No pasó mucho tiempo para que la tormenta llegará a mi casa.
—¡COMO ES POSIBLE QUE NO ME DIJERAS NADA!
—Amor no quería que te alteres, además de que no tienen importancia —Trato de acercarme a ella.
—Creí que confiabas en mí Sebastián, no entiendo por qué no me contaste nada de esto. —Tira los papeles a mi cara. —¡SE SUPONE QUE SOMOS UNA PAREJA!
—Ya Melanie, deja de gritarme. —Acuno su rostro en mis manos y puedo observar la decepción en sus ojos que contienen lágrimas a punto de salir. —Lo hice porque no quería añadirte más preocupaciones.
—Yo siempre te cuento todo, nunca te oculte nada. —Las lágrimas resbalan por sus mejillas. —¿A caso ya no me amas? —Puedo ver como sus ojos se encuentran apagados.
—Te amo demasiado por eso creí que no era necesario mostrarte ninguna de esas cartas.
—La persona que está detrás de todo esto sabe de nosotros y nuestro compromiso, ¿cómo es posible que no te importe? —El tono de su voz se eleva. —¿¡Y si trata de hacernos algo!? ¡No pensaste en las consecuencias que traería no contarme nada! —Lo último dicho suena como una afirmación.
—Por favor mi amor trata de calmarte. —Apoyo mi frente con la de ella y cierro mis ojos. —Claro que pensé en las consecuencias y todo esto es lo que ella o él, quien quiere que sea, quiere que pase, nos quiere separar.
—No confiaste en mí Sebastián, se supone que vamos a ser un matrimonio. —Hipea. —Me ocultaste algo que podría afectarnos en el futuro.
No puedo contestar porque la puerta de nuestro cuarto se abre sin previo aviso.
—¿Por qué siempre tengo que ser la salvadora de tu tonto trasero? —Amelie está parada con los brazos cruzados y su enorme panza frente a nosotros.
—¿Qué haces aquí? —Frunzo el ceño ante el insulto de mi amiga.
—Bruno me llamó, dijo que no sabía qué hacer para calmar los gritos de cierta persona. —Mira a mi novia con una mirada acusadora.
—No me mires de esa forma Amelie porque estoy segura de que tú sabias de todo esto. —Se separa de mí y busca su abrigo en el mueble. —Mejor me voy no tengo ganas de ver a ninguno de los dos. —Sin dejar que contestemos sale del cuarto a toda velocidad pasando por al lado de nuestra amiga sin dirigirle la mirada.
—Todo es mi culpa. —Me tiro en la cama tapando mi rostro.
—No te voy a mentir amigo. —El colchón se hunde en señal que Ame está a mi lado. —Creí que habías tirado las cartas —dice con suavidad.
—Pensé que lo había hecho —contesto con frustración. —¿Cómo está mi hermano?
—Preocupado. —Exhala. —Se asustó porque nunca había escuchado a Meli tan alterada.
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Gracias por todo, hermano © ["Hermanos" #2]
General Fiction"Crecer sin mis padres es difícil, todos a mi alrededor me miran con pena o tratan de no hacer comentarios que me duelan, pero ellos no saben que tengo el mejor ejemplo a seguir y que supe cómo enfrentar su ausencia. De bebé mi familia pasó por cosa...