Capítulo 19

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El sábado llega demasiado rápido

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El sábado llega demasiado rápido.

Los problemas de la semana se están resolviendo poco a poco. La denuncia ya está hecha, la muñeca de mi hermano está sana y en el trabajo, llegamos a un acuerdo en donde no nos vamos a desligar del proyecto pero que mantendrían a aquel hombre lejos de mí.

Hoy mi casa se encuentra algo movilizada, por todo lo sucedido. Además de que olvidé completamente que hoy viene Will y se lo comenté a Meli el viernes a la noche...antes de dormir.

—¡No puedo creer que me hayas avisado anoche que vamos a tener visitas! —La veo ir y venir con la escoba en mano. —Bruno, amor, por favor ve a bañarte. —Lo mira mientras afirma con su cabeza y sale corriendo.

—¿Quieres que te ayude en algo? —Me acerco a su lado y un golpe en mi tobillo me desestabiliza. —¡Auch! ¿Y eso por qué? —Levanto una ceja.

—Por avisarme tarde que vendría tu amigo en especial, cuando no pude ordenar nada en toda la semana y ahora tengo que estar a las corridas haciendo que la casa quede decente. —Su cabello está revuelto, unas gotas de sudor se encuentran en su frente y cuello, y no puedo no sonreír con dulzura. —¿Qué tengo un payaso en la cara? —Se para derecha cruzando los brazos.

—Eres hermosa. —Tomo su rostro con ambas manos y la acerco para darle un corto beso en los labios. —Anda a bañarte, yo terminaré de limpiar. No es como que Will nunca haya visto mi casa desordenada. —Sonrío.

Suspira. —Está bien, pero por lo que más quieras, no escondas la basura bajo el sillón porque te juro que lo levantaras con la lengua. —Me señala con su dedo.

—Me siento ofendido. —Pongo mi mano en mi pecho. —Yo nunca haría algo así.

—¡Pero si ya lo has hecho! —Escuchamos una fina voz que proviene del baño.

—¡¿No deberías estar bañándote?! —contesto en el mismo tono. A los segundos escuchamos como la lluvia artificial comienza a caer.

—De tal palo tal astilla. —Sonríe con picardía. —Iré a bañarme y por favor, termina de limpiar no me hagas enojar. —Besa mi mejilla y se marcha.

Me propongo a terminar de ordenar lo que queda.

—No puedo creer que en verdad lo hicieras.

—Y la basura no está abajo del sillón. —Se burla Bruno.

—Qué poca fe que tiene en mí. —Arqueo una ceja. —Es mu turno del baño solo queda una hora para que Will llegue.

—Yo me pondré a preparar el almuerzo —dice mi prometida. —Hermoso, tú termina la tarea para matar el tiempo. —Mi hermano la mira con la misma cara que yo hice hace unos segundos. —Bueno puedes jugar a la computadora un rato. —Y como si de un rayo se tratará, él sale corriendo a buscar la notebook en mi habitación.

Gracias por todo, hermano © ["Hermanos" #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora