—Bruno levántate, es tarde. —La voz de mi hermano se va haciendo cada vez más clara a medida que siento que mueve mi brazo. No quiero abrir mis ojos y mucho menos levantarme de mi cama.
—Es temprano, me dijiste que hoy podría dormir hasta tarde. —Me quejo escondiendo mi cabeza bajo la almohada.
—Lo sé hermanito, pero llegó alguien y tiene muchas ganas de saludarte. —Siento como el tacto con mis sabanas van disminuyendo. —Vamos Bruno, levántate por favor. —Sus manos envuelven mi cintura, sus dedos se mueven un poco provocando un cosquilleo.
—N-no me hagas cos-squillas —río sin dejar ver mi rostro aún. —Me levanto, pero no me toques. —Estiro mi brazo tratando de empujarlo.
—Contaré hasta tres y ya sabes lo que pasa cuando llego a ese número. —Él ya no está sentado al lado mío, ahora está de pie viéndome con una sonrisa malvada. —Uno...
—Ya estoy despierto. —Quito la almohada y me fijo en mi hermano. —No es necesario que hagas eso, sabes que odio que lo hagas. No me gusta levantarme temprano. —Mis pies ya están en el suelo dirigiendo todo mi cuerpo hacia el baño. —Odio que me has cosquillas, que me obligues a levantarme —susurro.
—¡Te estoy escuchado, Bruno! —grita desde el pasillo. —Deja de quejarte, solo tienes siete años, no me quiero imaginar lo que serás cuando llegues a mi edad. —Escucho como se burla de mí.
—¡Eres el peor hermano del mundo! —respondo en voz alta.
La puerta se abre sin previo aviso. —Sabes que eso no es verdad, el peor hermano del mundo te hubiese levantado a las ocho de la mañana, aunque sean vacaciones. —Sus ojos se achican mientras se fijan en los míos.
—Pues lo eres porque aún es temprano. —Hago la misma acción que él.
—Son las once de la mañana Bruno, además de que tenemos visitas. —Cruza sus brazos a la altura de su pecho.
—No me importa, yo quería dormir más. —Sigo copiando sus acciones.
—POR EL AMOR DE DIOS SI NO TERMINAN ESTA PELEA LOS GOLPEARÉ A AMBOS —El grito de Meli nos asusta, la energía que tenía en mi cuerpo desapareció en un segundo. —SEBASTIAN DEJA DE MOLESTAR A TU HERMANO. —Amo a Meli, pero me da miedo cuando se enoja.
—Está bien amor —susurro bajando la cabeza.
—Ahora Bruno, por favor arréglate que el desayuno ya está servido y alguien tiene muchas ganas de verte, ¿sí? —Agradezco que ella no sea mi hermana, porque juraría que me tiraría con un zapato en este momento.
La figura de la novia de mi hermano desaparece, nos quedamos unos minutos en silencio, pero fue interrumpido por nuestras risas. A pesar de que peleemos, amo a Sebas y sabe que nada de lo que le dije es verdad. Nunca diría que es el peor hermano del mundo, porque nunca voy a tener un mejor hermano.
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Gracias por todo, hermano © ["Hermanos" #2]
General Fiction"Crecer sin mis padres es difícil, todos a mi alrededor me miran con pena o tratan de no hacer comentarios que me duelan, pero ellos no saben que tengo el mejor ejemplo a seguir y que supe cómo enfrentar su ausencia. De bebé mi familia pasó por cosa...