Capítulo 55 "Entre Dos"

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Tenía a Silas sentado en mi frente con vendaje sin camisa, esta vez yo tomaría el control él no podía tocarme y ni sonreír o perdería. Comencé con pasar mi uña por su abdomen pero ríe y perdió.

—Perdiste —volví a sentarme —Seguirás con eso arriba.

—¿Por qué? —reí.

—Falta de motivación —seguí buscando una canción. Silas me besaba el cuello y mordía pero nada de otro mundo, lo empuje al sillón nuevamente —Ponte el vendaje —amaba tener el control, él hacía lo que pedía sin quejas.

Dejé unas gotas del hielo en su pecho luego pasé mi lengua por el camino que hice con las gotas, estaba súper excitado su cara lo decía todo pero aún así no me tocó ni sonrió. Él indicó un oral y así fue como me sentí como Judith Flores de 'Pídeme lo que quieras'.

Al día siguiente fue el bautizo de Jeremiah y en la noche comimos hamburguesa; ya el jueves Silas me volvió escribir a ver que éste idiota no entiende que una semana fértil así que lo rechacé y claro está que se molestó, viernes Marie, Isabella, Solangel y su lindo novio Ale pero éste no nos acompañaría al centro comercial ya que tenía que firmar unos contratos. Me encantaba poder expresarme sin tabú con Solangel y poder contarle todo con la idea que me aconseje, mientras estábamos sentadas hablando del tema un grupo de cinco chicos se quedaron en nuestro frente ¡por los calzones de sus abuelas! Esos jugadores de basquet son como dioses griego, en especial uno nos llamó la atención alto corpulento, de tez morena su cabello rizado, un buen culo y tatuajes.

—Si así es el infierno que me arrastre el diablo —silbó —¡Hola guapos!.

—Guapisimos.

En ese momento todos voltearon y nosotras no sabíamos que hacer así que nos miramos riendo. Los chicos pasaron como cinco veces mas y claro nosotras no nos quejamos.
En la noche Silas me escribió para poder hablar sobre su molestia así que escapé y caminé al parque donde él me esperaba.

—¿Sabes por que estoy molesto? Por cierto hoy estas hermosa —me abrazó.

Pues es la segunda vez que me lo dicen, Marlon se quedó como bobo y después de tanto tiempo un cumplido salió de su boca. Pero obviamente no diré eso.

—No y gracias.

—Odio cuando me dices 'No sé' es sinónimo de debilidad.

Khé. Mi vida es un 'No sé' cuando tengo pereza de explicar o de hablar.

—Mi vida se basa en esa palabra, lamento pero si con mi mamá no borré esa palabra contigo menos.

Sí, nuestras personalidades chocan demasiado. Por eso corté ya la relación de sólo sexo con él.

—¿Tendremos una última vez? Ya tengo lugar —sonríe.

—¿Recuerdas cuando me dijiste que el lugar y condones sobraba?.

—Sí.

—Se me olvidó decirte... Las ganas faltan. Silas no habrá última vez, quedemos como amigos normales, ya no tengo ganas de nada literal sólo quiero estar tranquila y si hay ganas pues eso se resuelve pero ahora la verdad no y tampoco te puedo prometer un futuro. Te estás yendo ya a lo sentimental y eso es lo que estado advirtiendo.

Silencio. Más silencio.

—Me siento usado. Así cuando buscas una persona sólo para tal cosa y ya.

La puta que parió, ya sé lo que sienten los hombres cuando las mujeres le dice esa frase. Mi reacción fue reírme para no morirme de la furia que activó.

—Necesito irme, te escribiré y espero que sigamos siendo amigos.

—No te prometo contestar y mucho menos amistad.

¿Cómo?. Este niño piensa que habla con quién, volví a reírme pero de forma tediosa.

—Si no lo haces pues me dará igual, no seré yo la persona que estará revolcada por la ira —me acerco mas a él —Bye.

No me despedí con ira, más bien me sentía mas libre y feliz, tanto así que la vida me obsequió un chocolate —literal —mi amiga me lo regaló y Félix de la nada me pide ir a la casa de Marie. Cuando llegué no puedo creer lo que mis ojos ojos están viendo nada más y menos que Joseph justamente en mi cara, su sonrisa es amplia pero nerviosa su mirada me analizaba; lo abrace y él respondió con más cariño.

—¡El reencuentro!.

—Joseph, ¿quieres que le diga a Khloé que viniste sólo a verla?.

Todos rieron e hicieron más bromas mientras nosotros estábamos abrazados. Hasta que Marie nombró el vergonzoso vídeo de sus quince que el camarógrafo no dejaba de grabarnos.

—Yo le dije a Koko y se puso rooja —ríe.

—Joseph yo no se como pudiste ser su novio con lo amargada que es ella —ríe —Cada vez que subía al instituto me daba miedo.

—Mis compañeros del trabajo me llamaban cada vez que ella estaba en la cancha que justamente daba frente a mi trabajo —me miró —¿Lo recuerdas?.

—Siempre —sonrío —Él me llamaba y nunca supe donde se escondía el acosador. Viendo la situación era súper peligroso pasar por ahí e inmediatamente te decían.

—Si quieren ver una Khloé enamorada hay que devolver el tiempo a esos años —todos reímos incluyéndome.

La noche prosiguió en los recuerdos de Joseph y yo cuando éramos novios.

No Eres El Indicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora