y ¡Joder! Vive tu juventud–

Y es entonces cuando me adentra en el agua, tratándome casi todo el agua de la piscina.

Vuelvo  a salir a la superficie acercándome al borde de la piscina y dándole la espalda, empiezo a toser para soltar todo lo que he tragado gracias a él, estúpido.

Me quedo estática cuando lo siento justo detrás de mí.

–Esa ropa mojada te queda increíble–Pone su mano en mi cadera y me gira hacia el.

No puedo evitar recorrerlo con la mirada, estoy sufriendo estar tan cerca suya de este modo.

Lleva sus manos hasta el borde de la camiseta y se la saca por la cabeza, dejándome aún peor, ¿Por qué me hace esto?

Se acerca quedando nuestros labios a una distancia relativamente corta, me quedo fijamente mirándolos y me muerdo el labio.

Vuelve a poner sus manos en mi cadera y me acerca casi por completo, es cuando pierdo el control y soy yo la que nos une.

Uno nuestros labios y él adentra su lengua haciendo que la mia se mueva al mismo son.

Enrredo mis piernas en su cadera y el me sujeta por el culo.

–Óscar– Gimo, ¡Óscar! Me aparta de él y me mira con el ceño fruncido.

El chico se aleja de mi y sale de la piscina hecho una furia.

Yo me llevo las manos a la cara cuando me quedo sola, y vuelvo a sentir mis ojos húmedos, ¿Por que he hecho eso?

Me meto en el agua y me siento en el fondo, estoy hasta que mi oxigeno se agota y me obliga a salir.

Voy hasta las escaleritas y salgo de allí.

Hay unas toallas, así que cojo una y me envuelvo para entrar en la casa en busca de S.

–¿S?–Digo buscándolo.

Me lo encuentro de espaldas, dios está desnudo, me hierve la sangre y toda se acumula en mis mejillas.

Cojo de la cama unos calzoncillos y se los pone, así sucesivamente hasta acabar vestido.

–Toma–Me tira algo de ropa, es de mujer, que novedad, a saber cuántas chicas han pasado por esa cama–Vístete, te voy a llevar a casa–Dice esto y se va.

Entro en el baño y hago lo que me ha dicho.

Cuando salgo está en el sofá sentado con su móvil.

–¿Ya estás?–Asiento con la cabeza–Vamos–.

Salimos de aquel lugar y nos montamos en la moto, costándome la vida subirme.

Me agarró a él y el camino se hace tranquilo, relajante y silencioso pero por sorpresa no incómodo.

Cuando paramos puedo ver como estoy ante mi casa, pego un saltito y por suerte no me caigo.

–S yo...Lo siento, no quería hacer eso... Yo... Óscar es mi novio y...–.

–Ahorrate las explicaciones– Dicho esto enciende el motor y desaparece sin despedirse.

Me quedo ahí parada observando el lugar por donde el chico había desaparecido y lo único que me sale hacer es un largo suspiro.

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¡Buah! Lo siento muchísimo, os lo prometo que no he tenido tiempo, estas dos semanas he estado hasta el cuello de exámenes pero por fin los he acabado y soy libre, no sabéis lo que había echado de menos está historia.
Gracias a todas las que me habéis animado a pesar de no tener vuestro capítulo prometido, os juro que sois increíbles y os adoro muchísimo.
Aquí tenéis 3 capítulos para compensar el tiempo sin actualizar, espero vuestros comentarios chicas.
No tardaré en volver a subir, ¡Hasta pronto!

B E S O T E S

Yo si cumplo mis promesas pelirroja (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora