Capítulo 2

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Desde que Meli volvió mis días estuvieron más tranquilos, aunque me hubiese gustado que todo sea como antes

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Desde que Meli volvió mis días estuvieron más tranquilos, aunque me hubiese gustado que todo sea como antes. Es un pensamiento un tanto egoísta, considerando todo lo que tuvo que pasar, sin embargo, quisiera poder estar todos sus días ayudándola cuando más necesite de alguien. Ahora, mi hermano, hace todo lo posible para convencerla de que vuelva a vivir con nosotros a pesar de que le explique que, por un tiempo, no podrá ser así.

Ahora, es hora de continuar con la rutina no puedo dejar que mis sentimientos me controlen. Llevar a Bruno al colegio, ir a trabajar, es todo lo mismo, sin embargo, hoy sería distinto, le tengo una sorpresa a mi hermano, por ende, saldré más temprano.

Tocan la puerta de mi oficina.

—Pase —digo sin levantar la mirada.

—La reunión está lista. —Ame entra con algunos papeles y los apoya en mi escritorio. —Será un largo día. —Se sienta frente mío.

—¿Pasa algo? —Cada vez que ella comienza a quejarse, es porque le ocurre algo personal.

—No, no quiero aburrirte con mis cosas. —Mueve un lápiz que deje apoyado, la miro para que comience a hablar. —Anoche discutimos con Felipe y tengo miedo de que no vuelva a hablarme.

—Ame, es tu marido, ¿Por qué no te hablaría? —Dejo las cosas de lado y le doy toda mi atención.

—Es que no quería traerme frutillas con crema y yo me molesté —dice con voz de nena y agachando la cabeza.

—Dime que es una broma. —Se me escapa una carcajada. —Ame creí que había pasado algo serio por lo cual habían peleado. —No puedo esconder la risa.

—No te rías, tonto. —Me lanza un papel. —Para mí es serio, además de que aun quiero frutillas con crema. —Se cruza de brazos.

—Termina la reunión y pedimos que te traigan, ¿Sí?

—Tú sí que eres un amigo. —Se pone de pie. —Ahora vamos que llegaremos tarde.

La reunión es tranquila, con varias ideas en mente por parte de todo el equipo y varios proyectos que terminar. A mí, me toca revisar los planos que los llevan a cabo en el nivel gerencial junto a su magnífico equipo, allí aun continua Roberto, hombre que se ha vuelto cercano a mí. Juntos hemos hablado de grandes ideas que hay para la empresa y, algunos personales. Él fue un fuerte ejemplo para llevar a cabo el cargo que se me asignó. Cuando la reunión termina, todos volvemos a nuestros respectivos lugares y, es hora, de almorzar.

Nunca fue de salir a comprarme comida, siempre traigo de casa alguna vianda y, hoy no sería diferente. Me quedo en mi oficina almorzando con Meli y Gastón. Él, pertenece al área administrativo, es la persona que está en el lugar de mi compañera, está bajo la tutela del señor Rossi. Los tres nos llevamos bastante bien, aún no hemos formado una relación fuera de lo laborar con el joven moreno, pero sin duda creo que lo haremos.

Gracias por todo, hermano © ["Hermanos" #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora