~Sin Mirar Atras~

Capitulo 7

Al día siguiente Aome se preparaba para ir al trabajo, Sesshomaru toco a la puerta.

-Pasa- dijeron al otro lado, este abrió la puerta y entro.

-¿A donde vas?- dijo el peliblanco.

-Iré al trabajo- dijo la azabache.

-No no no- dijo el peliblanco- Te invite aquí para que descansaras, y eso implica tomarte unos días en el trabajo.

-Pero Sesshomaru- dijo la azabache.

-Pero nada- dijo el peliblanco- Hoy tendremos un día de campo, así que avisa a tu empresa, y que Sango se haga cargo.

-Pero ella es sólo mi secretaria- dijo la azabache.

-Tiene mucho potencial, hazlo y tomalo como una prueba para ella- dijo el peliblanco.

-Esta bien- dijo la azabache.

Sesshomaru salió de la habitación de la azabache y bajo a preparar el desayuno.

-Bueno, Sango- dijo la azabache.

-Digame- respondieron al otro lado.

-Necesito que te hagas cargo de la empresa un par de dias- dijo la azabache.

-Pero yo no se nada- dijo la castaña al otro lado.

-Por favor, yo se que tu puedes, cualquier duda que tengas llamame- dijo la azabache- Te quiero, y gracias.

Dicho eso la azabache colgó el teléfono.

Kumiko aun seguía durmiendo, al poco rato Aome bajo, estaba vestida con un vestido azul con flores amarillas abajo, tenia corte en forma de corazón arriba pegado hasta la cintura y de ahí caía, era esponjoso, tenia varias capas de tul, llevaba una coleta alta, dejando su flequillo y no llevaba nada de maquillaje, estaba al natural, calzaba unas zapatillas bajas color blanco; Sesshomaru la observo de pies a cabeza, y se sonrojo un poco, hacia tanto que no tenía esa sensación desde que Rin partió, al ver a la azabache por un momento pudo jurar haber visto a su esposa.

-Sesshomaru, ¿estas bien?- pregunto la azabache al verlo ido de este mundo.

-Emmm Si- dijo el peliblanco algo avergonzado y sonrojado.

-¿Puedo ayudarte?- preguntó la azabache.

-Claro- dijo el peliblanco- Preparare una lasaña.

-Mmm que rico- dijo la azabache- No sabia que el gran Sesshomaru sabia cocinar.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi- dijo el peliblanco.

Tras decir eso ambos cocinaron la lasaña, Aome mientras esta estaba preparó un agua fresca, al pasar casi una hora la lasaña estaba lista, la pequeña Kumiko aun no despertaba, así que la azabache subió hasta la habitación de la niña.

-Kumiko, cariño- dijo la azabache.

-Mami- dijo la pequeña.

-Soy la tía Aome- dijo la azabache, aunque por un momento sintió en esa pequeña palabra tanto amor.

-¡Tía Aome!- dijo la pequeña emocionada.

-Mi pequeña- dijo la azabache- Es hora de desayunar.

La pequeña Kumiko se levanto rápidamente y se vistió, tomo la mano de la azabache y juntas bajaron al comedor, Sesshomaru las observaba sabia que su hija necesita una figura materna, todos desayunaron tranquilamente, era un hermoso día soleado, al caer las 3 pm comenzaron a preparar todo para el día de campo, una canasta con suficiente comida, un mantel y agua fresca de fresa, la favorita de Kumiko, minutos después de haber tenido todo listo todos subieron al auto y Sesshomaru manejo hasta las afueras de Tokio, se encontraba ahí un hermoso bosque llamado "Shikon" al llegar bajaron las cosas, Aome sentía una extraña sensación, una opresión en el pecho, entre charlas y juegos comenzaron a comer, todo era una delicia, Aome había llevado un postre, pastel de oreo, Kumiko estaba emocionada hacia mucho que no sonreía de tanta felicidad, tal vez era pequeña pero na muerte de su madre dejo un hueco en su pecho.

-¿Como te sientes hoy?- preguntó el peliblanco, mientras la niña jugaba en los alrededores.

-Bien, llena de paz- dijo la azabache.

Y era cierto se sentía llena de paz, poco a poco volvía a ser la misma, aunque obviamente no todo seria igual, odiaba a Inuyasha por lo que le hizo, pero tal vez, tal y como dijo Sesshomaru pronto encontraría a alguien que deseara hacerla feliz.

- Y tu... ¿Como estas hoy?- preguntó la azabache.

-Bien, me siento tranquilo y feliz por ver a mi hija sonreir- dijo el peliblanco- Y a ti igual.

Aome lo observo un momento hasta que sintió que sus mejillas ardían, sin duda alguna ahora estaba sonrojada.

-G-gracias- dijo la azabache tartamudeado.

Sesshomaru solto una leve risa, la azabache aun lo observaba de igual manera, a lo que sabia de el era una persona muy fría, no pensó verlo sonreír ya que jamas lo vio, al menos ella, cuando su esposa aun vivía tenia el placer de ver sonreír a su amado, era una cosa realmente agradable ya que la mayoría de la gente pensaba que era una persona sin sentimientos. Cuando Rin murió ante el mundo era serio y frío, pero cuando se encontró solo en la casa que antes compartía con ella, su llanto fue el mas sincero de todos, y su recuerdo siempre lo llevaría con el.

Continúa

Cherry34806