Capítulo 3

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Hoy vienen a casa Tomi y Bella, por eso estoy acomodando todo en mi cuarto, mientras mi hermana, fue a sacar a Coni y a Hope a hacer sus necesidades

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Hoy vienen a casa Tomi y Bella, por eso estoy acomodando todo en mi cuarto, mientras mi hermana, fue a sacar a Coni y a Hope a hacer sus necesidades. Nuestras dos mascotas nos hacen los días más felices, Coni es muy inquieta y siempre quiere jugar conmigo, en cambio Hope es tranquilo y se parece a Sebas. El otro día, le dije que con mi perrita compartíamos algo similar, a ella le falta un poquito de su orejita y a mí mis papás, creo que no tendría habérselo dicho, ya que después se puso a llorar. No comprendí por qué lo hizo, supongo que tenía ganas de hacerlo.

Escucho como los tres vuelven, Coni aparece corriendo en mi cuarto y desarma la pila de peluches que había ordenado.

—¡Coni, no! —La saco y la apoyo arriba de mi cama. —Lo acabó de acomodar.

—Bruno, ¿Qué quieres que haga para comer? —Se asoma en la puerta y, sentado a su lado, está Hope mirándome con una mueca que parece una sonrisa.

—¡Hamburguesa con papas fritas! —Junte mis manos para suplicarle. —Por favor.

—Sabes que no te hace bien comer ese tipo de comida. —Me mira con una de sus cejas arqueada.

—Ya sé, pero solo por esta vez. —Me arrodillo. —Por fis, por fis.

—Está bien. —Suspira. —Pero solo porque vienen tus amigos, ahora anda a bañarte que en una hora ya llegan.

Busco la ropa que me pondré, llevo a mi perrita a la cocina para que coma y corro al baño. Si hay algo que disfruto mucho es bañarme, mi hermano dice que, cuando era bebé, también me gustaba, a él y a papá también, así que es algo de familia.

Salgo, y no puedo evitar sentir el aroma a carne calentándose, Sebas es el mejor hermano del mundo. Cuando ya estoy listo, voy a preparar la mesa para los tres, ya que mi hermano me dijo que comería más tarde. Desde ayer que siento que le pasa algo, ha estado algo triste, espero que no sea nada malo. Por mi lado, estuve contento como siempre, aunque las burlas de Erik se volvieron más molestas, pero sigo firme en no dejarme humillar.

El timbre suena y salgo a toda velocidad a abrir la puerta, atrás mío llega Sebas.

—¡Tomi! —Abrazo a mi amigo. —¿Cómo estás?

—¿Bien y tú? Ven te quiero mostrar algo nuevo que me regalaron.

—Bruno, saluda a Vero antes de que se vayan —dice quedándose a mi lado.

—Hola Vero. —Saludo a la mamá de Tomás.

—Hola pequeño, espero que se diviertan. —Nos saluda. —¿Podrás con los dos salvajes? —Ríe.

—Aún falta la tercera de los mosqueteros. —Escucho que dice en el momento justo que Bella baja del auto de su papá. —Ahora sí están todos.

Con mi amigo la recibimos en un abrazo grupal y nos marchamos a mi habitación. Ellos dejan sus mochilas y Tomi comienza a mostrarnos sus nuevos autos de juguete, son sin duda los mejores. Bella es una loca por los autos, igual que él, aunque a mí me gusten, prefieren las motos. Mientras esperábamos que nos llamaran para comer, aparece Coni con uno de sus juguetes esperando que jugáramos con ella. Todo iba bien, hasta que choca con mi escritorio y algunas hojas caen al piso, entre los tres las recogemos para evitar que ellas las muerda.

Gracias por todo, hermano © ["Hermanos" #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora