Mi cuerpo se siente pesado. A penas empiezo a poner en marcha mi consiente. A penas logro empezar a desprenderme de la somnolencia.
Mis párpados sin embargo, siguen aferrados a la idea de seguir durmiendo. Intento mantenerme firme en esa idea, e intento moverme en mi lugar para acomodarme, cuando siento que algo me impide hacerlo.
En ese instante, mis ojos se abren de golpe y siento una sensación extraña. Intento moverme de nuevo y esta vez, obtengo un apretón a mi cuerpo en respuesta.
En ese instante, las escenas de lo ocurrido anoche vienen a mí. Pasan por mi mente como una película siendo adelantada en cámara rápida y se detiene justo en el momento en que Jaden me pidió quedarse conmigo.
Y ahora, lo recuerdo muy bien todo. Sé que quien me abraza por detrás, es Jaden. El calor que siento es de Jaden, así como la respiración cerca de mi nuca y el brazo y pierna que siento que me aplastan.
Estoy sobre mi costado izquierdo y Jaden me envuelve completamente desde atrás. Nuestros cuerpos encajan a la perfección en esta posición.
Ahora que lo pienso, no sé como sentirme al respecto frente a esta situación. No puedo creer que halla dormido con Jaden. Debo decir, que no fue incómodo en lo absoluto. Fue como si estuviera acostumbrada a dormir con él, en su compañía, desde siempre.
Una sonrisa se me escapa al pensar en ello. Intento moverme de nuevo, y esta vez un quejido profundo suena en la garganta de él. Giro un poco mi cabeza para tratar de verlo, y me doy cuenta que aún parece dormir. Intento moverme una vez más y se vuelve a quejar halándome más hacia su cuerpo.
—Deja de moverte —sus palabras suenan arrastradas y su voz es ronca y profunda.
—Necesito ser menos aplastada —bromeo y mi voz al igual que la suya, suena ronca.
—Pero yo te necesito cerca —vuelve a protestar. Una risa se me escapa y él se acerca más hasta colocar su cabeza entre mi hombro y mi cuello—. Buenos días, amor.
—Buenos días —digo sintiendo cómo mi piel se eriza al sentir su respiración en mi cuello.
—En serio, que madrugadora eres —dice en tono de burla y deposita un beso en mi cuello, haciéndome erizar de nuevo.
—Y tú eres un dormilón —digo y finalmente, logro moverme y quedar de frente a él.
—Solo si se trata de dormir contigo —besa la punta de mi nariz y ante ello, la arrugo.
—¿Cómo vas con esto?— llevo una de mis manos hasta su boca y toco el golpe que le hicieron anoche. Ahora sólo luce un poco rojiza la piel y se puede distinguir un poco el pequeño corte en su labio.
—Duele mucho menos —dice en tono despreocupado. Yo bajo la mano hasta pasarla por el costado donde lo golpearon y donde está el otro moretón. Él se encoge ante mi tacto y se le escapa una risa —.Ya estoy bien, Alys.
—Debo revisar —le doy una sonrisa ladeada y levanto un poco el edredón para tratar de ver su costado. La piel blanca tiene un pronunciado moretón. Estoy a punto de decir algo, cuando él me interrumpe.
—Lo que tú quieres, es verme desnudo —y en ese momento, cuando termina de pronunciar sus palabras, siento el rubor apoderarse de mis mejillas.
Como acto reflejo ante sus palabras, bajo el edredón inmediatamente —¡Claro que no!— chillo apenada.
—No habría nada de malo en eso, pero supongamos que te creo que no querías eso —dice con aire presumido.
Yo río negando con mi cabeza. Cuando levanto mi vista para verlo, una sonrisa cálida se dibuja en sus labios, se acerca un poco y tira de mí hacia él para besarme.
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Del amor al odio [DAAO, LIBRO I] [CORRIGIENDO]
RomanceUn adiós por amor. Un beso por odio. Recibí ambos, y no sé cuál me hizo más fuerte. CRÉDITOS DE LA PORTADA A: @EditorialLatina QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE: 2109039170215