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TOM
Al despertar me sentía completamente mareado
—¿¡Tom!? —gritó alguien abalanzándose sobre mí.
—Emma, no me dejas respirar, pero ¿Dónde estoy?
—Es una larga historia, pero estamos en casa —me respondió con una gran sonrisa.
—¿Cómo? No entiendo nada, ¿me lo explicas?
—¿Puedo?- preguntó otra voz
—¿¡Mamá!?
—Si Tom, estáis en el campamento base, te he echado tanto de menos, ya eres todo un hombre.
—Recuerdo que estaba en el río con Tania, me dijo algo, nose..
—Hace un año los ancianos se llevaron a sus padres, desde entonces ella trabajó para ellos, así que cuando la descubrieron debió asustarse, te lanzó algún hechizo y llevas inconsciente casi un día
—Vaya.
—Tom pero tengo que confesarte algo —me dijo Emma con cara de miedo —cuando te encontraron no sabían si tú también eras un traidor, así que entré en tu cabeza para poder confirmar que no lo eras —aunque estaba casi llorando al decírmelo me sentí completamente cabreado, no podía creer que ella pensara que la traicionaría.
—Emma quiero hablar con mis padres a solas —le repliqué cortante, ella se levantó del borde de la cama y se marchó llorando.
Tras eso mi madre me contó que llevaban 2 años viviendo en esa urbanización, que me habían estado esperando y me comentaron los planes que tenían para intentar ganar esta guerra que tanto había durado ya.

Hijos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora