ET IRIS (Taehyung) (sin editar)

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Yeriel.

— Yeri, no te quería contar pero... Estos días que no estabas, tu ex venía a preguntar por tí. —dijo Taemin mientras ordenaba las sillas del local, ya estábamos cerrando. Jinyoung que estaba detrás de él, le pega en la nuca y este se quejó— ¡Auch!

— Quedamos en no contarle nada para no preocuparla, idiota —espetó.

Sonreí levemente al escuchar a Jinyoung decir eso, es muy agradable saber que se preocupan de mí. Sobretodo si los conozco hace poco, incluso si esas palabras las pronuncia Jinyoung porque es muy difícil que demuestre cariño de manera tan libre.

Y Taemin es todo lo contrario; un chico muy extrovertido y tierno. Es como una especie de Hoseok y Jimin juntos, o al menos yo lo veo así.
Es muy comprensivo y tiene demasiada paciencia en todo.

Creo que no me arrepiento de haber entrado a trabajar a este lugar, conocer a estos dos chicos cambio algunas cosas en mi vida.
Cuando conoces gente nueva, siempre cambian tu forma de ver algunas cosas o de pensar y eso ha pasado con ellos, claro que de una manera positiva.

— ¿No tienes miedo? —me preguntó Taemin. Dejé de limpiar la mesa y lo miré pensativa.

— Digamos que estoy alarmada, pero ahora no tengo miedo —encogí mis hombros.

— Woah~ eres muy valiente —Jinyoung sacudió mi cabello—. Soy un padre orgulloso.

Los tres reímos por la broma que acaba de hacer y seguimos limpiando hasta que ya terminamos. TaeHyung ya había llegado y los chicos me dijeron que solamente me fuera, ellos iban a cerrar las puertas y activar el sistema de seguridad.

— ¿No se apareció?

Preguntó el castaño, yo negué.

Íbamos caminando luego de bajar del transporte público. El camino era algo silencioso e incómodo, en ese momento deseé tener mis audífonos, pero estaban en el departamento y además ya no sirven.

Que penoso.

Luego recordé lo que sucedió en la tarde, cuando nos encontramos con Yoora y dijo cosas que nos puso en aprietos.

— Oye, sobre lo que dijo Yoora... —mencioné, pero fuí interrumpida de inmediato por él.

— No te preocupes, Yoongi habló conmigo. Tampoco es como si pensara mal de ti por eso, ¿pero enserio me odiabas?

— ¡Nunca! Vaya, el odio es un sentimiento muy feo y fuerte. No puedo odiar a alguien por haberme rechaza... Digo, tratado como lo hiciste. Esas cosas suelen ocurrir en la adolescencia. Además, quedamos en olvidar eso Taehyung —contesté nerviosa, el me miraba e intentaba no reírse de mí.

Todos me ven de esa manera cuando estoy nerviosa.

— Tienes razón, pero más de una vez vamos a recordarlo sin que nosotros queramos —dijo con razón.

— Cierto.

Las calles estaban casi sin gente, nosotros caminabamos a paso lento y estábamos por llegar.
Y lo único que quería era estar adentro del edificio, por alguna razón ya me sentiría más segura.

Porque ahora, en este momento siento que alguien nos viene siguiendo y pienso que es Seungho.

Mi corazón comienza a acelerarse y mis manos sudan por el nerviosismo.

Jinyoung, siéntete orgulloso ahora.

Volteo a ver si hay alguien y a lo lejos ví una silueta escondida detrás de un árbol, asomándose.
Miro de inmediato hacia adelante y me aferro al brazo de Taehyung, no sé, tratando de sentirme más aliviada.

— ¿Que te ocurre? —pregunta el castaño mirándome con extrañeza— ¿Está acá?

— No lo sé, pero caminemos rápido por favor —pedí.

No sé como de un momento a otro comencé a sentirme tan asustada si antes estaba despreocupada por ello.

Cuando al fin llegamos, me quité las zapatillas, caminé hacia el sofá de la sala para lanzarme en el y descansar.
Cerré mis ojos y sentí como una lágrima derramó sobre mi mejilla, la limpié de inmediato al escuchar cerca los pasos de TaeHyung.

— ¿Quieres que me quede? Jimin dijo que volvería mañana en la mañana y Jin debe estar en casa de sus padres —comentó él.

Cierto, olvidé que Jimin estaría afuera con su grupo de baile, una mini gira que harían.
Como podía olvidar eso, ahora sé que con los problemas que tengo sobre mí me impiden estar conectada en la tierra.

Yeriel, bájate de las nubes de inmediato.

— Creo que sería buena idea, luego de lo que ví en la calle... ¿Crees que estoy delirando? No sé, de tantas cosas que han pasado... —movía mis manos tanto de lo nerviosa que me sentía.

— Hey —me tomó ambas muñecas y me miró fijamente—, primero que nada deberías calmarte. Desesperarte en un momento así no te servirá de nada.

Suspiré cansada y relajé mis hombros, dejándolos caer.

— Lo sé, pero ¿Que busca tramar haciendo ese tipo de cosas?

— Esto está buscando —me soltó las muñecas que aún me sostenía y me señaló—, que estés vulnerable. No dejes que te haga eso.

— Pero tengo miedo.

Ya lo dije, lo dije, lo dije, lo dije. Revelé lo que ni yo sabía que sentía hace unos minutos.

TaeHyung me abrazó de manera tan inesperada, pero me sentí aliviada. Aliviada porque necesitaba apoyarme  en alguien, no soportaba esconder algo tan inmenso.

— Estoy aquí. Yo estoy a tu lado, puede que no seamos tan cercanos aún pero no estás sola —dijo mientras que con una de sus manos acariciaba mi cabello.

Al principio, pensé que la llegada de Taehyung iba a ser un punto en contra mío. Pero con el paso de los meses algo cambió.

— Muchas gracias por esto —dije al separarnos, el me sonrió y sacudió mi cabello como Jinyoung lo había hecho.

— Bien, creo que deberíamos hacer algo. Sé que estás cansada pero ahora podemos ver algo de televisión mientras comemos algo que te gusta, ¿que te parece? —propuso mientras caminaba hacia la cocina, yo lo seguí detrás.

— Buena idea pedazo de moco.