Comprometida con un Vampiro [TERMINADA]

Epílogo

Ese momento... ese trágico momento... ese momento... en el que sus ojos perdieron todo su brillo... ese en que su última lágrima termino de caer por su mejilla para ya no producirse más de las mismas...

Cada respiración, cada una en busca de más aire, más aire que se escapaba de su pulmón y menos tiempo de vida.

Cada segundo, cada pestañeo, los recuerdo cada día mejor, como si en mi cerebro la calidad fuera aumentando en vez de disminuir.

Ya hacia de un mes de aquel día, pero esos recuerdos seguían en mi cabeza y el hecho de tener a Ashley cada día a mi lado me la recordaba más.

Ashley se quedo conmigo. Mientras que la mayor, Sasha, se la quedo Jorge. Por lo que la joven pareja de Cristal y Mark se quedo con Ashton, pero extrañamente, no volvimos a saber nada más de ellos después de entregarse al pequeño.

Ambos se mudaron y no dejaron nada con lo que nos pudiéramos comunicar con ellos.

Jorge volvió a Santiago de Chile, a convertirse en un joven padre soltero.

Pero yo decidí quedarme en Transilvania, me comenzó a gustar vivir en este lugar, siempre fui una chica de ciudad. Pero me mantendría en ese departamento hasta que terminase mis estudios, sin ninguna preocupación más que la de estudiar mi último año de preparatoria, mi futura carrera de diseñadora de modas —ya que el grupo que habíamos creado con Dani ya no tiene sentido sin ella— y con mi pequeña sobrina Ashley a mi lado.

...

—¡Sasha, regresa en este mismo instante!

—¡Ya voy, mamá!

Esa niña, si sigue así me va a sacar canas del estrés...

—Aquí estoy, no fui muy lejos de ustedes.

—Que cumplas tus 8 años, no te hace mayor de edad, todavía te faltan por lo menos unos 10 años más, así que hasta entonces, que ni se te ocurra alejarte de nosotros, renacuaja. Solo trata de estar en nuestras vistas, como lo hacen tu hermana Ashley y tu hermanito Germán.

—Entonces ¿en nuestras vistas? ¿Solo eso le dirás, Jorge? —cuestione a mi esposo, cruzando mis brazos y poniendo mi vista aguda sobre él.

—Pero, también a nuestro lado, tesoro.

Sasha, que solo miro a su padre sonriente, asintió y se junto con sus hermanos.

—¿Algo que decir en tu defensa?

—¿Que te amo? —Lo perseguí. El salió disparado en dirección a nuestros pequeños y se oculto detrás de ellos, mientras que yo invocaba a mi querida espada.

—Cariñooo... —llame canturreando.

—¿Si? —Asomo su cabeza temeroso y yo volé en su dirección, esquivando a los pequeños y dejando mi espada a centímetros de su cuello.

—Zoe, estoy completamente seguro de que no quieres matar a tu querido esposito, ¿o si?

Hice desaparecer mi espada y me lance a darle un pequeño beso en los labios.

—¡Hay no, que asco, mamá! —reclamo Ashley asqueada.

Me gire a mirar a Jorge a los ojos, segundo en el que nos comunicamos fugazmente y carcajeamos al momento.

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