CAPÍTULO 17: DESPUÉS DEL BESO...

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N/A: Siento muchísimo la demora, problemas técnicos. Espero estar de vuelta ya definitivamente... Espero que os guste el capítulo final de esta historia, aunque habrá epílogo. Lo subiré en cuanto pueda...

CAPÍTULO 17: DESPUÉS DEL BESO...

Sebastian entró en casa algo molesto. Había visto a Kurt Hummel entrar en su casa cuando se acercaba allí con el coche y se preguntaba qué estaba pasando. Empezó a dudar de que todo lo vivido en la luna de miel fuera real, aunque se preguntaba que, si era así, por qué Blaine no había aceptado el divorcio.

Su corazón le decía que confiara en su marido, que habían adquirido un compromiso que no iban a romper, pero su cabeza no paraba de recordarle lo que había pasado con el matrimonio de sus padres.

Cuando el salón estuvo en su campo de visión, vio a los dos besándose y, aunque quería gritar y enfadarse, sus músculos no le dejaron moverse. Se sentía traicionado, dolido y engañado. Era la primera vez en su vida que se dejaba llevar por lo que sentía y parecía que se había equivocado...

–¡No! –Blaine gritó mientras apartaba a Kurt. No quería besarlo, no quería tener nada que ver con él.

–¿Cómo que no? –El castaño estaba enfadado.

–Tú ya no formas parte de mi vida. Me dejaste y yo he rehecho mi vida con la persona más maravillosa que he conocido. No necesito a nadie más... Y mucho menos a ti. Durante mucho tiempo he estado ciego. Pensaba que nadie más me podría querer y pensaba que solo tenía la opción de estar contigo. Por eso me aferraba a ti cada vez que querías volver, porque no encontraba a nadie más. Pero ya no es así. Sebastian me ha mostrado que puede haber personas que me quieran y me cuiden... Que mis padres o tú me habéis tratado mal porque no me comprendéis, pero que sí hay personas que me valoran. Tengo una nueva familia, he recuperado a mi hermano –Hummel bufó ante ese dato, sabía que cuantas más personas apoyaran a su ex, peor para él. –No quiero que volvamos a vernos, ni siquiera como amigos.

–Te arrepentirás. Sebastian te dejará y tú volverás a mí suplicando... ¿Y sabes qué te diré? ¡Te lo advertí! Y te aseguro que no volverás conmigo... ¡Nunca! –Kurt estaba enfurecido.

–No volveré a ti, aunque lo mío con Sebastian no acabe bien.

Hummel salió de allí tan deprisa que ni siquiera se dio cuenta de que allí estaba Smythe, escuchando toda su conversación.

Blaine vio la puerta abrirse y, pensando que sería Kurt, suspiró frustrado. Sin embargo, al ver a su marido entrar no pudo evitar sonreír. Era siempre así. Por mal que estuviera, tenerlo cerca le daba paz y tranquilidad.

–¿Has visto a Kurt? –El moreno preguntó.

–Bueno... He llegado cuando te estaba besando. –Sebastian confesó.

–Seb, yo...

–No necesito que me expliques nada, he escuchado todo. La verdad era que, si seguías enamorado de Kurt y querías estar con él, no tenía nada que reclamarte.

–Estoy casado contigo y tenemos un compromiso, jamás haría nada para traicionarte.

–Por supuesto que hay muchas personas que te aman, pero te tiene que quedar claro que el que más te quiere soy yo. Los dos sabemos que nuestra relación es de todo menos normal, que tú y yo empezamos como una pareja de conveniencia, pero yo hoy puedo decir de verdad que te amo.

–Yo también te amo. –Blaine sonrió al escuchar esas palabras. Poco a poco, su amor había ido aumentando y ya podían decir que eran una pareja real.

–¡Esto merece una celebración! ¡Vámonos fuera a cenar!

Cooper miraba a su hermano totalmente alucinado. Después de mucho tiempo, confiaba en él lo suficiente para contarle toda la verdad. Sebastian estaba junto a Blaine, sujetándole con fuerza la mano, dándole su apoyo porque había partes de su historia que eran muy duras.

–Me siento mal... Debí estar a tu lado... –El mayor susurró, frustrado.

–No podrías haber hecho nada. –El político intervino, sabiendo que su marido todavía estaba muy emocional. –Vuestros padres se encargaron de que se sintiera solo... ¿Alguna vez llegaron a saber que había un hombre aprovechándose de lo que te estaban haciendo?

Smythe miró a su esposo. Era una duda que tenía. Lo cierto era que el interés de Kurt por Blaine no era sincero y que lo hacía por interés, por dinero. Los Anderson habían intentado que su hijo se sintiera solo y aislado, algo que Hummel aprovechó en su beneficio. No creía que lo aprobaran.

–Preferían pensar que eso no sucedía... En ningún caso Kurt podría haber tocado el dinero de mi familia... De eso se habrían encargado ellos. –El moreno explicó.

–¿Y vas a dedicarte a la música? –Cooper quiso saber. –Es lo único que a día de hoy sigue afectándote de todo lo que han hecho nuestros padres.

–Ha conseguido un contrato para tocar en un local dos días a la semana. Es un comienzo. –El político explicó muy orgulloso.

–Tengo a una persona de total confianza de Sebastian gestionando el negocio. No sería el primer propietario en dejar la dirección en manos de un gestor... Pero seguiré de cerca como van las cosas y seguirá consultándome para tomar determinadas decisiones. Es la mejor solución que hemos encontrado.

–Estoy tan orgulloso de ti... –El mayor sonrió con cariño. Después miró al marido de su hermano. –Gracias por cuidar de él como yo no pude hacerlo.

–No tienes nada que agradecerme, lo hice encantado. –Smythe comentó y sonrió al sentir los labios de su esposo en su mejilla, que dejó un beso dulce ahí. Cooper también sonrió.

Todos sabían que, por muy mal que fueran sus pasados, por muchos errores que hubieran cometido, habían encontrado su lugar en el mundo. Los hermanos Anderson se habían reencontrado y cada vez estaban más unidos... Unión que venía acompañada de cierta separación de sus padres con el más joven. Estaban decepcionados por la vida que había elegido, pero no habían cortado del todo los lazos porque esperaban obtener alguna ventaja por el futuro político de su yerno.

Sin embargo, lo más importante era que Sebastian y Blaine estaban muy enamorados y que su matrimonio cada vez era mejor. Puede que no empezaran de una manera tradicional, que su amor llegara después de casarse, que en su boda apenas se conocieran, pero el tiempo les había mostrado que estaban hechos el uno para el otro y que juntos eran perfectamente imperfectos.

Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora