“Este capítulo contiene un ligero lenguaje sexual, algo. Subido de tono, si le es incómodo, olvide el capítulo".
Desde que Jawad llegó de su viaje, pues lo consigo hasta en la sopa. Y claro actuamos como si no nos conociéramos, o al menos cuando él necesite algo de mí, en ese momento si recuerda mi nombre.
¡Y madre mía! Que guapo se ha puesto, pues esa ortodoncia si le ha echo un gran cambio. No quitemos lo guapo que es y esa sonrisa encantadora que tiene, pero opaca cada vez que abre la boca —y me refiero en las dos formas —, aún así hay algo de él que me sigue intrigando.—¡Pero que culo! —susurra Isabella.
Reí. Desde que Jawad nos pasó un lado, Isabella no paraba de remirarlo. Me contaba sobre sus atributos y su trasero —lo bueno de que practique fútbol —.
—¡Khloé! —chasquea sus dedos —Pero mira ese bombón, ¿cómo te puedes perder eso?.
Volví a reír, volteé a mirarlo y noté que los jeans que tenía le hacía lucir un buen trasero.
—No me lo perdí... —sonrío divertida —A ese bombón como tu dices, ya me lo comí.
Su cara fue todo un poema, épica, digno para hacer un gran meme.
—¡No eres perra... Perrisíma! —ríe.
Durante el camino narro aquella historia que me está siguiendo y que sigue vivo desde hace un año.
***
Caminé despacio por el pasillo algo oscuro, sólo las luces de neón blancas dan la claridad. Mis tacones de punta resuenan, mi vestido de satín color rojo se mueve con suavidad y me parece tan cómodo; entro a una habitación con luces tenue roja, apenas me detengo siento que el corazón también, el calor me invade hasta mis mejillas ¡joder, me siento tan acalorada!. Unos dedos recorren por la cremallera del vestido hasta hacerlo caer con delicadeza, su otra mano pasan por mi desnuda piel. Sólo ando con mi ropa íntima negra, va dejando besos con algunos mordiscos por mi cuello y yo jadeo, mi respiración cada vez se dificulta.
Lo deseo y él a mí, se detiene a mi frente y... ¡Un adonis! Mis dedos recorren por su bien formado cuerpo, me besa aviado, sus manos me dan un azote que me hace jadear en un ahogo y luego las aprietas para acercarme a él con desesperación, siento como su miembro sobresale del pantalón pidiendo clemencia, reclamando estar dentro de mí; pero con mi boca juego con el.El morbo, el calor, el momento, el destello de sus ojos al verme, me produce excitación... Me levanté y él con su sonrisa de picardía me limpia con si dedo y luego lo introduce en mi boca a la cual le doy acceso sin queja, cuando pude mirar su cara, él me tumbó a la cama, rasgó la envoltura del preservativo y entró en mí. Hacía movimientos rápido y bruscos, me producía que arqueaba la espalda, su espalda era víctima de mis arañazos. Cada choque gritaba pero él me callaba con sus deliciosos besos.
Me di cuenta que arriba de nosotros el techo era de espejos y me excitaba mas ver como él me lo hacía con tanto deseo... Jawad.
Me desperté sudada y confundida por el sueño, odio tener sueños así con él. Agradecida por tener una habitación propia o estuviera muy avergonzada por si alguien escuchara mis jadeos por aquel sueño tan húmedo.
—Madre mía... Debo dejar de leer «Pídeme lo que quieras » —me levanto para ir al baño.
Mientras me duchaba gracias al calor que me causó mi sueño, pasaba mis dedos por mi cuello recordé cuando Jawad me besaba y me dejaba mordiscos que me causaba pequeña electricidad en todo mi cuerpo, sus suaves labios recorría por cada mi centímetros y sus manos me azotaban. Vaya que sueño...
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No Eres El Indicado.
Novela JuvenilSoy Khloé Castiel, una chica baja de rizos -sip mi cabello parece un nido -Vivo en una zona pequeña de Denver donde todos se conocen, LoDo. Mis mejores amigas Marie Agnes y Felicity Davidson de toda la infancia, mi hermana Denna y su amiga Maggie Ja...