Capítulo 25. Lo necesito conmigo.

769 45 15
                                    

Una semana ya, una semana que no lo veo y se me está haciendo una eternidad.

Óscar ha desaparecido, no hay rastro de él y apesar de que lo he buscado por cielo y tierra hasta el cansancio me ha sido imposible.

He estado muy afectada, me he sentido de lo más ruin que os podáis imaginar y lo peor aún es que me he preguntado miles de veces si hice lo correcto contándole la verdad, porque creo y juro que no estoy preparada para enfrentar su perdida, ¡Dios! Me ha dado demasiado estos meses y jamás me perdonaría lo que he hecho.

Desde que llegué aquí ha sido todo un amor conmigo, como nunca nadie había sido, fue la primera persona en acercarse y querer involucrarse conmigo, en mi vida y en mis problemas sin importarle cuáles fueran. Le había cogido un cariño inmenso, ¡Joder! Lo quiero, y tenerlo lejos sin remota idea de su paradero me escuece el alma y me agota de lo que más.

-¡Abuela llegué!-Grito con cansancio cerrando la puerta a mi espalda.

Por fin es viernes, podré tirarme en la cama y maldecirme todo el fin de semana por lo estúpida que puedo llegar a ser.

Rara es mi sorpresa que al llegar a la cocina, donde María suele estar a mí llegada del instituto, está vacía.

¿Donde estará esta mujer? Estoy hambrienta.

Voy a la nevera y ¡Bingo!

Camila querida, hemos viajado a Argentina, tu tía nos llamó urgente, ya te informaré de lo que ha pasado por aquí, de mientras cuídate y siempre que salgas te abrigas que no quiero que cojas una pulmonía cuando no estoy allí.
Te quiero.

Genial, ni mis abuelos están para animarme.

_______________________________________

Din-Don.

¿Quién cojones viene a molestarme?

Me levanto con pesadez y abro.

-¿Por qué estás aquí?- Entre cierro los ojos.

Pasa sin consentimiento alguno y se sienta en el sofá, me mira y me sonríe con egocentrismo.

Suspiro y cierro la puerta para seguir sus pasos.

-Repito, ¿Qué vienes a buscar?-.

-Jajajaja, ¿No puedo visitarte?-.

-Daniel no me apetece escucharte decir tonterías, te perdiste mucho tiempo sin explicación alguna y vienes ahora como si nada-.

-¿Sabes dónde está Óscar?- Frunzo el ceño, ¿Él también lo busca?

-¿Para que lo quieres? Si mal no recuerdo no gozáis de alegría cuando compartís el mismo espacio-.

-¿Acaso te importa él? Creía que ya estabas centrada en otro- Se ríe con cinismo, tengo ganas de pegarle en toda esa bocota.

-¿Qué sabes tú de eso?- ¿Le habría contado Óscar lo que había pasado? Pero entonces, ¿Por qué preguntaría por él?

–Pequeña, todavia te queda mucho por descubrir– Coge el bol de palomitas que he dejado en el sofá y mete su mano para sacar un puñado y metérselo en la boca.

–Pues soy toda oídos– Levanto una ceja –Me interesa–.

–No soy un chivato– Se ríe – Apesar de que mi relación con Óscar es la mierda no voy a contar cosas que no me corresponden–.

–Solo dime algo que me pueda ayudar a encontrarlo, por favor Daniel, lo necesito conmigo– Noto como se cristalizan mis ojos, bajo la cabeza para disimularlo, me duele tanto no saber de el.

Yo si cumplo mis promesas pelirroja (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora