«Nunca imagine cuánto dolor me has causado, pero también nunca imaginé amarte tanto»
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«Enfrente mis miedos y mi propio pasado solo por ti, llore mil veces, te he extrañado, sufrí muchas veces por ti, me desvele cuidándote, procure darte todo, y quise protegerte de todos encerrándote en una burbuja; Tan solo quería ser tu héroe aparte de ser tu padre»Miedo, temor, nervios, ansiedad y pánico. ¿Por qué de repente estos sentimientos lo invadían?. Había un gran trono frente a él y aún lado de el estaba Gil, con una gran sonrisa en su rostro. Frente a ellos estaba el Gran Señor, el Rey del Inframundo, el Rey era un gigante al menos eso le había parecido a Tairoku, puesto que el media 1.87, el Rey era más alto que él que podría medie un aproximado de dos metros.
No solo era alto, si no también robusto, vestía una armadura, pero debajo de ella podría apostar que tenía músculos, el cabello de aquel ser era largo que demostraba su orgullo; negro sedoso. Sus ojos eran de color amatistas los cuales parecían conocer a Tairoku a la perfección.
---Su majestad---. Dijo Gil inclinándose ante aquel hombre. Más Tairoku no hizo lo mismo.
Tairoku era una persona que no le gustaba rebajarse ante nadie y todos lo sabían, tampoco le gustaba que le vieran por debajo del hombro como lo estaba haciendo aquel rey. Gil halo la gabardina de Tairoku para que hiciera lo mismo.
---No lo hare—. Declaro el albino. ---Tú, devuelveme a mi hija—. Ordenó con orgullo y frialdad.
---Te estuve esperando---. El Rey se puso de pie de su trono. ---Gil, rerirate—. Ordenó.
El mencionado asintió y se retiró del gran salón. El Rey bajo las escaleras de su trono y se acercó al albino, Tairoku paso saliva al estar frente a frente ante aquel rey, tuvo que levantas el rostro para verle, en ese momento por primera vez después de tanto tiempo se sentía tan pequeño, el Rey sonrio al darse cuenta que que había intimidado al albino.
—Te conozco, ¿Eras un asesino, cierto?—. Cuestionó su voz era firme y ronca. Él asintió. —¿Tenías una hija? ¡Oh, espera! Esa niña es hija de Kuroba, ¿Me equivoqué?.
Tairoku tragó saliva molesto ante tal hecho, iba a responder pero recordó lo que su padre le había dicho, que no muriera. Miro a su alrededor analizado aquella habitación y repasando planes en tan solo unos segundos.
—Es mi hija. La he cuidado como mía, aparte la Catrina dijo; Tu hija Sangre de pecador, sangre de dios de la muerte, sangre de juzgador---. Le contesto firme y sin titubear, agradeció por primera vez el haber recordado algo importante.
El Rey soltó una gran carcajada que hizo eco en todo el salón, más está vez no se intimidó el albino, estaba preparado para lo que fuera. Más el Rey de nombre Hades está más seguro de lo que iba a suceder, el predecía los movimientos de todos, más de un humano, quizá fuera el nuevo juzgador, ¿Pero sabría utilizar los verdaderos poderes? Solo pocos los lograban utilizar, un ejemplo de ellos era Gabriel él solo el único poder que fue capaz de utilizar era revivir a los muertos y este sujeto de cabello blanco que estaba ante él era imposible que manejara los verdaderos poderes.
—¿Lo dijo? La gente si que es habladora---. Le dijo sin prestarle importancia. —Ella fue muy imprudente—. Susurro entre dientes, aún así Tairoku lo escucho.
Tairoku chasqueo la lengua, y el Rey lo miro fríamente, ambos tenían las miradas gélidas, que aprecian que se matarían en aquel lugar. Más en el rostro de rey apareció una gran sonrisa que amenazaba que la diversión iba a empezar. Y es que así era, Tairoku está destinado a ser un esclavo del gran señor, claro, si hubiese seguido siendo un asesino, pero lamentablemente fue salvado de aquel gran abismo por una persona y una hija que no era de él, lo peor es que él lo sabía sin embargo aún parecía amarle.
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Entre Lineas (TERMINADA)
FanfictionSegunda temporada de; La muerte detrás de todo. Si no has leído la primera parte te recomiendo que la leas para que entiendas. ----------------------------------------------------------------------------- «Los secretos se pueden ocultar en un libro»...