CAPÍTULO 39 Siempre Juntos.

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Una terrible jaqueca estaba haciendo de las suyas sobre los jóvenes héroes de Konoha.
Sakura maldijo por lo bajo ante espantoso dolor. Ahora lo que venia era el arrepentimiento por haber tomado de manera desmedida la noche anterior. Pero fue por una buena causa, se repetía constantemente para no estrecharse la cabeza en la pared totalmente desesperada, era para festejar un triunfo general. Todos habían resultado ganadores con el nuevo contrato, ese era un gran motivo para celebrar y ser libertinos.
Ella participó porque puede que sea la última vez que lo haga en mucho tiempo ahora con dos hijas a su cuidado. Tenía por seguro que el libertinaje salía de su lista de fin de semana.
Se levantó sosteniendo su cabeza. Logró ver a Sasuke y Naruto abrazados en el frío suelo. El almirante Madara estaba dormido en la barra. Todos roncando y soñando. Pero no encontró a Itachi por ninguna parte. Tal vez, estaba arrepintiendose de haber tomado en otro lado.
Decidió salir a buscarlo y maldijo por lo bajo. El sol estaba insoportable para sus nervios sensibles.
Lo unico que disfruto fue el aire que entraba por sus pulmones logrando que se creyera, por primera en todo ese tiempo, que la paz estaba llegando a sus vidas. Nada de guerras ni enemigos potenciales por los cuales preocuparse. Nada de miedo por el bienestar de sus seres queridos. Nada de dudas ni problemas para decidir su futuro. Nada que le impidiera ser libre y feliz.
Camino sintiendo su libre albedrío en cada paso que daba. Creyendo firmemente que estaba andando hacia su futuro. Después de unos minutos adentrandose al bosque, llego a un pequeño manantial del cual no conocía su existencia en la aldea del sonido.
El paisaje era hermoso, con agua tan cristalina que se era capaz de ver los seres sub acuáticos que coexistan ahí, con árboles de grandes hojas y miles de animales de hermoso colores. Ese lugar era un paraíso.
Se recostó bajo la sombra de un árbol, rogando por controlar su jaqueca y disfrutar un poco de ese lugar. Durante un tiempo observó las aves volar por encima de ella pero al final el sueño le ganó.
Despertó unas horas después, cuando el atardecer estaba en su esplendor. Siguio recostada sin ninguna intención de moverse. Recordó a sus pequeñas y un enorme deseo de verlas la inundó. Quería acorrucarlas entre sus brazos y llenarlas de besos. No había pasado mucho tiempo alejadas de ellas y ya sentía que se habían separado por décadas. Ahora sus hijas estaban en casa y Sakura contaba el tiempo para irse del sonido y llegar a Konoha así que tomo una iniciativa.
Se levantó dispuesta a apresurar a sus compañeros para llegar a casa cuanto antes. estaba sacudiendo su ropa cuando oyó un chapoteo al otro lado del manantial. Empezó a atribuirselo a las aves acuáticas de ahí pero el salpiqueo de un salto le dijo que no era un animal el que podría causar esa reacción en el agua.
Fue a ver por pura curiosidad sin deseos de encontrar a una persona desnuda frente a ella como la encontró. Abrió los ojos sorprendida, el agua si que era transparente y aunque ,puede que todo lo que veía ya lo conocía a la perfección, ver a Itachi tomando un chapuzon al desnudo la aborchonaba.
El Uchiha se dio cuenta de su presencia al oír su grito. Él, al contrario de la pelirrosa, se tomó la situación con mucho humor al verla avergonzada.

-¿Te gusta lo que ves? - Bofa nadando hasta quedar a la orilla del manantial.

-¡Cállate! ¡No es como si fuera algo nuevo o bueno! - Contesto orgullosamente pero no era capaz de engañar a nadie ya que Itachi Uchiha estaba como quería.

-Sí tu lo dices. - Se encogió de hombros sin creerle. - Pero tu eres la afortunada que disfruta de mi cada noche sin quejarte.

-¡Eso es porque...! - Se giro de manera involuntaria para confrontar lo pero se había quedado sin argumentos. - Eso es porque... porque no me queda de otra. Me he enamorado de ti y tendré que conformarme con lo que me toca. - Se cruzó de brazos e infló los cachetes disgustada. Ese tipo disfrutaba de molestarla.

Itachi río en el agua al ver su actitud infantil. El era el que la habia estado chinchando pero lo hacia para ver lo hermosa que se veía una Sakura enojada. Además, quería distraerse del terrible dolor que sentía después de la borrachera de anoche.

-¿Qué hacés aquí? Te estuve buscando.

