CAPÍTULO 10: DECISIONES

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CAPÍTULO 10: DECISIONES

–Siento no haberte contado mis verdaderos motivos para comprometerme contigo, pero temía que me rechazaras por eso. –Blaine escondió su cara en el hombro del otro, avergonzado por lo que acababa de confesar.

–No tienes que disculparte, no me conocías y te estaban forzando a hacer algo que no querías... Si quieres, podemos romper el compromiso. No quiero que te sientas obligado o que hagas algo que no quieres... –Sebastian contuvo la respiración, no sabía cuál sería la respuesta del otro. Aun así, quería que fuera totalmente libre para decidir.

–¡Por supuesto que no quiero romper el compromiso! –El moreno respondió, sonando casi ofendido.

–Entiende que quería asegurarme de que realmente quieres seguir con todo esto. –El castaño aclaró y vio como la mirada del otro se dirigía disimuladamente hacia donde Xavier seguía sentado. El mayor entendió que querían estar solos.

–Voy a hacer una llamada... Os dejo un rato a solas. –El expresidente se levantó.

–Gracias. –Su hijo sonrió hacia él. Los dos esperaron en silencio unos segundos a que el otro se fuera.

–Sebastian... Estos días a tu lado están siendo maravillosos y no los cambiaría por nada del mundo... Tal vez no haya amor entre nosotros, pero me has tratado mejor que nadie en años y... No quiero perder eso... Quiero ayudarte a conseguir tus sueños... Y me agrada mucho estar contigo y no quiero que sea algo temporal... Con el tiempo, espero que estemos mejor, tengamos más complicidad y seamos felices... Juntos... –Blaine confesó con una sonrisa.

–Me alegra que pienses así, yo también estoy muy bien contigo y me encanta cada segundo que paso contigo. Solo quería que no te sintieras presionado a hacer algo que no querías solo porque tus padres te habían obligado. Ahora nos tienes a nosotros y... Bueno, dentro de poco serás familia... –El mayor explicó.

–No hemos hablado de qué vamos a hacer con nuestros apellidos tras la boda... –El moreno planteó su duda, aunque él tenía una propuesta que creía que sería aceptada.

–Eso es fácil, uniremos los dos... –El político se encogió de hombros, no creía que hubiera otra alternativa.

–Bueno... Yo no siento ninguna vinculación hacia el apellido Anderson y el apellido Smythe es muy importante para el mundo de la política y creo que tal vez no deberías cambiar... –El estudiante se sonrojó.

–¿Estás insinuando que quieres ser un Smythe? –Sebastian quería saltar de alegría. No podría ni habérselo imaginado en sus mejores sueños. Siempre pensó que acabaría uniendo su apellido al de su compañero, algo en lo que estaba de acuerdo para mostrar la igualdad en la relación. Sin embargo, le hacía ilusión que pudiera darle su apellido al otro, como símbolo de que le estaba entregando una familia, ya que la suya no era lo suficientemente buena.

–¡Claro! No tiene para mí ningún sentido ser un Anderson porque no me siento uno. Sé que mi familia jamás me aceptará, aunque estas últimas semanas me hayan hecho sentir lo contrario... Y no tiene sentido que lleve un apellido que no siento como mío. Tu padre y tú me habéis hecho sentir más en familia que mis propios padres en todos estos años. –Blaine confesó y el otro le agarró de la mano.

–Puede que entre nosotros no haya amor, pero me alegra que haya confianza y cariño. Creo que seremos un buen matrimonio y espero hacerte feliz. –El castaño suspiró.

–Yo también lo creo y espero hacerte feliz.

Se dieron un pico, una muestra de cariño que reflejaba que los dos estaban dispuestos a cumplir su parte del trato.

Finalmente, Blaine había aceptado ir a ver a Cooper. Lo que le habían contado encajaba perfectamente con lo que él había vivido, por lo que no tenía ningún reparo en reconocer que podría ser verdad. La perspectiva de recuperar a su hermano lo emocionaba. Si era así, volvería a tener a alguien en la familia que se preocupara por él y realmente lo respetara.

Sin embargo, había tenido una única exigencia, y era que Sebastian estuviera a su lado. Aunque no hacía mucho tiempo que se conocían, confiaba plenamente en él para apoyarlo, protegerlo e intuir si las intenciones de su hermano eran reales o solo buscaba algún beneficio propio al recuperar la relación con él.

Decidieron que el encuentro fuera en una sala de reuniones en un hotel. Querían un lugar tranquilo, pero tampoco querían que fuera en su propio hogar porque no confiaban en Cooper todavía. Que la historia encajara con lo que ellos sabían no significaba que fuera real.

Cuando llegaron al hotel, Blaine apretó con fuerza la mano de su prometido y éste le sonrió, dándole todo su apoyo. En ese momento, el moreno supo que todo estaría bien, que con Sebastian a su lado sería capaz de conseguir cualquier cosa, incluso dedicarse a la música.

Uno de los empleados del hotel les dirigió a la sala de reuniones donde ya esperaban Cooper y Jessie. Los dos se levantaron cuando los vieron entrar y se saludaron con un frío apretón de manos. Sin embargo, era lo único que en ese momento se sentía bien, puesto que no tenían confianza suficiente para darse abrazos.

–Bueno... –Se notaba que el mayor de los hermanos estaba nervioso. Había estado esperando ese momento durante años y, cuando había llegado, no sabía qué hacer.

–¿Por qué no empiezas contándome qué pasó para que te fueras de casa y no volvieras a verme hasta ahora? –Blaine propuso, tan incómodo y nervioso como el otro. Smythe lo notó y le agarró con fuerza la mano.

A partir de ahí, Cooper le contó todo lo que Sebastian ya sabía. La historia era exactamente la misma, por lo que podría ser real. Además, los señores Anderson que describía eran los mismos que habían chantajeado a Blaine para que aceptara un matrimonio concertado o que renunciara a sus sueños para hacerlos felices.

–¿Qué es lo que quieres de mí? –El más joven decidió preguntar.

–Quiero recuperar a mi hermano... Sé que mis padres no quieren ninguna relación contigo y si tú no la quieres, lo aceptaré... Pero quiero que seas tú quien decida si quieres que seamos hermanos, no ellos... –Cooper dijo sinceramente. –Y quiero que conozcas a Jessie, ella es parte de mi vida y para mí sería muy importante que os llevéis bien.

–No puedo prometerte que tengamos una relación de hermanos normal porque hace muchos años que no hablamos... Pero sí puedo prometerte que lo voy a intentar... Me encantaría recuperar a mi hermano. –Blaine sonrió relajado por primera vez. Creía a Cooper y quería intentar tener una relación con él. ¿Tal vez podría ser el padrino de su boda?

Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora