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Yeriel

Yo no soy rencorosa, para nada. Pero cuando se trata de ese chico, tengo mis razones para tenerle ese tipo de sentimiento.

A Taehyung lo detesto desde el último día de clases, cuando me dí cuenta del tipo de persona que era. Además quebró mis lentes que costaban un montón de dinero, que por cierto, mi padre lo terminó pagando en tres cuotas.

Yo detesto a Taehyung por todo lo que me hizo en el pasado, pero ahora en el presente debió haber cambiado. Pero eso no me interesa.

Por otro lado, tengo que aguantarlo. Se volvió amigo de mi hermano, me entere hace unos días. Ahora, lamentablemente lo debo soportar cada vez que venga al departamento y lo más probable en la universidad.

Ya era tarde cuando estaba en el departamento y los chicos se quedaron a jugar overwatch en la habitación de Jimin, me habían ofrecido estar con ellos pero no soy buena jugando eso —de hecho, muy mala—, así que preferí encerrarme en mi dormitorio y seguir editando fotografías antiguas en el computador.

Estaba tan concentrada perfeccionando las imágenes que cuando mi celular sonó me asusté por el repentino sonido de este. Lo tomé y desbloquee la pantalla, era un mensaje de un número desconocido.

Unknow👤

Terminaste tu relación y ya no tienes amigos. Eres tan penosa que tu hermano te invita a sus salidas con los suyos para que no te quedes sola.

Fruncí el ceño al leer ese mensaje, no entendía nada. Era de "x" persona que posiblemente no conozca, porque ¿Quién más podría ser? Le resté importancia y dejé el móvil de lado, continuando con lo que estaba haciendo antes de recibir aquel mensaje.

— Yeriel, los chicos están viendo una película ¿Quieres cocinar conmigo?

Apareció Jin en el umbral de la puerta, tomándome por sorpresa. Me quité los lentes, froté mis párpados y coloqué mis gafas. Luego apagué la laptop y guardé la cámara en la funda.

— Vamos.

Me levanté de la cama y seguí a Jin hasta la cocina. Y cómo yo soy un cero a la izquierda cocinando, solamente lo ayudé con cosas simples.

— ¿Y que película están viendo? —pregunté, mientras cortaba una cebolla.

— Chucky —respondió concentrado.

— ¿Es enserio? ¿Chucky? Te comprendo, yo haría lo mismo que tu, la encuentro aburrida.

No estaba concentrada en lo que estaba haciendo cuando siento un ardor inmenso en mi índice. Miro en dirección a la tabla de picar y habían gotas de sangre. Por alguna extraña razón no sentí la necesidad de llorar cuando me corté. Porque siempre que tengo estos tipos de accidentes soy lo más alharaca que puede existir en el mundo, eso es raro.

— Jin, me corté el dedo —le aviso, Jin se giró y vió mi dedo, el cual estaba sangrando. Sus ojos estaban por salirse de si por abrirlos tanto.

— ¡Yeriel eso es mucha sangre! —exclamó impresionado, yo rodeé los ojos por lo exagerado que estaba siendo— Espérame, ve a la sala. Iré por el botiquín y curaremos ese dedo.

Seokjin sacó una torre de servilletas y las colocó encima de mi índice izquierdo y me empujó hacia la sala, sentándome en el sofá.

— Exagerado —musité mientras sacaba las servilletas sobre mi dedo, miré la herida, que no paraba de sangrar—. Bueno, quizás no tanto.

Estuve casi cinco minutos esperando, estaba demorando mucho como para ir a buscar el botiquín solamente.

Me iba a levantar para ir a buscar el botiquín yo misma, quizás los chicos llamaron a Jin y se quedó con ellos. Pero en eso, aparece Taehyung con una caja plástica de color azul con una cruz roja en medio.

— ¿Y dónde está Jin? ¿Que haces tú con eso? —pregunté con voz demandante, señalando con la mano hacia la caja.

— Jin pidió que alguien te limpiara ese dedo porque le daba "cosa" hacerlo —explicó, fruncí el ceño al escucharlo.

Entonces me levanté del sofá y caminé hacia el, le arrebaté la caja y me devolví a dónde estaba antes, el me miró mal. Abrí el botiquín con una mano y mi boca, saqué lo único que iba a usar para curar mi herida, luego eché alcohol sobre el algodón y comencé a limpiar mi dedo de manera bruta.

— Oye eso lo iba a hacer yo —reclamó como un niño de cinco años.

Pero yo lo ignoré y seguí limpiando. Luego saqué un curita, que tenía un diseño muy peculiar, de pororo para ser más precisa y lo coloqué sobre el corte.

— No soy una mediocre como para no saber hacer algo tan simple —dije molesta, dejé el botiquín a un lado y me paré—. Debo seguir cocinando.

— No pequeña, tú no me ayudarás. Con ese corte que te hiciste en el dedo es suficiente, no quiero más ayuda —habló Jin de la nada, entrando a la cocina.

Bufé molesta y lo seguí, me senté en un taburete que había ahí y me apoyé en la mesa, observando cada movimiento del chico alto. Después entró Taehyung y se colocó al lado de Jin para ayudarlo con lo que yo estaba haciendo antes de que ocurriera aquel pequeño incidente.

— ¿Y cómo te encuentras? —me preguntó Jin, yo fruncí el ceño al no entender la pregunta.

— ¿A qué te refieres con eso? No entendí.

— Ya sabes, Seungho...

— Estoy bien, en realidad no sé como me debería sentir. Pero no estoy mal ¿Sabes? Lo único que me afectó fue...

Había olvidado que Taehyung estaba con nosotros cuando comencé a explicarle a Jin mi situación. Estaba a punto de decir exactamente lo que me había dicho Seungho cuando justificó el porqué de nuestra ruptura.

«Encontre a alguien mucho mejor que tu»

— ¿Y que fué lo que te afectó...? —Preguntó Jin, para que continuara contándole.

— Sólo un par de cosas feas que me dijo, eso. —Finalicé.

Miré a TaeHyung quién escuchaba atentamente nuestra conversación, arqueó su ceja y me miró con una sonrisa socarrona. Estúpido.

— ¿Tuviste novio? —me preguntó.

— Sí, era un chico bastante atento con Yeriel, pero de la nada... —respondió el mayor por mí, a lo que yo tuve que detenerlo. De seguro si seguía explicándole a TaeHyung iba a burlarse de mí como lo solía hacer antes— fue un plot twist.

— SeokJin, creo que es suficiente con eso. Y tú —señale con el índice a Tae—, no te entrometas.

Luego de eso, hubo un silencio algo incómodo. En mi mente estaba planeando irme a mi habitación, pero cuando estaba a punto de levantarme del taburete, Jin comenzó a hablar.

— Oye, cuando te fui a ver a tu habitación estabas editando fotografías ¿Volviste a hacer sesiones? —preguntó, pero yo negué con la cabeza.

— No, de hecho son fotos antiguas. —respondí desinteresada.

— ¿Haces fotografía?

— Sí.

— ¿Me podrías hacer una sesión algún día?

Enserio TaeHyung estaba comenzando a ser un fastidio para mí.

ET IRIS (Taehyung) (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora