Capítulo 51 "El Peor momento "

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“¿Dónde estás? ” mensaje en directo por instagram.

Silas me había prometido salir el lunes pero nunca me avisó, el martes mientras que yo estaba ayudando a Jenna con un cómic apareció pero no me habló, el miércoles me tomó un resfriado que me causó hasta mareo y sólo hablé con Jenna, y el jueves cuando por fin se dignó escribirme después de haber llegado del centro comercial aún me sentía pésimo y la gripe es insoportable. Le respondí en mi casa y me preguntó que si nos podríamos encontrarnos.
Le muestro el mensaje a Jenna quien aseguraba que Silas no quería hablar del tema por su forma de actuar conmigo.

—¡Dile que sí! —me quita el tlf y le responde por mí —¿Ya sabes que decirle?.

—Obviamente... —reí.

¡Mierda, me quedé en blanco! Antes que él me preguntara, yo pregunté.

—Pues lo que tu quieras, pero ya que insiste... Pues me gustaría que sigamos con esto a ver que sucede, pero si tu quieres que dejemos esto aquí, pues bien lo respeto... Aunque espero que esto no acabe —me toma de la mano.

Reí nerviosa. Aiuda.

—Ok. Bueno, yo no me quiero liar con alguien sentimentalmente y es algo que te dije al principio, recuerda que me voy a ir y odio los dramas la verdad —comencé jugar con las orillas de su camisa —¿Entiendes?.

Bueno más obvio no pude ser.

—¿Tienes la solución?.

—Nou... Pero dejemos que las fluyan sin forzar nada...

Comenzó besarme el cuello, mover sus manos por mis piernas, ay dios santo... Apreté mis labios y lo alejé.

—Tienes razón —sonríe —Vamos a tu casa.

Cuando baje del muro volví ser la hormiga y él la torre andante —mide 1.85 —, nos sentamos en mi jardín y seguimos hablando.

—¿Cual fue tu último ligue?.

Reí.

—Creo que el año pasado, sí. Con Jawad —seguí jugando con su barba.

—¿Jawad? —me mira intrigado —¿Juega fútbol y siempre se junta con Óscar?.

Demonios, si lo conoce.

—Si... Pero nada pasó —sonrío —¿Y tú?.

—Giselle Rodrigues.

—¿La flaca latina?.

—Sí.

—Buen gusto —reí, la verdad que la chica es muy linda y parece modelo.

—¿Celosa? —pregunta divertido.

Ay cariño... No te emociones, reí y seguí acariciando su cara.

—Me tengo que ir —miro el reloj.

—¿Me estás corriendo de tu casa?

—Sí, bye.

***

El miedo de relacionarme con Silas es que sé que va a pasar algo más y tal vez me arrepienta. Hoy me quedaría sola en mi casa y él vendría, se que va a pasar y me causa un escalofrío; arreglé mi habitación, puse música, me vestí con un short y una camiseta.

—¿Khloé?.

—Pasa.

El corazón se me paralizó, mientras entraba a la casa cerraba con seguro, se sentó en el sillón más grande y me senté junto a él.

—¿Cómo estás? —me besó.

—Bien —sonrío —Buenos días.

Comenzó a besarme hasta el cuello, me quitó la camisa lentamente y me sentó en sus piernas su entrepierna rozaba con mi zona íntima, pero no estaba tan excitada. Me acostó, me besaba mientras se colocaba el condón, sin previo aviso quiso entrar en mí y el dolor fue tan insoportable que clavé mis uñas en su espalda.

—¿Que sucede? —intentó tranquilizar el momento —¿Intentamos más lento?.

No pude hablar pero muevo la cara de un "sí". Besó mi frente y siguió, todo procedía increíblemente, llegó el orgasmo y cuando yo iba a llegar simplemente...

—¿Mejor que Alessandro? —ríe.

Subí la mirada y clavé mis ojos en él ¿en serio? Me volví a tirar a la cama y reí.


—¿Te llamo a Melissa?.

Sí, volvimos a tocar otra tres veces pero sólo era Silas y su odio hacia Alessandro.

—El peor momento para nombrar un pasado mientras hacíamos el acto —comento mientras le abro la puerta —Nos vemos en la noche Silas...

No Eres El Indicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora