Lucha de coronas

Capitulo 20 (Capitulo Final)

FINAL PRIMERA PARTE:

     El funeral se celebró a la forma haer, quemaron su cuerpo en una pequeña hoguera y lanzaron al lago la ceniza que lograron recoger, mientras todos los presentes lloraban de desconsuelo con un único pensamiento en la cabeza, vengar a Faith.

Los haers siente un profundo vinculo, uno más poderoso que el de la propia familia. Son un conjunto, si uno de ellos sufre todos trataran de ayudarle, pero si uno muere injustamente como Faith, todos y cada uno de ellos tratará de vengar su muerte.

El pueblo ha estado consumido por la tristeza, no han cesado los entrenamientos y la vida cotidiana de cada uno de los aldeanos, aunque ni uno de ellos olvida lo acontecido durante el gran banquete.

Pacientemente esperan a que su reina se mueva, tome su siguiente decisión y estarán encantados de poder escucharla y seguir sus ordenes allá donde les lleve.

Darán su vida por ella. Quieren derrocar al monstruo que porta la corona real.

Olympia, a pesar de saber el apoyo de los haers, ha estado inquieta desde la muerte de su amiga Faith, ni siquiera parece ella misma, la confianza que Alexander le regresó simplemente se fue por donde vino, se ha convertido en una persona cerrada y temerosa, incluso más violenta de lo que ya era.

Tiene los nervios a flor de piel y eso es algo de lo que todos han podido percatarse. La muerte de la haer ha traído consigo una gran cantidad de malos pensamientos, inquietudes y nuevas decisiones que tomar.

La cabeza de la princesa es un completo caos, donde sus sentimientos y el puro razonamiento chocan, chocan en una batalla donde ninguno quiere perder, sino vencer. Dejarse llevar por el más profundo sentimiento de odio y venganza, o razonar con la cabeza fría una buena táctica para continuar con su objetivo sin derramar demasiada sangre.

Cada vez que Alexander o Daymon tratan de acercarse a ella, Olympia simplemente les huye avergonzada y con una expresión llena de dolor y tristeza. Antes de poder tomar una decisión final necesita pensar todo, sabe que estar cerca de ellos le hará dirigir con su corazón y no con su cabeza.

Le da terror perderles a ellos también, aunque también le enfurece saber que Eitan ya ha encontrado la entrada a su paz mental para hacerla añicos, como un tornado.

Se siente culpable, demasiado culpable por la muerte de Faith y siente que no merece los amigos que tiene, tampoco que todos estén protegiéndola y apoyándola de la forma en que lo hacen, si no pudo salvar a su amiga, está segura de que antes de que pueda salvar Peirl habrá muchas muertes y seguramente la suya también.

Incluso comienza a perder esa determinación tan peligrosa e intensa que tenía hasta ahora.

Está rota.

- Detente – habla Rune agarrándola del brazo cuando al verle acercarse a ella, Olympia trata de huir – vamos a tener una conversación en este momento y no vas a poder negarte.

- Dorian me ha pedido esta mañana que le ayude con algo, debería hacerlo ya, ¿podemos hablar luego?

Rune se percata de como mueve los ojos inquietamente por todo el lugar y como su labio inferior tiembla ligeramente al hablar, está convencido de que, si colocase su mano sobre su pecho, sería capaz de notar como su corazón late agitadamente por el nerviosismo y el temor.

Le preocupa el nerviosismo que está sintiendo los últimos días, no parece ni ella misma, es como una pequeña chica atemorizada por todo, incluyendo a sus mejores amigos, aquellos chicos de los que hasta hace un par de días, no podía siquiera imaginar tenerlos lejos de ella.