N/A: Muchas gracias por leer y comentar... Este capítulo será un pequeño enlace porque daremos un pequeño salto en la historia... Siento si el capítulo no es tan interesante como los anteriores, pero sentía que debía cambiar el tema hacia la boda porque hasta ese momento no tengo grandes planes para la historia... Calculo que serán un total de 17 capítulos, así que nos acercamos a la recta final...
CAPÍTULO 11: LA CAMPAÑA ELECTORAL
La directora de campaña de Sebastian estaba volviéndose loca. Tenía que compaginar los eventos de la campaña, con los eventos sociales a los que los Smythe o los Anderson debían acudir, las fechas de exámenes y entrega de trabajos de Blaine y los preparativos para la boda.
No quería descuidar nada porque todo debía hacerse de manera perfecta para que nadie se molestara. Blaine debía terminar en ese momento su máster ya que, según le había dicho Sebastian, después le buscarían oportunidades para tocar y cantar por los bares a su alrededor.
Era algo que a ella le incomodaba porque sabía que era difícil que pudieran compaginar una carrera de cantante con un congresista, senador o presidente... No entendía qué clase de pacto habían hecho Anderson y Smythe, pero no iba a meterse en ello.
Además, la pareja ya le había comentado que querían que, al casarse, ambos tuvieran el apellido Smythe. Eso relajaba un poco su trabajo, porque Sebastian no tendría que cambiar su apellido y por lo tanto se ahorraba todo el papeleo que habría tenido si hubieran decidido juntar ambos apellidos y ser los Anderson-Smythe o los Smythe-Anderson.
Sin embargo, tener toda esa información no facilitaba su trabajo y en ese momento estaba preparando la lista de invitados a la boda. No solo debía asegurarse de que nadie se quedara sin invitación, tenía que pensar como distribuiría las mesas.
La ceremonia tendría lugar el fin de semana antes de las votaciones, para asegurarse de que todos lo tenían presente al candidato en el momento de las votaciones y que recordaban que, aunque todavía no tenía una familia, estaba empezando a construirla.
Sobre todo, había un problema que le preocupaba. ¿Qué iba a hacer con Cooper Anderson? Cuando Sebastian le había dicho que Blaine y su hermano se estaban esforzando en retomar su relación y que, por tanto, estaría invitado a la boda, se sorprendió bastante. Sabía que los Anderson no querían ninguna relación con él, pero tampoco quería sentarlo como si fuera un invitado más y no un miembro de la familia.
Kitty dejó las cosas que estaba haciendo porque llegó la hora de salir de su despacho. Tenía 30 minutos para llegar al lugar donde se realizaría el enlace. Habían elegido uno de los hoteles más lujosos y elegantes de la ciudad, que disponía de unos salones lo suficientemente grandes como para albergar a todos los invitados.
Al llegar allí, vio a Sebastian solo, algo que le sorprendió. Se acercó a él y rápidamente preguntó.
–¿Y tu prometido? –Ella cuestionó.
–Está en camino... Tenía que hablar con un profesor... Ya sabes, las últimas semanas de curso son una auténtica locura. –El castaño sonrió para tranquilizarla.
–¿Cree que va a terminar ya? No me gustaría que con los preparativos de la boda y los compromisos suspenda algo y tenga que retrasar su graduación. –La rubia quiso saber, realmente preocupada.
–Tranquila, va muy bien y tendremos graduación... Hablando de graduación... ¿Vamos a poder tener una fiesta privada o también vamos a convertir su graduación en un espectáculo social? –El candidato a congresista la miró serio.
–Lo siento, Sebastian. Sé que te gustaría que fuera privado, pero hasta que seas presidente vas a tener que socializar con todas las personalidades importantes del país. Yo me encargaré de buscar el lugar, no te preocupes. –Ella lo intentó tranquilizar.
–Siento el retraso. –Blaine los interrumpió y se acercó a su novio para darle un beso.
–Ahora que estamos todos, vamos dentro. Es uno de los pocos lugares en la ciudad que puede acoger la boda, así que realmente espero que os guste... –La directora de campaña explicó.
Entraron en el hotel y enseguida se acercó el gerente para darles la bienvenida. Pasaron al salón donde se realizaría la ceremonia y Sebastian enseguida notó que a su pareja no le gustaba. Se acercó a él y posó su mano en la espalda del otro con suavidad.
–¿Qué ocurre? –Preguntó intrigado.
–Me parece muy grande y muy frío para nuestra boda... –Blaine suspiró, sabía que no iba a tener la boda que quería, pero al menos esperaba un lugar que le gustara.
–Grande tiene que ser, no tenemos alternativa... ¿Podría hacerse algo más acogedor? ¿Tal vez con otra decoración? –El castaño preguntó al gerente, casi de manera demandante. Quería hacer feliz a su pareja y nunca se había preocupado por como pedía las cosas.
–Imagínense este lugar lleno de flores, tal vez unas velas, música de fondo... Podemos buscar una manera de que sea lo que les gusta... –El trabajador comentó amablemente, deseaba que eligieran ese lugar para el enlace.
–No me gusta el mobiliario... –El moreno susurró, mirando con aprensión las sillas que eran demasiado clásicas para su gusto.
–Buscaremos un lugar donde alquilar mesas y sillas que te gusten... El dinero no va a ser problema y quiero que nuestra boda sea como tú quieras. –Smythe acarició la cara de su prometido y le dio un beso. Desde el día de su elección como candidato y el momento de sinceridad del día anterior, se habían vuelto más cariñosos. Al final, eran una pareja y, aunque no había amor, sentían gran complicidad.
–No quiero que gastemos muchísimo dinero por un capricho mío... –Anderson se sentía como un niño que tenía una pataleta porque no le gustaba algo.
–No es ningún problema. –Kitty intervino, deseando que el otro aceptara. –Podemos buscar una persona para que se encargue de los detalles de la boda para que sean exactamente lo que buscáis. Eres hijo de uno de los empresarios más importantes del país y tu prometido es hijo de un expresidente. No podéis tener una boda pequeña y económica, pero sí podemos tener algo que os guste...
–Si quieres, yo puedo recomendarte una planificadora de bodas que ha hecho varias aquí y ha conseguido dejar este salón irreconocible. –El gerente del hotel ofreció, esperando contentar a los novios.
–¿Qué dices? –Sebastian preguntó con una sonrisa, sabiendo que su prometido iba a ceder.
–Está bien... Pero quiero algo romántico para ese día, aunque tengamos que compartirlo con más de 300 invitados... –Blaine aceptó.
–Es nuestro día, tendremos lo que nosotros queramos.
Tanto Kitty como el gerente suspiraron aliviados. Ese debía ser el lugar de la boda y estaban contentos de que todo hubiera salido como esperaban...
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Matrimonio Por Conveniencia (Glee Seblaine boyxboy)
FanfictionSebastian Smythe quiere ser político, pero para eso necesita una familia. Le encontrarán un marido que le hará cambiar su visión de la vida y, sobre todo, del amor...