Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)

PRÓLOGO

N/A: Sé que me he retrasado mucho, pero... Bueno, tenía una idea pero a la hora de crear la trama, me atasqué en un punto y no sabía cómo seguir... Así que tiré de otra idea que también había tenido... Pero eso me ha retrasado... Aquí os dejo el prólogo como el mejor resumen de lo que va a ir, espero que os guste...

MATRIMONIO POR CONVENIENCIA

PRÓLOGO

Diez hombres y mujeres se reunían alrededor de una mesa. Era el momento de discutir el futuro de uno de los jóvenes más prometedores del partido.

Sebastian Smythe había trabajado muy duro para conseguir llegar hasta donde estaba. Era una persona ambiciosa y quería llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Había pasado muchos años estudiando y preparándose para que, en unos años, pudiera presidir su país.

Sin embargo, había algo que podía evitar que lo consiguiera. Por mucho que la sociedad hubiera avanzado, había un aspecto de su vida que podía preocuparles. No era su homosexualidad, por fortuna ya sólo quedaban unas pocas personas que no lo aprobaban. El problema era su vida amorosa.

Durante años, el joven había ido de cama en cama, teniendo muchos amantes. Sabían que eso no sería problema en el futuro si conseguía una estabilidad, pero parecía que no la encontrarían. Sebastian no había conocido ningún hombre que le hiciese desear dejar ese estilo de vida.

Sin esa estabilidad, los rumores y los escándalos podrían arruinar su carrera. Estaba a punto de presentarse por primera vez a Congresista. Quería tener opciones y para ello necesitaba encontrar una solución a su problema.

Desde que había tomado la decisión de presentarse en las próximas elecciones, había dejado de ir a bares gay a buscar amantes. Sabía que su imagen era importante y sabía que era un riesgo que podía evitar. Esperaba que la prensa no hiciera demasiado daño con lo ocurrido en el pasado, todos cometen "errores" y ese era el suyo.

–¿Creéis que aceptarán que sea soltero? –Uno de los asistentes preguntó.

–Es muy raro que personas solteras triunfen en política y no sólo tenemos que pensar en estas elecciones... Sabemos que la aspiración es que llegue a Presidente y para eso sí necesita tener familia. Es una cuestión de imagen. –Una de las mujeres informó.

–No sería el primer político que se casa por cuestiones de imagen. –Otra mujer añadió.

–¿Realmente creéis que es necesario? –Xavier Smythe cuestionó. No se sentía cómodo obligando a su hijo a casarse sin amor. Él había llegado a ser congresista, pero sabía que su hijo llegaría muy lejos. Para eso había luchado tanto, para que su sexualidad no le afectara.

–Estoy dispuesto. –Sebastian aclaró, su ambición estaba por encima de todo.

–Quiero que te cases por amor... –El padre explicó.

–Sabes de sobra que no creo en el amor... –El hijo le quitó importancia. Desde el divorcio de sus padres le costaba creer en el amor para toda la vida... Y fue testigo de como esa ruptura afectó a la carrera política de su progenitor, que perdió cualquier oportunidad de llegar al gobierno.

–Hemos luchado para que seas libre de amar a quien quieras... ¿Y te vamos a obligar a que te cases sin amor? ¿Para eso luchamos para aprobar la ley de matrimonio entre parejas del mismo sexo? –Una mujer preguntó indignada.

–Tranquilícense. –James Anderson se puso de pie y todos se pararon a escucharlo. Nunca se había dedicado a la política, lo suyo eran los negocios, pero muchos de los candidatos tanto a congresistas como a senadores o presidencia habían sido apoyados por él. –Sebastian puede tener un matrimonio concertado que además muestre la realidad del matrimonio entre dos personas... Lo único que debemos hacer es encontrarle un marido.

–No creo que haya muchos jóvenes gays dispuestos a casarse con un proyecto de político y no me agrada que le encontremos un marido mucho mayor que él. –Xavier añadió.

–Bueno... ¿Y al revés? ¿Que sea Sebastian el que le pasa algunos años a su futuro marido? –James cuestionó.

–¿En quién estás pensando? –El propio interesado quiso saber.

–Mi hijo... Acaba de terminar su Máster en Dirección de Empresas y va a entrar en la filial en Washington para comenzar a formarse. Un futuro empresario con formación... Creo que sería el marido perfecto... –Anderson sonrió.

–¿Y él va a querer? –El mayor de los Smythe preguntó.

–Hace unas semanas su ex lo dejó... ¡No sabes la alegría que nos dio! Ese cazafortunas no quiso estar a su lado cuando dijimos que no íbamos a apoyarlo económicamente y que tenía que empezar de cero... Bastó insinuar que Cooper se lo quedaría todo para que desapareciera... Si lo llego a saber, lo digo antes. –James explicó.

–Eso no responde a si va a querer casarse conmigo. –Sebastian insistió.

–Sigue convencido que Kurt es el amor de su vida y, ahora que él no quiere, no quiere volver a enamorarse... La situación ideal para proponerle que acepte este matrimonio. Sólo tenéis que decírmelo y yo hablaré con él. –Anderson sonrió. La posibilidad de que su hijo fuera el marido del presidente de USA era algo atractivo para él y ya estaba imaginándose lo bien que les podría ir a todos si conseguían que ese sueño se cumpliera.

–Está bien, pero sólo si él acepta... No quiero que se le obligue a nada. –El interesado aceptó, sin preocuparse mucho de quién sería su futuro marido. La boda era algo más que haría para conseguir su gran deseo, llegar a ser presidente...