Capítulo I : El comienzo de la pesadilla.

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Hoy es un gran día, Saga se ha apiadado de mí y me ha dejado salir unas horas antes de la empresa, hoy también es el día libre de Camus, mi amado esposo durante 7 años... parece tanto tiempo pero la verdad, parece poco... Nos conocimos en la Universidad, el estudiaba en ese entonces historia y literatura Francesa, actualmente es un profesional de sus raíces, y un reconocido profesor y traductor; ha conseguido tanto éxito que tiene su propia empresa que transfiere y envía diversos productos desde Grecia hacia diversas partes del mundo... mayoritariamente a Francia y al resto del continente Europeo. En cuanto a mí, por esos tiempos me hallaba estudiando publicidad y organización de empresas, nuestro primer encuentro fue algo similar al de una película, ya saben, yo era el chico nuevo, la atracción para observar, soy algo llamativo, no porque así lo desee pero... suelo llamar mucho la atención por mi piel tostada, cabello largo y rizado de un color particular, ojos color esmeralda y mi cuerpo es algo envidiable... bueno, volviendo a lo que estaba, llegue a la Universidad Athenas y recorrí sus amplios pasillos, todo iba bien hasta que un atolondrado de cabellos azules choco contra mi haciendo que mis libros y los suyos cayeran.

-¡Joder!, disculpa te encuentras bien? -El desconocido me tendió su mano, y sólo por educación acepte- Disculpame... la verdad no te vi - soltó una risita nerviosa, ¿realmente no me vio? Da igual al menos es amable.

-Descuida no te preocupes tanto- Me ayudó a ponerme de pie y a recoger mis libros... vi la hora en mi reloj de muñeca y ¿qué creen? Iba tarde a mi primera clase... bien, me quedaban un par de minutos pero aun así...no tenía idea hacia dónde ir.

-De verdad lo lamento, soy demasiado despistado algunas veces...

-Ya...veo, tranquilo esto le puede suceder a cualquiera...-Le sonreí para que se tranquilizara, se veía algo nervioso

-Je... si tu lo dices...-acomodo sus libros y como pudo tendió su mano- Kanon Geminis

-eh?-dije algo incrédulo... "ese apellido..."luego de unos segundos reaccione- ¡oh! Aah... -observe su mano y la estreche con la mía- Milo, Milo Scorpius

-Encantado de conocerte Milo... aunque me hubiera encantado conocerte de una... mejor manera

-Jeh...opino lo mismo, Kanon...-Nos miramos durante unos segundos hasta que el rompió el silencio nuevamente.

-Bueno Milo, debo ir partiendo a mi clase, espero verte luego-

-E-espera, de casualidad sabrás... ¿Dónde se encuentra la sala 304?... mi primera clase será en esa sala... y no tengo idea donde es...

-¿eh? Oh... que curioso, es la sala hacia donde voy, ven, sígueme-sonrió y por un momento mis mejillas se sonrojaron levemente.

Seguí a Kanon, parecía ser un buen tipo, y ambos llegamos justo a tiempo, entramos seguidos del profesor así que supuse que estábamos bien. Al transcurrir el resto de la jornada Kanon y yo fuimos conociéndonos mejor, él también estaba estudiando publicidad, es un buen tipo, he pasado la mayor parte del día junto a él; Al estudiar la misma carrera teníamos clases compartidas, para ser sincero me alegra mucho el hecho de haber chocado con él, se podría decir que fue un golpe de suerte.

-Hey, Milo, ya que eres nuevo, ¿te gustaría conocer a más gente?

-Eeh... -lo pensé durante unos momentos, "claro, seria grandioso... más gente poco influyente en mi vida..."- claro

Dicho esto último ambos nos dirigimos al patio central de la universidad, grande fue mi sorpresa al ver la cantidad tan reducida de alumnos... prácticamente podían ser contados con ambas manos, voltee hacia Kanon y se veía igual de sorprendido que yo, entrecerró los ojos intentando ver más allá de su campo visual y luego sonrio.

Jamás seré plato de segunda mesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora