Yo si cumplo mis promesas pelirroja (EDITANDO)

Capítulo 28. Como a todas.

Suspiro mientras escondo mi cara entre mis manos y sin esperarlo un sollozo sale de mis labios, respiro profundamente e intento mediante todos los medios relajarme.

¿Cuándo?

Es lo único que me ronda la cabeza, ¿En qué momento me encerré tanto en mi orgullo para no ver más allá de él?

Levanté la cabeza con delicadeza mientras la estiro de un lado hacia el otro y viceversa, tengo los ojos cerrados e imagino sus labios, los abro y fijo mi vista en la ventana, llevo mi dedo índice hasta la lágrima que recorre mi mejilla derecha y la aparto con suspicacia.

Me levanto de la cama y rebusco en mi armario hasta encontrar algo cómodo para salir a correr, bajo las escaleras, gritándole a María que vuelvo en unas horas y salgo de casa a paso ligero.

A medida que pasan los minutos mis piernas y mi mente aceleran a la par del cielo que se oscurece y empieza a llorar, al igual que yo, corro mientras llueve, llueve mucho, las gotas me empapan y se camuflan con mis lágrimas, aquello me hace sentir mejor.

Pasan tantos recuerdos por mi cabeza, que me ahogo, es estresante, veo sus ojos, son azules e intensos, su mandíbula tan marcada y mis dedos recorriendola, estamos desnudos y pega su boca a mi cuello mientras juega con el pero de pronto para y me estremezco gritándole sin voz que no haga eso, que me fascina y sin embargo no obedece a mi cuerpo, roza sus labios con el lóbulo de mi oreja y en un suave susurro hace que mi piel se ponga de gallina mientras suelta un suave te quiero princesa y mi corazón se encoge en un puño, me aprieta y noto que me falta algo, estoy vacía.

Es un ataque de ansiedad, algo no está bien, yo no estoy bien.

Me tiro sobre mis rodillas plantando las palmas en el asfalto, y cierro los ojos con todas mis fuerzas intentando olvidar todo pero al hacerlo solo un nombre pasa por mi cabeza, señor S.

Escucho el crujido del suelo a mis espaldas, se acerca a mí y de pronto me entra una ira asfixiante; me apoyo en las muñecas y flexiono los pies para ponerme de pie mientras me doy la vuelta y lo encaro, me muevo hasta que lo tengo en frente y no puedo controlarlo, mis ojos se inundan de lágrimas de nuevo, pero está vez llenas de impotencia que la descargo con el pecho del chico, solo siento rabia, mucha rabia.

–Cami...– Me dice en voz alta para que lo escuche, para que pare–CAMI...–Sigue diciendo mi nombre mientras aumenta el volumen de su voz, yo lo ignoro–¡CAMILA!– Paro y fijo mis ojos en los suyos, respiro y me tiro a sus brazos para acabar enrredada entre ellos, llorando de manera desconsolada.

Pasan varios minutos que a mí se me hacen eternos hasta que logró mantener mis emociones a raya, entramos en la pequeña casita de aquel lago y me ofrece algo de beber, por lo que acabo sentada en aquel incómodo sofá bebiendo un vaso de agua y justo enfrente de mi, S, el motivo de todo.

–Es tu culpa–Lo miro con rabia y noto como palidece–Es tu puñetera culpa–.

–¿De qué hablas?–Dice mientras se lleva la mano a la sien y la masajea.

–Todo esto es por tu culpa, sino te hubieras entrometido sino hubieras aparecido en mi vida sino te hubiera besado, JODER– Me levanto de golpe y le doy la espalda para intentar calmarme–¿Por qué se ha ido?–No contesta y eso me irrita aún mas–EH–Le grito para que me preste atención pero me ignora y eso me cabrea aún más así que avanzó hasta estar justo enfrente–¿De qué cojones vas S?–Consigo que me mire y realmente no logro descifrar lo que veo en sus ojos.

