Capítulo 4

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Cuando trato de hacer las cosas bien por alguna extraña razón me salen mal, repetidas veces he tratado de cambiar la forma en la que actuó pero siempre vuelvo hacer yo, pero esta bien ser uno mismo y aceptarse. Esas son las lecciones de vida que mi madre ha tratado de inculcar en nosotros. Ser quien realmente eres, aunque a esta edad aún no sé quién soy en realidad, cada cosa que hago es una búsqueda apresurada por descubrir lo que realmente me puede funcionar a mi.

Mi madre había hecho que Josh fuera a disculparse con Joe,  al mismo tiempo la madre de este igual lo obligó.
Ambos estaban en la sala de mi casa, cuando me entere de lo que pasada decidí espiarlos desde las escaleras.

—Habla Adams — dijo en voz grabe mi hermano.

—¿Por qué tengo que ser yo primero? Tu fuiste quien coqueto con mi chica.

Mi hermano suspiro.

—Por ahora es tuya,  pero pronto será mía.

—No te cansas de hacerme la vida imposible, es que siempre que tengo que ceder ante ti — Joe dice algo que desconocía — Vivo a tu sombra.

—¿Es por eso que dejaste de ser mi amigo?

—Los amigos no se prohiben las cosas — Joe se pone de pie — mi madre quiere que me disculpe y lo haré, lamento intentar golpearte.

Joe da media vuelta y se dirige a la puerta,  yo corro escaleras arriba para que no me vea.

— Joe — lo detiene mi hermano — lamento que sientas que estas a mi sombra,  pero no puedo retroceder, esa chica es mucho mejor que cualquier otra.

El vecino toma coraje y vuelve a Josh para sujetarlo del cuello de la camisa.

—Te lo diré solo una vez,  mantente alejado de ella sino... Volveré a mi objetivo principal.

—Ni se te ocurra—la voz de Josh se vuelve más gruesa.

—Daniela — dice para luego soltar a mi hermano y salir de la casa. Me sorprende que me haya visto

—Daniela baja se que estas ahí — Josh se acomoda la camisa y me mira bajar las escaleras.

—¿No te han dicho que espiar no esta bien? — no digo nada.

No dice nada más,  tomas las llaves de su moto y sale de casa. Trato de no darle vueltas al asunto ya que no es mi problema pero no puedo dejar de pensarlo.

Sé que hay una razón para todas las frases de esa conversación, que era lo que escondían ese se había vuelto mi pesar durante los siguientes días.

Las actividades escolares comenzaban a ponerse en marcha, los alumnos de nuevo ingreso estaban uniéndose a clubs y para los que no sabían a cual unirse se les daba una semana de prueba y así es como llegamos a esta parte de la historia.

El equipo de porrista de la escuela cubría los eventos de todos los clubs deportivos por lo que a veces suele ser estresante, en ocasiones cuando había partidos simultáneo teníamos que dividirnos, por lo cuan siempre se trata de unir a muchas chicas. El verano pasado la capitana se había graduado por lo cual la sub capitana paso a serlo, el problema surgió cuando se debatía por quien debería ocupar ahora su lugar.

—Bien ahora todas pongan atención — la nueva capitana era Amanda quien estaba en su último año— Necesito que propongan a máximo tres personas para el puesto.

—Yo me  propongo a mi — Las miradas se posaron en Mónica.

—Lo debí imaginar — Jenni interrumpió mis pensamientos.

—Yo nominó a Jenni —dije sin pensarlo.

—Bien, ¿ Alguien más? — grito desde enfrente Amanda.

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