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Nuevos estudiantes.

Pov's Mael.

— Marinette y Mael.— gritó mi madre desde la planta baja.— Ya levántense que es hora de ir a la escuela.

— Ya vamos.— dijimos al unísono.

Me levante y comencé a salir de la habitación. Seguía cansado, no pude dormir anoche.

— Un nuevo año escolar.— dije en un bostezo.

— Nuevo sufrimiento. — dijo mi hermana.

— Oye Marinette.— llame su atención.— ¿Crees que este año podré conquistar al fin a Chloe? — sonreí.

— Otra vez con lo mismo.— dijo graciosamente. — Ella te trata de una manera tan horrible y ahí vas tú como idiota a hacerle caso.

— Yo se que ella me trata de lo peor— suspire.— Pero enserio me gusta.

Marinette me dio un pequeño golpe con el codo.

— Bueno desde ahora es tu problema, pero si ella te hace que te sientas mal, juro que le arranco ese pelo oxigenado.

Yo reí y la mire.

— No hay de que preocuparse. — acaricie su cabello.— No quiero que mi hermana me ayude.

— Solo porque mides 1.82 y yo 1.66.— me miró desde abajo.— Eres un maldito poste.

— Oye que tú seas una enana es diferente, yo si tome danonino, no como otras.— salí de la habitación.

— ¡Mael! — gritó mi hermana.

Baje con una sonrisa juguetona.

— ¿Ahora se puede saber que le hiciste a tu hermana? — pregunto mi madre.

— Nada.— continúe comiendo mi cereal.— Ella no aguanta unas cuantas palabras.

Reímos un poco y continuamos con el desayuno para comenzar a alistarnos y ir a la escuela.

[...]

— Antes que se retiren.— dijo mi padre.— Lleven esto para sus amigos.— entregó pequeñas cajitas.

Cada caja contenía un tipo de postre.

La de Marinette contenía macarons y la mía pequeñas tartas francesas.

— Gracias.— agradecimos.

— Nos vamos.— dije para después salir de la panadería.

Al salir habían demasiados autos, a este paso llegaríamos tarde.

— Bien, ya está en rojo pasaré.— dijo y comenzó a caminar.

Iba a comenzar a caminar, pero observo como un auto estaba apunto de atropellar a un anciano.

Tome al anciano por el hombro y lo jale hacia mi, eso ocasionó que la pequeña caja cayera, algunas tartas se regaron por el piso.

Nuestra promesa |Adriel| BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora