N/A: Muchas gracias por la paciencia que habéis tenido para esperar esta actualización... Se me rompió el ordenador y perdí el capítulo que estaba escribiendo casi cuando estaba terminado... Aunque confieso que es la primera vez que reescribo un capítulo y me gusta más que el original XD. Intenté escribir desde mi móvil, pero era imposible y me volvía loca, además de que me costaba muchísimo, por eso no pude actualizar estas semanas... Pero parece que ya vuelvo a la normalidad...
Espero que os guste como sigue la historia, aunque no le queden muchos capítulos, solo un par de cositas que solucionar...
CAPÍTULO 15: LA LUNA DE MIEL
Por distintos compromisos, Blaine y Sebastian no pudieron hablar de lo que le preocupaba al castaño tras su elección como congresista hasta que comenzó su luna de miel. Como habían comentado, aprovecharon unos días que podían tener libre para irse a una isla paradisiaca. Era un lugar tranquilo y que o tenía muchos turistas, por lo que podían disfrutar de cierta privacidad.
El lugar era maravilloso. Tenían una especie de cabaña con playa privada a la que podían acceder por el gran ventanal de la habitación principal. Se sentían tan bien por estar ahí, a pesar de que acababan de llegar, que decidieron desconectar los teléfonos móviles y resto de aparatos electrónicos y olvidarse de sus trajes y corbatas durante su estancia.
Salieron a la playa, con los pantalones remangados y camisa desabrochada para mojar los pies en el mar. Se sentaron uno junto al otro, sin importarles si las olas llegaban a humedecer su ropa.
–Todavía no me has dicho por qué estabas tan raro el día de tu elección. –Blaine comentó distraído. Los dos observaban el horizonte, el hermoso atardecer que había frente a ellos.
–Debo reconocer que me he estado planteado el divorcio. –Sebastian aclaró.
–¿Qué? ¿Por qué? ¿He hecho algo mal? –El moreno lo miró preocupado.
–¡No! Por supuesto que no... Es solo que... Siento que por casarte conmigo tienes que renunciar a tus sueños... –El castaño explicó.
–Eso no es así, lo sabes de sobra. Hace muchos años que renuncié a mis sueños, el día en el que decidí estudiar dirección de empresas en vez de artes escénicas. Ese día decidí que la música formaría parte de mis hobbies, no de mi vida profesional. Es cierto que durante unos días pensé que podría conseguirlo, pero mi padre se encargó de devolver mis pies a la tierra. –El más joven apoyó su cabeza en el hombro de su marido y éste lo abrazó con uno de sus brazos.
–Odio que tu padre hiciera eso... La verdad es que cada vez me agrada menos pensar que es un aliado en vez de alguien a quien tengo que enfrentar. –El político se sinceró. No soportaba al señor Anderson, homófobo que había conseguido que la persona más dulce y maravillosa que conocía no cumpliera sus sueños.
–No tendremos que pasar mucho tiempo con ellos si no quieres... –Blaine susurró, algo apesadumbrado.
–Primero, si tú quieres seguir teniendo relación con tus padres, NADIE puede decirte que te alejes de ellos. Aunque estemos casados, tú decides quiénes son tus amigos, con quién pasas tiempo y lo que haces en tu tiempo libre. Yo no soy tu dueño. Segundo, aunque estemos casados, no estamos atados. Puedes hacer cosas sin mí y yo puedo hacer cosas sin ti. Tercero, son tu familia y entiendo que los quieres... Pero a mí me duele ver como te han tratado. –Smythe se mostró firme. En momentos como ese se preguntaba qué había pasado en la relación entre Kurt y su marido para que se comportara así.
–Si te soy sincero, eres el primero que se preocupa por mí y por mis sentimientos. –Levantó la cabeza para que los ojos dorados pudieran mirar fijamente los verdes para que se diera cuenta de que no mentía. –Ni mis padres, ni Kurt, ni mi hermano...
–La historia con tus padres ya la conozco... ¿Y Hummel?
El moreno desvió su mirada para centrarla en el horizonte. Guardó silencio durante unos segundos, pensando como responder. Sabía que su marido no sentía ningún agrado por su ex. Si no supiera que era imposible, pensaría que son celos. Finalmente, decidió responder.
–¿Sabes todo lo que me has dicho que no va a pasar porque estemos casados? ¿Eso de que no eres mi dueño y soy libre de decidir con quién me relaciono? Con Kurt no era así. –El moreno evitaba mirarlo.
–Empiezo a alegrarme de que pactáramos este matrimonio... Al menos eso te ha alejado de él... –Sebastian se mostró muy serio.
–Tú me has mostrado más cariño que lo que él jamás me ha demostrado. Y eso que se supone que él estaba enamorado y lo nuestro solo es por conveniencia. –Anderson volvió a mirarlo.
–Creo que los dos sabemos que, a pesar de todo, hace tiempo que nos une más que un compromiso por conveniencia. –El castaño susurró. –Siento haberme planteado el divorcio, pensaba que te estaba perjudicando.
Los dos se besaron, esperando que ese tema quedara ahí para poder seguir con su luna de miel. Sin embargo, en contra de lo que había pasado otras veces, el beso se intensificó enseguida. Tal vez era que después de haber desnudado sus almas de esa manera, lo único que querían era desnudar sus cuerpos y dejarse llevar.
–Será mejor que volvamos dentro. –Blaine susurró, totalmente excitado, entre besos.
–¿Estás seguro? No tenemos que hacer nada... –Sebastian se apresuró a decir.
–Yo quiero hacerlo... Si tú quieres, vamos dentro y disfrutamos de la intimidad de la cabaña.
Rápidamente, el castaño se levantó tras esas palabras. Claro que quería, estaba totalmente enamorado de ese hombre que estaba con él. No había querido insinuar sus deseos de tener relaciones sexuales porque pensaba que ese sentimiento solo era de su parte y que su marido podía sentirse presionado.
Alargó el brazo para que Anderson cogiera la mano y ayudarlo a levantarse. No necesitaban decir nada más. Cuando los dos estuvieron de pie, se abrazaron y volvieron a besar. El beso era pasional, como preámbulo a lo que seguramente sucedería minutos más tarde.
Esa noche fue muy especial porque fue la primera vez que el matrimonio se entregó en cuerpo y alma. No lo habían hecho antes de casarse, ni la noche de bodas, ni las posteriores que habían compartido habitación hasta que se habían podido ir de luna de miel.
Tal vez por eso, además de la pasión y el deseo propio entre dos hombres que confían en el otro y que sienten pasión y atracción por esa persona, también había ansia y necesidad. Llevaban mucho tiempo conteniéndose porque pensaban que esa situación no se produciría.
Sin embargo, como ellos habían reconocido, hacía tiempo que eran algo más que una pareja por conveniencia.
Por un lado, Blaine había comprendido a todas aquellas personas que se habían casado presionadas por la situación o la sociedad y confesaban haberse enamorado y ser felices en ese matrimonio, algo que él creía imposible.
Por otro lado, Sebastian empezó a creer en el amor. Siempre había pensado que eran cuentos de niños, algo inventado y que el resto del mundo encontraba porque querían encontrarlo y lo confundían con atracción. Sin embargo, mientras se fundía con su marido, fue consciente de que ningún otro hombre había provocado en él esas sensaciones. Que Blaine Anderson era el dueño de su corazón.
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Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)
FanfictionSebastian Smythe quiere ser político, pero para eso necesita una familia. Le encontrarán un marido que le hará cambiar su visión de la vida y, sobre todo, del amor...