La voz del catedrático se escucha lejana, mientras explica acerca de la geopolítica de los países europeos. Lleva cuarenta y cinco minutos hablando de ello, y no he memorizado siquiera una palabra de lo que ha dicho.
Estoy presente de manera física, pero mi mente vaga perdida en mis pensamientos ajenos a la clase. Estoy directa viendo hacia el frente algún punto fijo en la nada, mi mano izquierda, sujeta una pequeña grabadora de voz que traje para llevar siquiera algo de la clase. No puedo hacer apuntes debido a mi mano lastimada.
El timbre anunciando el fin de la clase, me hace saltar en mi lugar. Pestañeo un par de veces y trato de volver a la realidad. Presiono el botón en la grabadora para detenerla, y torpemente la introduzco en mi bolso. Me quedo esperando unos segundos a que salgan la mayoría del salón y finalmente, me pongo de pie, y cuelgo mi bolso en mi hombro izquierdo para salir.
Salgo del salón y avanzado distraída entre el abarrotado pasillo, intentando no ser demasiado golpeada por los chicos que avanzan acelerados a su próxima clase. Yo tengo otros cuarenta minutos de tratados internacionales, pero no tengo la capacidad en estos momentos para ir a sentarme una hora, haciendo nada, por lo que no asistiré.
Sin embargo, no soy una alumna que le importe un comino sus clases de todo, así que justificaré mi ausencia con el catedrático. De todas maneras el mal semblante que me cargo en estos momentos, me ayudará mucho para fingir estar mal de salud.
Observo la hora. Son las 7:03am.
Juri ya debe haber despertado, así que decido llamarle mientras camino a la salida de este edifico de la universidad. Saco el celular del bolsillo delantero de mi jeans y al encender la pantalla, veo una exagerada cantidad de llamadas perdidas de Jaden. Involuntariamente, me detengo de golpe en mi caminar. Intento pasarlo por alto, aunque eso ya me ha desestabilizado por completo.
Busco el número de Juri para hacer la llamada pero luego de varios intentos, y que su teléfono suene apagado, decido dejar de insistir. Acomodo mi bolso en el hombro y continúo caminando. Empiezo a bajar las gradas en la entrada del edificio, cuando escucho que alguien me llama.
—¡Alyssa! —me detengo y giro lentamente para ver a Esther corriendo para alcanzarme. Se detiene justo a mi lado —.Buen día —me dice sonriente y yo intento devolverle el gesto, pero fracaso por completo.
—No tan bueno —levanto mi mano derecha para que vea mi muñeca vendada, y eso me sirve de pretexto una vez más para mi ánimo.
Hace una mueca de dolor —Mmm ya veo. ¿Fue grave?
—Afortunadamente no. Un día más y estará como nueva —me encojo de hombros y empezamos a descender las gradas.
—Qué bien —me vuelve a sonreír —¿Vas a clases?
—Amm, no. De hecho ya salí de la primera, pero justo iba a casa. No me siento bien para mis otras clases —hago un pequeño gesto de cansancio.
—Entiendo... —se queda unos segundos en silencio, y cuando está lista para hablar de nuevo, su celular suena en su mano. Contesta la llamada y lleva el aparato a su oreja —Hola, Jad —dice en voz alta al tiempo que me sonríe.
Trago duro. Una roca se asienta en mi estómago y me pongo nerviosa. Dejamos de caminar nuevamente, una vez llegamos al final de las gradas.
—Sí, justo ahora me encuentro en la universidad —dice ella serena mientras observa las uñas de su mano libre —.Ah, ¿ Alys? —pregunta y me observa dudosa. Inmediatamente empiezo hacerle señas como loca para que le diga que no estoy con ella. —No, no la he visto, Jad —dice tan natural que estoy segura él le creerá perfectamente. La escucho decir unos monosílabos más, se despide y luego cuelga la llamada.
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Del amor al odio [DAAO, LIBRO I] [CORRIGIENDO]
RomanceUn adiós por amor. Un beso por odio. Recibí ambos, y no sé cuál me hizo más fuerte. CRÉDITOS DE LA PORTADA A: @EditorialLatina QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE: 2109039170215