CAPÍTULO 14: LAS ELECCIONES
Blaine besó a Sebastian sin importarle la cantidad de cámaras que los enfocaban y la cantidad de personas que estaban observándolos. Su marido había ganado las elecciones, su marido se había convertido en congresista. Con eso, uno de los dos iba en camino de cumplir sus sueños.
El castaño había intentado convencerlo de que aún podía dedicarse a la música, pero él no confiaba en nadie lo suficiente para dejarle la dirección de la empresa que su padre le había regalado.
El moreno sabía que ese era el plan de sus padres, que lo habían convertido en lo que ellos querían. Era cierto que ellos habrían preferido que se casara con una mujer, pero habían conseguido el mejor "pacto" que habían podido aspirar dada su orientación sexual.
Eso hacía que los Smythe se sintieran culpables por la situación en la que habían "metido" al joven. Al aceptar el matrimonio por conveniencia, ellos tenían en mente dos personas independientes que se juntaban para convivir y fingir una relación que podría ser beneficiosa para ambos, pero eso ya no se producía. Tenían la sensación de que Anderson perdía claramente en la situación.
Tal vez por eso Sebastian no correspondía el beso con tanta pasión. La palabra divorcio había pasado por su mente más veces de las que le habría gustado reconocer. Creía que sería lo mejor para que James volviera a hacerse cargo de esa empresa y que Blaine pudiera dedicarse a cumplir sus sueños. Sin embargo, Xavier había sido la voz de la razón.
Flashback
–Creo que le voy a pedir a Blaine el divorcio. –Sebastian informó apesadumbrado. Estaban en el despacho reunidos, apenas dos días después de la boda.
–¿Qué? –Xavier lo miró sorprendido. Era lo último que podía esperar. Después de haber "pillado" a su hijo con su marido en privado besándose, sabía que empezaba a haber más que amistad entre ellos y que la complicidad era máxima. No veía motivo para que ese divorcio se produjera.
–No me gusta que se vea obligado a hacerse cargo de ninguna empresa, quiero que cumpla sus sueños, quiero que sea feliz. –El más joven explicó.
–¿Te has enamorado? –El padre cuestionó. Quería confirmar esas sospechas que hacía tiempo tenía y que en el fondo le hacían tan feliz. Que su historia de amor se rompiera no significaba que su hijo no pudiera encontrar a alguien que le amara. Y sospechaba que Anderson era la persona ideal para ese papel.
Los dos pares de ojos verdes se observaban con diversos sentimientos. Los que tenían menos arrugas, se mostraban vulnerables por primera vez en muchos años. Los más veteranos, se mostraban orgullosos y felices.
–Creo que sí.
–No sabes lo feliz que me haces... –El mayor confesó con una sonrisa.
–¿Por qué? Mi corazón se va a romper en millones de pedazos... –Sebastian se mostró molesto.
–No tiene por qué. Creo que Blaine también empieza a sentir algo por ti. Si os sentáis y habláis de la situación, podréis empezar una relación real... Diferente, porque estáis casados y os tendréis que saltar varios pasos normales en una relación, pero no serías el primer matrimonio por conveniencia que se enamora y es feliz. –Xavier comentó satisfecho.
–Aunque Blaine me ame, yo seré el que le quitó la oportunidad de dedicarse a la música. –El joven miró hacia el suelo porque no quería que su padre notara que estaba a punto de llorar.
–O no... Pensemos en una manera de que pueda cumplir sus sueños...
Fin del Flashback
–¿Qué ocurre? –Blaine le preguntó cuando terminó el beso. Lo abrazó para poder susurrar en su oído y no ser escuchado por nadie más.
–Nada. –Sebastian se apresuró a responder.
–Puede que no estemos enamorados, pero te conozco. –El moreno informó y se separó de su esposo, porque tenía que recibir las felicitaciones del resto de los presentes.
Cuando el castaño terminó de socializar, se acercó a su marido, consciente de que los periodistas captaban cada uno de sus movimientos. Por eso decidieron hablar de algo que no fuera comprometido.
–Por fin podremos irnos unos días de vacaciones, al menos hasta que tomes posesión del cargo... Ya que me he quedado sin luna de miel... –El empresario sonrió.
–Ventajas de que seas tu propio jefe, puedes escaparte unos días en cualquier momento... –El congresista bromeó, causando la risa entre varios de los que los rodeaban.
La pareja se besó y se abrazó, momento en el que Smythe aprovechó para terminar la conversación que habían dejado antes a medias.
–Soy muy feliz, pero me gustaría que tú también consigas tus sueños... Tu padre te ha quitado la oportunidad. –Sebastian susurró en el oído del otro.
–Ya soy feliz... –Anderson informó antes de separarse. Al mirar esos ojos color avellana, supo que el otro estaba siendo totalmente sincero. Eso le hizo plantearse que, tal vez, su padre tenía razón y Blaine empezaba a sentir algo más que amistad o cariño por él. No pudo resistirlo más y lo volvió a besar.
Xavier los miraba con una sonrisa. Sabía lo que pasaba, cada vez estaba más convencido de ello. Jeanette se acercó a él por la espalda y él le sonrió.
–Nuestro pequeño se ha enamorado. –Ella comentó mientras los dos miraban a su hijo.
–Siempre quise algo así para él. –El hombre aclaró.
–Lo sé, yo también. Me siento culpable de que haya esperado tanto para vivir estas sensaciones. Nuestro divorcio le afectó demasiado. –La madre del político miró a su ex.
–Espero que por fin entienda que no todas las historias de amor se rompen. –El padre explicó.
–Algo me dice que ya lo sabe, que ya ha encontrado su propia historia de amor...
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Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)
FanfictionSebastian Smythe quiere ser político, pero para eso necesita una familia. Le encontrarán un marido que le hará cambiar su visión de la vida y, sobre todo, del amor...