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EMMA

Me siento como si despertara de golpe, los recuerdos se amontonaron en mi cabeza, objetos que se movían según mis pensamientos, conversaciones con mi abuela, momentos vividos y olvidados, por fin lo entiendo todo, o más bien lo recuerdo todo, como mi abuela me preparó para esto, para que cuando llegara el momento me marchara e hiciera aquello para lo que estaba destinada.

—¿De cuánto tiempo disponemos?
—Como mucho 3 horas.
—Bien, deja que vaya a casa, recoja unas cosas y nos vamos —le dije bastante acelerada —espero que lo tengas todo bien planeado.

Al llegar miré a mi abuela, no hizo falta que dijera nada, lo sabía, sabía que me tenía que ir.

—Aquí está todo lo que te hará falta para el viaje, busca a tu madre y ten mucho cuidado —dice entregándome una mochila, me abraza y se marcha.

Cuando salgo de casa me encuentro con Tom esperándome en las escaleras del porche.

—Mi abuela me ha estado preparando para esto toda mi vida aunque después no lo recordara —me interrumpo un momento —se lo que debemos hacer, pero estoy aterrorizada.
—Lo sé, yo también tengo miedo, pero quedarnos es peor —supongo que el pobre intenta tranquilizarme —no podemos dejar que nos cojan, tenemos que encontrar a los otros exiliados y luchar contra el consejo.

Nos quedamos sentados unos minutos mirando al cielo, el camino que tenemos delante no será fácil, pero es el que nos ha tocado vivir.

Hijos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora