CAPÍTULO X.- ENTREGA.

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Al llegar a la fiesta Danny y Sam fueron bombardeados por los flashes de las cámaras de los reporteros, quienes lanzaban preguntas una tras otra sin dar tiempo a que respondieran, hasta que una resonó en los oídos de Sam y la hizo caer a su realidad.

- Sr. Fenton ¿Por qué no lo acompaña esta noche su esposa Paulina Fenton?

Danny miró a Sam inexpresivo, incluso parecía decepcionado, pues el también acababa de caer en su propia realidad. Ambos bajaron la cabeza, aquella pregunta había salido como metralla y dado justo en el corazón de ambos. Era cierto, aunque ella lo amara, ella era sólo su amiga y Paulina era su ESPOSA, la señora Fenton, la que cada noche dormía junto a él, la que compartía su lecho y podía admirar, incluso acariciar su cuerpo desnudo. Este pensamiento la hizo rabiar y cerrar el puño con amargura y coraje. Danny la tomo del brazo y posteriormente dijo.

- Ella está donde debe estar y yo estoy donde debo estar... con permiso.

Ambos entraros a la fiesta después de esto, Sam desconcertada se limitó a mirar a su alrededor.

- Lo lamento - Dijo Danny ofreciéndole una copa de vino tinto que había tomado de la charola de un mesero.

- No tienes que disculparte, es normal que te pregunten por tu esposa - Dijo Inexpresiva.

- Si bueno, este no es el momento ni el lugar, es una fiesta de caridad y estoy contigo, es lo único que deben saber.

- Si bueno... no hablemos de esto, deberíamos buscar a Tucker.

- Cierto - Dijo Danny soltando un suspiro mientras bajaba la mirada. Una idea fugaz se cruzó por su mente, quien después de esto se tomó de un sólo trago el vino que había en su copa y le tendía su mano a Sam - Dijiste que bailaríamos toda la noche, bueno Bailemos

- ¿Ahorita? ¿No deberíamos buscar a Tucker?

- Dijiste TODA LA NOCHE, y si no comenzamos ahorita no será toda la noche.... Además, Tucker está de aquel lado ¿vez?

- Entonces deberíamos ir a saludar.

- Después de nuestra primera pieza.

Sam se resignó y lo siguió hasta la pista de baile, ambos comenzaron a bailar, ella sin querer comenzó a sonreír.

- Así que... ¿Así nos imaginabas en el baile de la escuela?

- Más o menos... para empezar teníamos 14 y no 30.

- Lamento no haberme quedado... creí que habías terminado conmigo y bueno ahora estas con Paulina... no entiendo nada, no sé cuál es la verdad de todo esto y realmente es confuso para mí.

Danny recordó a Amorpho y lo que le había confesado, su cara por un momento revelo un poco de ira y tristeza, él le había quitado el amor de Sam y un futuro incierto a su lado. Sam se limitaba a observarle detenidamente y no podía evitar preguntarse qué pasaba por su mente.

- Todo eso, toda esa confusión está en el pasado - Dijo Danny mientras tragaba amargura. No sólo lo habían herido a él, sino que también Amorpho había lastimado a Sam y eso era algo que no le iba a perdonar.

- Tienes razón - Sam se acercó lentamente y le dio un dulce beso en la mejilla, el cual hizo que toda esa rabia y tristeza se fueran su cuerpo. Su cara se llenó de dulzura reflejada en una leve sonrisa. Simplemente Danny no entendía como esa mujer tenía la capacidad de hacerle olvidar todo lo malo que sucedía a su alrededor. "No seas tonto, esto es amor" pensó para sí mismo.

Sin darse cuenta ambos bailaron más de una pieza, hasta que llegó el momento de la cena y se dirigieron hacia donde se encontraba Tucker.

- ¿Dónde estaban? Los he estado esperando desde hace rato.

DANNY PHANTOM: TIEMPO FUERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora