¿QUE PASARIA SI...?

CAPITULO 13: LA FLOR DEL DESEO.

Sonrió satisfecha. Había llegado a la entrada del Bosque de los sueños, después de horas caminando en la oscuridad de la noche y el frio de las mañanas, estaba a punto de cumplir su objetivo. Se adentro contemplando su alrededor. El bosque le hacía honor a su nombre, la luz que traspasaba los cerezos de todos colores daba una imagen colorida y hermosa, el césped verde adornaba el suelo y el canto de las aves la transportaban a otro mundo. Su corazón latía desbocado, por un momento se sintió en su hogar y se visualizo a ella e Itachi junto todos, disfrutando de la vida como debía ser, pero no era así... los cerezos se empezaron a marchitar mientras el sol desaparecía dando lugar a la asfixiante oscuridad. Sakura cayó rendida al suelo mientras lloraba. Los rosales marchitos empezaban a enredarse en sus piernas enterrando las espinas a su paso y rasgando la fina piel, al igual que los recuerdos en su corazón. El terror de perder su hogar o a todos los que quería y a veces las dos cosas, la culpa al estar mintiendo todo el tiempo, el odio hacia las personas que lastimaron a los que quiere y a ella, y la traición por el beso con Sasuke, la estaban destrozando. Esperaba que Itachi perdonara su debilidad, pero no tenía fuerzas para continuar, ya no podía más...

-Un alma destrozada, mmm que delicioso... - Abrió los ojos anonadada. Busco el lugar donde provenía aquella voz, pero no encontró nada. Se empezaba a alterar. No sabía cómo había llegado a esa situación, pero quería salir de ella. Trato de limpiarse las lagrimas, pero los rosales enredados en esta se lo impidieron. Sintió ardor por toda su piel. Se removió inquieta al sentir las espinas acercársele peligrosamente al vientre. Utilizo todas sus fuerzas, pero no se rompían, al contrario hacia que crecieran mas y se enterraran en su cuerpo.

-Jajaja, eres idiota, no sabes ni como llegaste a esta situación.

Cerró los ojos. Todas esas cosas ya las sabia, no tenía caso que le recordaran. Pero por mas idiota y débil que fuera no dejaría que su bebe sea lastimado y si era necesario se cortaría sus extremidades contar de evitarlo.

Pero cuando sintió que era alzada del suelo supo que preocuparse ya no era necesario, que gracias a Sasuke su bebe estaba a salvo. Se acorruco en sus brazos y pudo apreciar las heridas que habían sufrido por su culpa. Empezó a emanar Chackra por todo su vientre comprobando el estado del mini Itachi, suspiro aliviada, estaba bien. Examino sus demás heridas: estaban por sus brazos, piernas y parte del cuello, eran profundas y había perdido mucha sangre, podría curarlas y compensar la sangre con Chackra, pero eso sería temporal y para acabarla también tenía que curar a Sasuke. Empezó a curarse y vio a Sasuke relajar sus músculos al desaparecer el dolor. Sonrió en forma de gracias y giro su vista al bosque. Estaba oscuro, no había nada anormal.

-¿a qué has venido pequeña tonta? - Dijo en tono de burla.

-Eh venido por la Flor del deseo - Contesto segura. Esa extraña voz, que suponía era el guardián del bosque, ya había jugado mucho con ella. Hace unos instantes se había mostrado débil y ahora le tocaba ser fuerte.

-Mmm, ¿A dónde me llevaras? - Pregunto con interés.

Se bajo de los brazos de Sasuke y sonrió con sorna. No le dirán que la voz con quien estaba hablando era la flor del deseo... por dios alguien dígale que no era cierto. Giro su mirada hacia sus demás compañeros y todos asintieron.

-A... a Konoha, donde con un poco de tu esencia podre curar la ceguera de buen hombre que no se lo merecía. - Contesto aun consternada. Ya no quería más sorpresas. Pero nunca hacían caso a lo que querían y muestra de eso era la flor gigante que había parecido frente a ella.

-Mmm, tu explicación me convenció. Pero no me llevaras a ningún lado. Yo puedo cumplir tu deseo sin hacer tanto barullo, solo que tendrás que darme algo a cambio...

-Lo que quieras... - Le interrumpió inmediatamente. ¡Era genial! Ya no habría ninguna operación riesgosa e Itachi recuperaría su vista.

-Tu vida...

Shock. No podía moverse y su mente quedo en blanco. Su vida a cambio de la vista de Itachi. Si no hubiera estado embarazada había aceptado sin dudar, pero ahora estaba una vida inocente de por medio la cual no afectaría en ningún sentido.

-Tome la mía...

Pudo ver la cara de Sakura pasar del Shock al ¡SHOCK! ¿Era tan asombroso salvar las vidas de las dos personas que más quería y debía tanto? Para él, era algo fácil, al final de cuentas ya no tenía nada que perder y nada que cuidar. Itachi era cuidado por Sakura y esta por él. Nadie perdía nada, al contrario se ganaban cosas: la felicidad de ese par y la vista de su hermano mayor que se merecía todo.

-Mmm, no me interesa nada de ti ni de esos idiotas de tras... - Movió sus pétalos con desprecio - Solo quiero algo de esta chica... ¿Cuál es tu nombre?

-Sakura... pide otra cosa, no te daré mi vida. - Sentencio segura. Si quería su vida, podría pedirle algo de igual valor o algo parecido al deseo pedido - Te daré mi vista...

-No me interesa tu puta vista ni la del otro.

Torció la boca. No encontraba nada más que darle a cambio a esa estúpida flor. No le entendía. ¿Para qué quería su vida o algo especialmente de ella? Podría haber aceptado la vida de Sasuke y acabar con todo el drama, no, dudaba haber dejado a Sasuke entregar su vida por un asunto de ella e Itachi. ¡Podrían dar la vida de Karin! Pero no, la mendiga flor solo quería algo de ella. Si era así, algo importante para ella eran...

-Quiero tus recuerdos...

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