Mi hermano siempre me dijo que mamá y papá esperaban felices mi llegada y él fue quien me puso mi nombre. Siempre tuve esa duda de por qué eligió Bruno y no otro.
—¿Por qué me llamo Bruno? —pregunte camino a casa.
—¿A qué viene esa pregunta? —me miró por el espejo del auto.
—Es una duda que siempre tuvo o una de todas las que tengo. —Sonreí, este último tiempo muchas preguntas pasaban por mi cabeza. —¿Por qué me llamo así? ¿Quién lo eligió?
—Lo elegí yo, un día estaba buscando nombres en internet y me llamó la atención el significado de tu nombre.
—¿Y qué significa? —Lo mire entusiasmado.
—Creo que llegaste a esa etapa donde los niños preguntan todo. —Se burló. —Si no recuerdo mal significa que eres una persona de carácter fuerte, muy observador, además generoso y atento con los demás.
—¿Y yo soy todo eso? —Sonreí.
—Claro que lo eres y estoy seguro que a medida que crezcas será más bueno de lo que eres ahora.
Y creo que tiene razón, yo soy bueno con las personas, aunque a veces pienso que no es verdad. Desde que empuje a Erik todos en la escuela me miran de mala manera, Bella y Tomi dicen que no tengo que prestar atención a lo que dicen, pero no puedo porque dicen que soy malo y eso no es verdad.
—No pienses en eso. —La voz de mi amiga. —Los que te conocemos sabemos que no eres malo. —Me abraza.
—Bella tiene razón, nosotros somos tus amigos y sabes que eres bueno, ellos no te conocen. —Giramos a ver al grupo de amigos de Erik, están hablando de nosotros, se nota porque se ríen cada vez que nos miran. —Son unos tontos.
—Pero hacen que me sienta mal y eso no me gusta. —Siento un dolor en mi panza creo que el desayuno no me hizo bien.
—¿Estás bien? —pregunta Tomi. —¡Estas blanco! —dice preocupado.
—Sí, solo me duele un poco aquí. —Señaló el centro de mi barriga.
—Será mejor que le digamos a la maestra. —Veo a mi amiga correr hacia fuera del aula, me quedo si quieto con un dolor cada vez más fuerte, siento como todo el desayuno da vueltas por mi cuerpo.
—Bruno, ¿Puedes caminar? —Escucho a la mujer que siempre nos da clases, mis piernas aún responden así que me pongo de pie, afirmando su pregunta.
Bajo la mirada de todos, camino hacia el pasillo de la escuela, algunos niños siguen dando vueltas, la clase todavía no comienza. Me agarro de la mano de mi maestra y la otra me toco mi abdomen, necesito ir al baño, siento como algo trata de subir por mi garganta. Sin pensarlo dos veces salgo corriendo al baño, no estábamos lejos y por suerte llegue a tiempo. Un líquido quemo mi garganta y dejó un sabor agrio en mi boca, no hay dudas que el desayuno no me hizo bien.
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Gracias por todo, hermano © ["Hermanos" #2]
Fiction générale"Crecer sin mis padres es difícil, todos a mi alrededor me miran con pena o tratan de no hacer comentarios que me duelan, pero ellos no saben que tengo el mejor ejemplo a seguir y que supe cómo enfrentar su ausencia. De bebé mi familia pasó por cosa...