Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)

EPÍLOGO

N/A: Lo siento muchísimo... Se me ha complicado un poco el trabajo estos meses... Sé que el epílogo es muy corto para todo lo que habéis esperado, pero es lo que tengo...

Pero creo que ya he vuelto, aunque vamos a esperar a después de navidad para publicar una nueva historia, si es que encuentro una historia que pueda escribir.

EPÍLOGO

–Papi... –Una niña de cinco años entraba llorando a la habitación de su padre mientras éste terminaba de ajustarse la corbata. Habían pasado quince años desde su matrimonio con Sebastian y ella era una de las mejores cosas que le habían pasado en ese tiempo.

–Dime, cariño. –Blaine se agachó para estar a la misma altura que su hija, aunque solo tenía que fijarse en la coleta izquierda desecha para saber qué le pasaba.

–El tato... –Ella explicó mientras señalaba su pelo.

–Ahora te peino otra vez...

El padre colocó la coleta tal como estaba la derecha y cogió a su pequeña en brazos, con mucho cuidado para no arrugarle el vestido. Después cogió la chaqueta de su traje y salió de la habitación.

Apenas había llegado a la mitad de las escaleras que bajaban a la planta baja de su vivienda cuando escuchó a su esposo muy serio.

–¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no molestes a tu hermana?! –Smythe cuestionó.

–Lo siento. –El niño, de apenas ocho años, miraba al suelo avergonzado.

–Ya hablaremos de tu castigo después, ahora tenemos que irnos.

Sebastian suspiró nervioso mientras su esposo estaba a su lado, agarrando con firmeza su mano. Los niños estaban a pocos metros de ellos, sentados en una mesa. Ann estaba pintando mientras Peter jugaba con un teléfono móvil que le habían dejado. Además de la familia, había muchos hombres y mujeres, la mayoría con trajes oscuros y preparados para dar una imagen profesional ante cualquiera.

–No tienes que estar nervioso. Las elecciones ya pasaron, eres el Presidente de Estados Unidos. Solo es la toma de posesión.

–Quiero que sea perfecta... ¿Te imaginaste nuestra vida así cuando nos conocimos? –Sebastian preguntó intrigado mientras miraba esos ojos color miel que tanto le fascinaban.

–No, la verdad es que no... Jamás me imaginé que sería tan feliz, que podría subirme al escenario para cantar, que me enamoraría, que tendría unos hijos tan maravillosos... Tengo más de lo que jamás soñé y todo es gracias a ti.

–No, tú eres el que se ha esforzado. Tú eres el que has roto las cadenas que te oprimían, tú eres el que ha encontrado la fuerza y quién se reveló frente a sus padres y a su ex. Yo solo estaba a tu lado para apoyarte, nada más.

El matrimonio se besó hasta que escuchó a su hijo hacer ruidos de asco. Últimamente el niño se comportaba así cada vez que descubría a sus padres cariñosos. Sabían que era una fase, que era normal, por lo que no le daban más importancia.

–Es la hora. –Hunter comunicó mientras sonreía. Le seguía encantando verlos así. Él había estado junto al ya presidente Smythe desde el principio y sabía todo lo que había pasado. Sabía que esa era una historia de amor como las que se contaban en las novelas, pero eso no quitaba que fuera real y perfecta.

Blaine cogió en brazos a Ann y le dio la mano a Peter, ya que su esposo en ese momento, por protocolo, no podía encargarse de los niños. Siempre compartían las tareas, ya que ambos trabajaban, pero en ese momento era él quién debía cuidarlos.

El moreno era consciente de que, con el nuevo trabajo de su marido, él iba a tener que estar más pendiente de sus pequeños, aunque ya habían hablado mucho al respecto. Sus vidas iban a cambiar mucho más que una simple mudanza a la Casa Blanca. Ambos estaban preparados para ello.

Porque a lo largo de su relación, ambos habían tenido momentos en los que habían necesitado delegar parte de sus responsabilidades en su esposo, para centrarse en algo que les apasionaba. Como las giras que había hecho Blaine con su música o cuando se fue para hacer un pequeño papel en una película.

El matrimonio se miró una última vez y se dedicó una sonrisa antes de salir al lugar donde comenzaría el acto de toma de posesión del cargo.

No sabía qué les deparaba el futuro, solo sabían que mientras se tuvieran el uno al otro, lo demás no era tan importante.