CAPITULO 46

745 67 71
                                    



La pesadez me invade por completo. Cada músculo de mi cuerpo se siente débil y un poco adolorido. En especial mis piernas.

A pesar que estoy más dormida que despierta, una sonrisa boba se pinta en mis labios al recordar lo de anoche. Me muevo un poco en mi lugar, echándome la cobija encima hasta el pecho e inmediatamente, siento el aroma a Jaden. Suspiro profundo y me giro sobre mi costado en busca de su cuerpo para abrazarlo, pero me voy en blanco y abro los ojos de golpe.

No está. El espacio a mi lado está vacío.

Frunzo mi ceño y enderezo mi postura, recargándome con los codos sobre el colchón —¿Jaden? —pregunto en voz alta hacia la nada. Ni siquiera sé por qué lo hago.

La habitación está a oscuras. De seguro es de madrugada. Me muevo hacia el otro lado, en dirección a la mesita de noche en busca de mi teléfono o un reloj. Para mi sorpresa mi bolso está ahí, así que, busco mi celular y verifico la hora. Son las 3:28am.


«¿Dónde está Jaden?» la pregunta en mi subconsciente me provoca ansiedad «No otra vez. Por favor, no» me repito mentalmente recordando la última noche que estuve aquí.


Me siento sobre la cama y muerdo mi labio inferior, dudosa o asustada, no lo sé. Veo el borde de la cama y ahí está su camiseta. La que llevaba anoche. Debe haberse levantado al baño. 

Me muevo sobre la cama hasta tomar la camiseta y me la pongo, ya que aún estoy desnuda. Cuando meto mi cabeza y luego paso los brazos, me rozo la zona en donde tengo la pequeña herida de ayer. La reviso y me doy cuenta que está descubierta. La gasa debe haberse quedado en la cama, así que no le tomo importancia.

Me pongo de pie y decido salir de la habitación. El pensamiento de revisar el baño, se cruza por mi mente; sin embargo, me dirijo a la sala y pego un pequeño brinco, cuando veo a Jaden sentado en el sillón con aire distraído y una lata de cerveza en la mano.

Ahora sí que no entiendo nada. Me acerco a él lentamente —¿Jad, está todo bien? —pregunto en voz baja y parece que lo asusto ya que da un respingo y me observa sorprendido.

Frota su cara con la mano libre y se aclara la garganta —¿Te desperté?

Termino de hacer mi camino hasta él y me siento a su lado —Me he despertado sola —me encojo de hombros. Lo observo un poco, y veo que está completamente vestido. Sus jeans, sus botas caterpillar, una camiseta y su chaqueta de cuero.— ¿Saliste algún lado?— no puedo ocultar la afirmación que pretendo sea pregunta.

Sus ojos buscan los míos y tienen algo extraño. Algo que parece decepción o desesperación —Trabajo —dice con una sonrisa que no toca sus ojos. Ahora que me habla de cerca, puedo sentir el olor a alcohol en su aliento.

—¿Jaden has estado bebiendo? —ignora mi pregunta y se limita a terminar lo que queda de su cerveza.— ¿Qué sucede?— pregunto preocupada cuando en realidad debería estar molesta —¿Estuviste con él? ¿Fuiste a ver Aguilar? 

—Alys..., solo vuelve a la cama —es lo único que dice en un tono cansado y ni siquiera me observa ahora. Abro mi boca con indignación.

¿Esto es lo que iba a tener que soportar? ¿Esto es lo que elegí?

Suspiro profundo para tratar de mantener el enojo a raya. Solo necesita tiempo y espacio, y creo que yo también. Me imagino que para él son muy difíciles las cosas, así que no voy a pelear ahora. Me obligo a ponerme de pie y me cruzo de brazos.

Del amor al odio [DAAO, LIBRO I] [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora