Capítulo 8; Plata

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«Los sentimientos danzaban, al igual que la lluvia de sangre caían al suelo»



"De nuevo la sangre esta en mis manos"

Sus ojos y oídos ahora eran diferentes al de cualquier humano normal, visiones pasaban a través de sus ojos, sus oídos filtraban sonidos y voces que no quería oír. Sus ojos estaban rojos, el color verde se había perdido.

Cerro sus ojos, tapó sus oídos con ambas manos, gritaba para que esas voces se callaran, sentía que se volvía loco, ¿Cómo M soporto esto?, escucho la voz de una mujer, la cual lo llamaba "Amo" trató de tranquilizarse como antes aparentaba, ocultando sus emociones en lo más profundo de su ser.

Levanto su vista y vio ante él la sirvienta de Gabriel.

-¿Usted es el sucesor de M?.
Pregunto con respeto, Tairoku no tenía en claro lo que ella le decía, pero aun así, asintió con su cabeza. La mujer hizo una reverencia hacia su nuevo amo de señal de respeto.

-¿Podrías decirme tu nombre?-. Pregunto el albino, para no parecer descortés.

-Nosotros no tenemos permitido conocer el nombre del maestro y él maestro tampoco debe conocer nuestro nombre, por lo cual usted debe darme un nombre-. Respondió aun en reverencia ante él.

-Rouss, te llamarás Rouss-. Dijo en voz baja, ella asintió con su cabeza.

De nuevo una voz en su cabeza llamo su atención, esa voz era inconfundible, no tenía duda que pertenecía a él.

Cubrió sus oídos nuevamente, estaba claro para él que la locura lo estaba consumiendo, por que él no estaba vivo, escucho la voz de su amado y una imagen en su mente paso.

Su amado estaba atado, viendo hacia una escena, parecía que era una bodega, él grita a ayuda a su amo.

"Maestro, ayudeme"

Abrió sus ojos con sorpresa.

-Shinichi...

Susurro con desconcierto el nombre de su amado.

Un sentimiento de angustia cruzo su mente, como si una doble flecha fuese clavada en su corazón, sentía alegría de saber que su Shinichi estaba vivo.

Con solo pensarlo, con tan solo desearlo, apareció en el lugar donde su Shinichi estaba, se desconcertó, pero no le prestó atención.

En ese lugar vio a Kaito y aquella niña que estaba atada aun lado de Shinichi, había dos hombre que trataban de matar al mago-ladrón, estos hombres trabajaron en dos ocasiones con Gin. Miraron al albino que acababa de aparecer como si fuera un dios de la muerte, Kaito lo miro con sorpresa.

-¡Tú!-. Exclamo en grito. -¡Tus ojos!...-. Sacudió su cabeza. -, ¡Desatalos!-. Grito con fuerza el mago.

Tairoku miro a Shinichi sin prestar atención al mago, su vista, su mente, todo de él estaba puesto en Shinichi, miro que estaba atado y fue cuando reacciono, como si fuese una película en su mente pasaron imagenes y sonidos de lo que había dicho Kaito, también vio lo que pasaría después de ello.

Entre Lineas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora