Comprometida con un Vampiro [TERMINADA]

Cap 16 (Editado)

Cuando Marte termino de hacer el hechizo, yo y Zoe comenzamos otra vez nuestras coreografías, estuvimos riendo por las torpezas y golpes que sufría la pobre de Zoe por un corto rato, ya que mi Nana había llegado con la once, nosotros nos sentamos en mi mini-isla que tengo en mi cocina de la habitación.

Note a Nana algo inquieta y nerviosa, así que decidí preguntarle directamente que es lo que sucedía:

—Nana... ¿te... pasa algo? —pregunte en lo que ella colocaba las tazas.

—Mi niña... tengo que decirte algo —Ella se coloco delate de mi y comenzó a jugar con sus manos de manera nerviosa.

—Dígame Nana —pedí levantándome de la silla en la que estaba por verla tan nerviosa.

—Lo que sucede es que...

—Es que, Nana, dígame, que la que se pone nerviosa soy yo —insisto ya preocupada.

—Es que... sus padres tuvieron un accidente mientras iban a una reunión de negocios a Rusia —contesto soltando un suspiro, lo que me deja congelada.

¿Mis... padres?

—Pero ellos son...

—Su padre un vampiro y su madre un ángel, pero me informaron que cuando el avión se estrello unos demonios los emboscaron y asesinaron —finalizo de contar mi Nana y mi cuerpo sigue inmóvil.

Los asesinaron

Siento que me dicen cosas... o... ¿me gritan? No estoy segura, pero solo los veo moviendo la boca sin escuchar el más mínimo sonido.

—¡Dani! —Zoe me trata de quitar del trance en el que me encuentro de finalmente lo logra.

—Q... ¿que? —susurre aun shockeada por la noticia.

—Los mataron Daniela —responde Martín tratando de calmarme.

—Pe... pero... ¿como? —Decidí sentarme ya que mis piernas no podían aguantar más.

—Dani, eso no importa ahora, ven —ordena Zoe con firmeza, aunque se que se esta aguantando algunas lágrimas.

Me guía hasta mi cama y me sienta, Nana se retira ya sin poder evitar el querer llorar, ella siempre a sido frágil.

—Pero...

—Ya vengo, Martín cuida de ella en lo que llego —ordena Zoe a Martín para salir a la velocidad de la luz.

—Dani ¿estas bien? —pregunta Martín arrodillándose para estar a mi altura.

—No, ni un pedacito —admito y suelto en lágrimas poniendo mis manos en mi cara, derrepente escucho como la puerta se abre y logro ver a Jorge que viene corriendo a abrazarme.

—Dani —Coloco mi cabeza en su pecho para seguir llorando.

—Todo va a estar bien, tranquila...

...

Despierto nuevamente en mi cama, con las miradas de Zoe, Jorge y Martín sobre mi.

—¡¿Estas bien?! —chilla la loca de Zoe.

—Si, lo estoy, tranquila —respondo mientras me siento.

—No hagas fuerza, aun estas muy débil —hablo Jorge, preocupado.

—No pasa nada, ya estoy bien —Les dedico una sonrisa reconfortante y tranquilizadora que parece calmarlos.

—Contigo no se puede discutir, pero aun así te quedaras en cama.