Sakura se sentó en la orilla del agua para quedar frente a él. Se quitó los zapatos y hundió sus pies en el manantial. El agua estaba fresca. Cerró los ojos disfrutando de la relajación que le ofrecía el agua a su cansado cuerpo. Suspiro llena de alivio. Sintió como Itachi recostaba su cabeza en sus piernas y se abrazaba a su cintura. Lo dejo ser sin pensar en las malévolas intenciones de su pareja quien, en un abrir y cerrar de ojos, ya la habia sumergido al agua junto a él.
Lucho por salir a flote y cuando por fin lo logro, fulminó con su verde mirada a un carcajeante Uchiha.

¡Te ves preciosa! - Mofó. Sakura le salpicó agua en la cara para callarlo.

Trato de salir del agua para no matar ahí mismo al Uchiha. Tenía que contenerse si no quería dejar huérfanas a sus niñas. Apenas puso un pie afuera del agua cuando Itachi reaccionó y la volvió a jalarla, esta vez aceecandola hacia el.
Sakura iba a reclamarle por su terquedad de querer tenerla en el agua, pero desistió al sentir el pecho desnudo de él con sus manos. Su rostro completo se ruborizó. Tal vez por el calor del clima o simplemente tenía que aceptar que Itachi era... como decirlo... ardiente.

-¿Sucede algo? - La provocó mientras le quitaba la camisa.

Sakura se dejó ser sin protestar. Todas sus fuerzas de luchas ya estaban desvanecidas a esa altura de la partida.
Pronto ambos quedaron completamente desnudos en el agua.
Sakura, con una iniciativa renovada, olvido las penas y empezó a recorrer su cuerpo con sus suaves manos. Recorrió su clavícula, acariciando su cuello y enredando sus dedos en su azabache cabellera beso sus labios con una pasión arrolladora.
Itachi correspondio de inmediato sin ser capaz de mantener sus manos quietas sobre el cuerpo de la chica entre sus brazos. Marco con sus dedos sus caderas, pechos y glúteos, disfrutando en hecho de marcarla como suya.
Sus besos poco a poco se fueron expandiendo a otros lugares de su anatomía y ,de vez en cuando, disfrutaban de dejar una marca sobre el otro y sin darse cuenta ambos se encontraban, de un instante a otro, culminando su exquisito vaivén entre sus cuerpos. Gimiendo el nombre del otro mientras se entregaban al acto carnal más delicioso que pudieran experimentar con la persona que aman en un ambiente mágico.

-Itachi...

Sakura gimió su nombre aferrándose a su espalda mientras sentía que su orgasmo estaba cerca. Mordió su cuello e Itachi, con una ultima y profunda estocada, se vino con ella.
Después de un respiro, tomaron una ducha, aunque esta fue interrumpida por la excitación del momento. Así que Sakura perdió la cuenta de cuantas veces ya se había bañado de nueva cuenta después de la primera vez.
Ya de noche,decidieron terminar con su apasionada sesión y regresar a la mansión.

-Te amo. - Susurro Itachi tomándola entre sus brazos mientras caminaban.

-Yo también, aunque seas un idiota. - Le dio un rápido beso.

-Pues soy el idiota más afortunado del mundo. Ahora que Sasuke ya no será Otokage podrás divorciarte cuando quieras y cuando eso suceda...

Detuvo su caminar y se hincó frente a ella con una gran sonrisa galante dibujada en su rostro. De su pantalón saco una pequeña caja rosa en forma de cerezo y la abrió, ofreciéndole una gran promesa en forma de anillo; de un hermoso oro, con una incrustacion de piedra preciosa, dentro del anillo se podría apreciar las iniciales de él y ella grabadas en el, junto con el símbolo Uchiha.
Sakura sintió como si todo lo que hubiera deseado se estuviera haciendo realidad.

-Sakura ¿Te casarias conmigo?

Su corazón quería salir de su pecho y correr de alegría y , cuando oyó las palabras que esperaba con anhelo salto a sus brazos cayendo ambos al suelo.

-¡Sí, sí! ¡Quiero ser tu esposa!

-¿Y tener mucho hijos? - Bromeó Itachi, ya que ellos ya se habían adelantado en la tarea.

-¡Todos los que quieras si prometes que tu los cuidarás!

Continuo la broma. Ambos resplandecían de felicidad.

-Gracias. - El Uchiha beso sus labios con gran alegría. - Te amo. - Dijo ante de devorar sus labios vehemencia.

-Yo también te amo. - Sakura fue capaz de suspiras esas palabras ante de que sus labios fueran demandados de nueva cuenta.

Y así, después de una cuantas horas después, llegaron a la mansión con una gran sonrisa que prometía un futuro grandioso.




Continuará.....

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