Capítulo 5; Perdón

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«Pides perdón y ella no te lo da ¿Qué más puedes hacer?»



«Si un padre da todo por sus hijos. ¿Nosotros como hijos que hacemos por nuestros padres?»

El padre bueno, el padre amable, el padre que ella conoció no era más que un despiadado asesino. Lo odiaba o eso quería hacer, después de todo no podía, él era su padre, la persona que la cuido y la protegió, su amigo que siempre estuvo para ella, aquel ser que a falta de su madre la cuido como pudo, quizá no todo salió como ella quería, quizá hubo veces en que él no la complacía, pero siempre le brindó amor, porque no importaba lo que él fuera, no importara lo que le hiciera a la demás gente, ¡No, no importaba! Su padre haría lo posible por protegerla aun manchando sus manos de sangre nuevamente, porque nosotros los padres mataríamos si le hicieran daño a nuestros hijos.

Tairoku estaba en la sala, quería que su hija no lo odiara, quería que lo perdonara. En la mesa había una botella de Ginebra, había hablado con su amigo el cual había dicho que iría de inmediato a verlo y hablar con él, en un vaso de vidrio tenia un poco de la bebida alcohólica ¿Hace cuanto que no tomaba?, eso no importaba ahora, suspiro pesadamente, lo sabia, sabia que algún día todo aquello acabaría pero no esperaba que llegara tan pronto, él debió decirle a su hija lo que fue, la verdad y no dejar que se enterara de esa manera, aun cuando ella no era su sangre la quería, porque ella era lo único que Shinichi le había dejado.

Tocaron el timbre. Por un momento quiso ignorar el maldito sonido, pero no quería molestar a su hija quien probablemente estaba llorando en su cuarto, se puso de pie y abrió la puerta de mala gana.

((Nota; este personaje salió en el capitulo; El peor mentiroso (parte 1) por si no lo recuerdan))

-¿Estas bien Tairoku? -. Pregunto al ver al albino abrirle la puerta.

-¡Claro, todo bien! -. Le dijo sarcástico. -¿¡Cómo quieres que este!?-. Le dijo molesto.

Su amigo se dio cuenta que estaba molesto, él no conocía a la perfección a Tairoku pero podía darse cuenta de ello, cualquiera se daría cuenta deoues de todo. Suspiro pesadamente y miró así amigo.

-Tú hija, ¿Cómo esta?-. Pregunto con calma pasando a la casa.

-Mal...-. Suspiro Tairoku cerrando la puerta de la casa.-Ella vio como mate a esos secuestradores -. Dijo mirando al suelo. Su amigo lo volteo a ver sorprendido.

-¿Lo... Lo hiciste? -. Pregunto con temor. Tairoku lo miro y asintió fríamente. -¡Maldición! -. Exclamó molesto su amigo.

-Kurobane no te preocupes, nadie se dará cuenta -. Le dijo Tairoku de manera tranquila, sentándose en el sofá.

-¿No preocuparme? Juraste que no matarías a nadie-. Le recordó Kurobane a Tairoku, pero este solo hizo una mueca. -Escucha, le juraste a tu esposo, en la tumba de tu esposo se protegerías a tú hija y no dejarías que nadie le hiciera daño, ocultarías la verdad y no lastimarías a nadie-. Le recordó aquella promesa.

-Lo hice, hice todo lo que estuvo en mis manos, la protegí que era lo más importante-. Le respondió.

Si, había protegido a su hija, había matado a unos criminales, pero eso no le importaba, él haría cualquier cosa por protegerla aun así tuviera que matar o cruzar el mismo infierno.

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Apareció en aquel lugar, la casa estaba oscura, algo que delataba mucho a su habitante y ella lo sabia, aquel ser que no estaba bajo sus ordenes, aquel miserable humano que no esta ni entre los vivos ni los muertos; M estaba allí, camino viendo la horrorosa decoración del lugar, todo eran colores opacos y sin vida. La catrina camino hasta llegar a la puerta de aquella habitación, la abrió lentamete y allí vio, a aquel ser humano que debía estar muerto, aquel ser repugnante que acababa de volver a la vida y el que le había dado a aquella oportunidad a un lado de él.

-¿Qué te trae por aquí mi hermosa catrina?-. Preguntó M sonriendo cínicamente.

-El humano que has revivido.

Le respondió con cierto desinterés, aunque por dentro sentía curiosidad. ¿Qué hizo aquel humano para que M lo reviviera? Ella quería averiguarlo, ya que él no utilizaría sus verdaderos poderes para otros.

Así es, esos son los verdaderos poderes de M; Revivir a los muertos.

-¿Te molesta? Si lo hace entonces ¿Hacemos un trato?-. Le respondió con una sonrisa, él sabia que iba a ganarle, él lo sabía, nadie más que el puede jugar con la muerte y salir ileso. Ella sabia que perdería pero aunque perdiera ganaría algo; divertirse con el sufrimiento de los mortales.

-Acepto-. Le respondió sonriendo, lo que M no sabia era que ella se beneficiaría de su plan.

El trato había sido hecho, ya no había vuelta atrás, para que el trato se rompiera uno de ellos debía morir y en definitiva ellos no dejaría que sucediera.

Shinichi miraba confundido aquella escena, no tenía memoria y eso afectaría los plantes de aquel que lo revivió.

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Notas de la autora; ¿Me extrañaron? ¡No estaba muerta! He regresado de mi descanso, así es, he vuelto a la escuela y con mucha inspiración.

¿Qué creen que pase con la catrina y M?

¿Quieren leer otra historia con Shinichi discapacitado? ¡He publicado otra! La cual sera actualizada una vez al mes y su nombre es; Mi mundo en la oscuridad.

Creí que ya lo había publicad -.-' ¿Alguien quiere imágenes de GinShin? Si quieren les puedo pasar unas por WhatsApp 💕 como disculpa de no haber publicado nada en vacaciones.

¡Nos vemos!

Entre Lineas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora