~Sin Mirar Atras~

Capitulo 9

Finalmente llego el tercer día, Aome se encontraba arreglando su ropa para ponerla en la maleta que llevaba consigo, Sesshomaru sabia que era el último día que la azabache estaría en su casa, y Kumiko estaba algo triste, esa mañana se despertó temprano.
Sesshomaru subió a la habitación de Aome y toco un par de veces, hasta que escuchó el permiso para pasar.

-Llevas mucha prisa ¿no?- preguntó el peliblanco.

-No es eso, solo que no quiero meterte en problemas con Inuyasha- dijo la azabache.

-¿Aun te importa?- preguntó el peliblanco.

Aome se sentó en la cama, meditando lo que le dijo.

-Debo decirte que ya no lo amo, pero su traición aun me duele- dijo la azabache.

-Entonces no te vallas, quedate otro dia mas- dijo el peliblanco- A Kumiko le agradaría mucho si te quedas y a ti también te haría bien.

-Lo se, y creeme me encantaría pero como te dije no quiero crear conflictos entre Inuyasha y tu- dijo la azabache una vez mas.

-Esta bien, pero ten en cuenta que esta siempre sera tu casa- dijo el peliblanco con una leve sonrisa.

-Gracias Sesshomaru- dijo la azabache con una voz tan dulce.

-Solo pedire una cosa, quedate a cenar con nosotros- dijo el peliblanco sonriendo.

La azabache lo pensó un poco hasta que no pudo negarse y aceptó. Las horas pasaron rápidamente, Sesshomaru se encontraba cocinando una vez mas para la azabache, mientras que esta y su hija se encontraban jugando en el jardín, era una tarde calurosa así que Aome y Kumiko se encontraban en la alberca, ambas jugueteando, Sesshomaru se acerco hasta el gran ventanal que daba al patio, dando una vista espectacular, al ver a la azabache se sonrojo un poco, ya que esta portaba un traje de baño de una pieza con escote en la espalda, dejando ver sus curvas, sus pechos eran grandes, y su trasero igual, el peliblanco se deleitaba con la mirada hasta que reaccióno, volvió a la cocina para terminar de preparar la cena aun sonrojado, después de que la cena estuviera lista este subió a su habitación a cambiarse, cuando estaba frente al espejo se encontraba recordando esa imágen de la azabache.

-Perdoname Rin- dijo el peliblanco.

-No tengo nada que perdonarte- dijo una voz femenina que para el era muy conocida.

-Rin, mi amor- dijo el peliblanco.

Volteo donde la cama y ahí estaba ella, su rostro demostraba una sonrisa de felicidad y alegria, ella lo miraba con amor y ternura, vestía un hermoso vestido blanco hasta sus rodillas y su cabello negro suelto.

-No sabes cuanto te extraño al igual que nuestra hija- dijo el peliblanco acercándose a la imagen de su mujer que se encontraba sentada en la cama- Perdoname, no puedo evitar lo que siento.

-No pidas perdón amor mio- dijo la pelinegra- Kumiko necesita una figura materna y tu necesitas una esposa, y habra muchos conflictos pero los tres saldrán adelante.

-Rin, me alegra tanto verte de nuevo- dijo el peliblanco mientras se acercaba a ella y la besaba- Te amo y siempre seras la mujer de mi vida.

-Yo también te amo Sesshomaru, pero debes ser feliz, y si ella te corresponde no la dejes ir- dijo la pelinegra para luego desvanecerse.

Sesshomaru se quedo en la cama, recordando cada palabra, pensaba que era un truco de su imaginación, pero sin duda alguna Rin había estado ahí a su lado, después de un rato bajo a la cocina nuevamente, portaba un traje negro, el cual le sentaba muy bien, minutos después Aome entró con Kumiko en brazos, la pequeña se había quedado dormida, subió a la habitación y la cambio de ropa, la arropo y la dejo dormida, después fue a su habitación y tomo un baño, al salir se vistio con un vestido rojo, un buen atuendo, zapatillas altas color negro y bajo a la sala, Sesshomaru se encontraba arreglando la mesa, cuando la vio quedo sorprendido porque esa muchacha tuviera tanta belleza, sirvio la cena y ambos tomaron asiento, sirvió un esquisito vino y comenzaron a cenar entre la charla, Aome lo observaba sonriendo, ese sentimiento que tenía con el, tanta paz, tanta tranquilidad, su corazón palpitaba fuertemente al igual que el de Sesshomaru.

Continuara...

Cherry34806