–No es mi culpa, ni mía ni de nadie, el se ha ido porque ha querido y si alguien tiene algo que ver ahí eres tú por no saber guardarte tu puto rencór, ¿Lo entiendes puta niña malcriada?–Pega un salto del sofá quedando a unos escasos centímetros de mi, se acerca poco a poco y yo retrocedo–¿De qué cojones vas tú Camila? Dime ¡¿De qué cojones vas!?–Yo estoy sin aliento– Dices que lo quieres pero me besaste, nunca cortaste nada conmigo y sin embargo vienes a echarme en cara, ¿El qué? ¿Qué según tu es culpa mía? ¿Qué me vuelvas loco e increíblemente irritante cuando estás cerca?, ¿Qué no pueda evitar estar así? A unos pocos centímetros de ti sin morirme de las ganas por plantar mis labios en los tuyos y cogerte del culo mientras apoyas tus largas y esbeltas piernas en mis caderas, ¿Qué pretendes que te diga que no quiero follarte hasta no poder más? ¿Qué no quiero estar contigo cada segundo de mi puto día? ¿Qué todo se me hace cuesta arriba cuando te veo llorando por él? ¿Qué cojones buscas de mi, joder?–Me mira por última vez antes de alejarse de mi e ir a rellenar su vaso de aquel líquido estraño y que por supuesto contiene algo de alcohol etílico.

–S... ¿Puedes besarme?–Echa su cabeza hacia atrás y comienza a reírse.

–No voy a tocarte si estás pensando en él–Vuelve a su postura pero está vez mirándome, está cabreado.

–¿Por qué?–Susurro.

–¿Lo dices en serio?– Torna los ojos de blanco.

–Eres un estúpido que se tira a Dios sabe cuántas tías por semana, ¿Qué mierdas te da acostarte conmigo y hacerme olvidar por un rato?–Digo agitada e incluso algo molesta, no lo entiendo.

–¿Quieres qué te folle? ¿Quieres saber cómo trato a todas esas chicas?–Esta enfurecido, su mirada es oscura y sus puños están cerrados.

–Solo hazlo–Intento calmar mi ansiedad y hablar como pueda.

–Bien–Cierra los ojos de nuevo y suspira, se acerca a la pared y apoya sus muñecas en esta sujetándose sobre ellas, tarda varios segundos en volver a abrirlos–AAAAAAAAAHHHHHHHHH–Grita muy fuerte, lo que me hace retroceder y da un fuerte puñetazo a la pared para volverse hacia mí y besarme con fiereza, como nunca nadie me había besado.

Intensifica el beso por momentos, sujeta mi culo con sus manos y me hace envolver mis piernas alrededor de su cuerpo pegándome a él con mucha fuerza tanto que puedo sentir como su miembro se endurece bajo mi entrepierna, me lleva hasta la cama y me tira en ella, me sigue besando pero esta vez una de sus manos agarra mi pelo y tira de el, me hace daño. Su otra mano pasa por mi boca y transcurre desde mi cuello pasando por mis pecho, los cuales aprieta, y baja por mi abdomen para llegar a mi entrepierna y presionar sus dedos por encima de mi ropa, eso me hace gemir.

Pasa sus labios hasta mi cuello, besa, chupa y muerde, me excita mucho, siento como estoy mojada, esto es fascinante. Sus manos me quitan con rapidez y al parecer con gran agilidad la ropa quedando completamente desnuda, juega con mis pezones y noto como los deja doloridos cuando acaba con ellos; es entonces cuando me embiste, entra con mucha fuerza y me hace gritar, de dolor y de placer, lo ha hecho sin avisar, sin esperarlo, es brusco, muy brusco y me hace daño pero callo, entra y sale sin parar y yo jadeo mientras aguanto el dolor aferrándome  a las sabanas, hasta que para, sale de mi y se va, dejándome allí, a oscuras, desnuda y  sucia.

No hemos hecho el amor, me ha follado como a todas, soy una más, siempre he sido eso, una más y yo lo he perdido todo por serlo.

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Holaaaaaaaaaaaaaaa, ¿Qué tal sus vacaciones? Las mías están siendo algo extrañas y un poco duras pero me están ayudando a inspirarme muchísimo sobretodo en esta etapa en la que se encuentra la novela, creo que está tomando un giro oscuro y brusco que me encanta, ¿Qué tal les pareció?