—A-Alyssa... —luce completamente atónito. Se ha quedado sin habla por completo. Estoy segura que lo que acabo de decirle, le cayó como balde de agua helada—. No sé qué decirte...
—Tú y yo, ya no tenemos nada que hablar. Si ya lo sé todo, ya no hay secretos entre nosotros, ¿verdad? —las últimas palabras la digo con un notorio sarcasmo.
—¿Desde cuándo lo sabes? —sus hombros están decaídos y su expresión tiene un gesto torturado.
—Me enteré en la madrugada. Por eso salí huyendo de tu apartamento. ¿Y quieres llamarme cobarde por eso? Bien, hazlo. Pero no soy la única que ha huido. ¿Dónde estabas? No pasaste la noche en el apartamento, ¿o me lo vas a negar? —aprieto mis dientes intentando contener el enojo. Él abre su boca para hablar pero no dice nada—. ¿Estabas con él?— pregunto con el nudo en la garganta.
—No —responde seguro y su mandíbula se tensa un poco.
—¿¡Dónde estabas, Jad!? Solo dilo. Ya no me mientas —mi voz es temblorosa.
—Solo fui, a conducir por ahí. Sin rumbo alguno. Necesitaba distraerme. Sentía que estar encerrado en el apartamento me asfixiaba. Intenté dormir en el sillón, pero aparte de lo incómodo que resultó, no tenía absolutamente nada de sueño. Salí del apartamento cuando eran cerca de las cuatro, y regresé exactamente una hora después y no te encontré.
Lo observo atenta a cada expresión que utiliza en su rostro mientras habla, pero no sé si creerle lo que dice —Tampoco podía dormir. También yo sentía que me asfixiaba estar en ese lugar. No sabía cómo reaccionar cuando leí esas notas en el sobre...
—¿Buscaste la caja de nuevo? —él me interrumpe, y me doy cuenta que me delaté.
Tomo una inspiración profunda —Pudiste habérmelo dicho en tantas ocasiones. Tuviste esas notas todo el tiempo y jamás quisiste decirme.
—Alys, por favor necesito...
—¿Necesitas que te escuche? —lo interrumpo de golpe y luce sorprendido —Tuviste tanto tiempo para que te escuchara. Te habría escuchado aunque no tuviera el suficiente valor, pero ya no quiero hacerlo. Yo tuve que darme cuenta por mí misma, de eso que tú me ocultaste todo este tiempo —aprieto mi mandíbula, y lo señalo con el dedo índice de mi mano derecha, en un gesto acusador.
—Juro que iba a decírtelo...
—¿Cuándo? —lo interrumpo nuevamente —¿Cuando Aguilar me enviara la próxima fotografía? ¿Cuándo te viera con mis propios ojos estrechando su mano haciendo trato?— ahora estoy furiosa, o a punto de volverme loca de histeria —¿Cuándo ibas a tener el valor...
—¿El valor para herirte? ¡Eso nunca! —ahora es él quien me interrumpe—. ¡Por Dios, Alyssa! ¡No creas que esto ha sido lo más fácil del mundo para mí! ¿Tienes idea de cuántas noches no he podido dormir, por pensar en que este momento llegaría? ¡Te oculté la verdad no porque fuera un maldito cobarde! ¡Lo hice porque no podía soportar tener la imagen de tu rostro, como lo está justo ahora! —cuando menos me lo espero, avanza hasta mí y ahueca mi rostro en sus manos —No tienes idea del pánico, del terror que siento a que me odies. No tienes idea de lo que me está matando, la manera en que me miras.
Su respiración es agitada y podría jurar, que su voz se está quebrando. Suena dolido o furioso, no lo sé. ¿De qué manera lo estoy viendo?
Mis ojos lo observan con desesperación y quiero alejarme de su toque, pero no puedo. Extrañamente no puedo.
—Solo dime..., ¿por qué? ¿Por qué no me dijiste desde un principio? Pudiste ahorrarme toda esta agonía —llevo mis manos hasta sujetar sus muñecas y alejar sus manos de mi rostro.

ESTÁS LEYENDO
Del amor al odio [DAAO, LIBRO I] [CORRIGIENDO]
RomanceUn adiós por amor. Un beso por odio. Recibí ambos, y no sé cuál me hizo más fuerte. CRÉDITOS DE LA PORTADA A: @EditorialLatina QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE: 2109039170215