Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)

CAPÍTULO 7: LA VUELTA DE COOPER

N/A: Muchas gracias por leer y comentar... Los que me seguís en Facebook o en Wattpad, habréis visto que no he actualizado por motivos de salud. No ha sido nada grave, pero no me sentía con fuerzas para hacer nada (mucho menos con la inspiración y concentración necesaria para escribir). No os aburro más y os dejo con un capítulo que espero que os guste...

CAPÍTULO 7: LA VUELTA DE COOPER

Cooper y Jessie llegaron a Washington algo preocupados. Les parecía muy precipitado el compromiso de Blaine con Sebastian y las sospechas del mayor de los hermanos Anderson sobre esa relación habían aumentado. Por muy enamorados que estuvieran, creía que era demasiado pronto para casarse.

Sin embargo, había algo que le hacía dudar. ¿Cómo habían conseguido sus padres convencer a Smythe para que le pidiera matrimonio tan rápidamente? ¿Qué ganaba el hijo del expresidente con ese gesto?

No creía que fuera una persona que se dejara llevar por el amor, al menos esa era la sensación que daba cuando lo veía en entrevistas y reportajes. Sebastian era alguien racional y que rara vez se dejaba llevar por sus sentimientos o por impulsos. ¿Por qué con su hermano había sido diferente?

–Relájate, Coop. Estoy segura de que todo tiene una explicación. –Jessie intentó tranquilizarlo.

–Estoy nervioso... ¿Cómo reaccionará Blaine? ¿Qué será lo que realmente está pasando? ¿Qué dirá al verme? No me había parado a pensar que no sé lo que le habrán contado nuestros padres sobre mí... ¿Y si no puedo ayudarlo? ¿Y si es tarde? –El actor suspiró frustrado. Empezaba a sentirse mal.

–Relájate, todo saldrá bien. No te pongas en lo peor, tal vez las cosas están mucho mejor de lo que te imaginas. –Ella insistió, empezando a pensar que debería haber ido ella sola primero antes de su pareja.

Se alojaron en un hotel, pero apenas estuvieron unos minutos allí. Lo justo para refrescarse y prepararse para ir a la sede del partido, donde muy pronto anunciarían los resultados de las primarias y sabrían si Sebastian sería candidato al congreso.

Al llegar, se dieron cuenta de que había mucho movimiento, algo que era normal. Su plan era acercarse a alguien que pudiera permitirles ponerse en contacto con Blaine. Sabían que no tenían el mejor de los planes, pero no tenían nada más.

Ponerse en contacto con los señores Anderson estaban fuera de todo plan, habían hecho un gran esfuerzo para que Cooper no pudiera vez a su hermano pequeño porque creían que lo llevaría por lo que ellos consideraban la mala vida.

Sin embargo, no pudieron encontrar a nadie antes de que anunciaran que Sebastian Smythe sería el candidato del partido para el congreso. Vieron a Blaine felicitando con un beso en los labios.

Después de eso, apenas pudieron verlos porque los rodearon muchas personas. Sin embargo, Jessie vio al expresidente Smythe y decidió acercarse a él. Pensó que tal vez era la mejor manera de acercarse a los chicos.

–Buenas tardes, expresidente. –Ella sonrió. –Mi nombre es Jessie Pierce. ¿Podría hablar un momento con usted?

–Buenas tardes. ¿Sobre qué quiere hablar? –Él cuestionó.

–Es algo privado... Si podemos ir a un sitio más discreto...

–Estoy felizmente casado. No va a conseguir nada de mí. –Xavier advirtió malinterpretando sus intenciones. A lo largo de los años varias mujeres se habían acercado a él con la intención de tener algo con él al cambio de dinero, del mismo modo que le había pasado a su hijo. La diferencia era que él jamás había caído en la tentación porque amaba y respetaba a su esposa.

–¿Qué? ¡No! ¡No es eso! Es un asunto familiar... De verdad... Si se va a sentir más cómodo, no me opondría a que su esposa o su hijo y su prometido nos acompañen. Aunque si me da a elegir, preferiría su hijo... Y yo avisaré a mi pareja, también nos acompañará. Si le sirve de ayuda, su nombre es Cooper... Cooper Anderson. –Jessie informó y en ese momento supo que había llamado la atención del expresidente.

–Un momento... –El hombre se volvió y llamó a uno de los organizadores del evento. –Puede acompañar a la señorita y su pareja a una sala de reuniones, iré allí con mi hijo en unos minutos.

–Gracias...

–¿Dónde vamos? –Sebastian preguntó mientras seguía a su padre.

–¿Blaine te ha hablado de Cooper Anderson? –Xavier cuestionó.

–No... ¿Quién es? –El joven quiso saber.

–Es el hijo mayor de James Anderson, hermano de Blaine. Es actor y vive en Los Angeles, pero, por alguna extraña razón, ha venido hoy y no estaba junto al resto de su familia mientras esperábamos los resultados. –El mayor explicó.

–¿Qué crees que sucede? –El candidato a congresista quiso saber.

–Lo primero, quiero que sepas que agradezco muchísimo a James su apoyo tanto para mis campañas como para las tuyas... –El expresidente empezó a hablar.

–¿Pero? –Sebastian estaba intrigado.

–Es muy conservador... Cooper es actor y salió de la vida de los Anderson cuando decidió seguir sus sueños en vez de hacerse cargo del negocio familiar... James nunca lo ha reconocido, pero no se necesita un genio para darse cuenta de que era así. –Xavier informó.

–¿Crees que quiere algo de Blaine? –Eso era lo que le preocupaba al joven.

–No lo sé... ¿No te has preguntado nunca por qué alguien tan joven y agradable sacrifica encontrar el amor y ser feliz para aceptar un matrimonio de conveniencia? –El expresidente preguntó sinceramente.

–Dime claro lo que piensas. –El candidato a congresista pidió, conocía a su padre lo suficiente como para saber que pasaba algo.

–Creo que James es homófobo. Encaja con otras cosas de él y... Bueno, quiero saber qué es lo que tiene que decirnos Cooper... Tal vez conozcamos el motivo real por el que Blaine ha aceptado casarse contigo y podamos ayudarlo. –El mayor admitió.

–Te apoyaré en cualquier cosa que quieras hacer para ayudar a Blaine. –Sebastian dijo con firmeza.

–Vamos a hablar con Cooper, escucharemos lo que nos tenga que decir, y tomaremos decisiones con respecto a eso.

Cooper y Jessie estaban en una sala de reuniones, realmente nerviosos. No sabían quién iba a ir ni tampoco como iban a explicarles lo sucedido. Esperaban que fueran comprensivos y les dejaran hablar con Blaine. El mayor sabía que sería difícil tener una relación de hermanos después de tanto tiempo, pero estaba dispuesto a trabajar todo lo que fuera posible.

Su corazón se detuvo cuando vio a Xavier entrar en la sala, era el momento de la verdad, el momento de demostrar que él quería recuperar a su hermano. Sintió alivio al ver que Sebastian seguía a su padre, pero algo de decepción cuando éste cerró la puerta indicando que nadie más iría, que Blaine no los acompañaba.

–Buenas tardes. –El candidato a congresista saludó muy serio. Los otros dos respondieron con una sonrisa nerviosa. –Comprenderéis que proteja a Blaine. Ahora que voy camino a ser un político influyente y él a ser dueño de su empresa, supongo que habrá gente que quiera acercarse a nosotros por interés. Os doy media hora para convencerme de que ese no es vuestro caso.