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Park Yeriel.

La película ya había acabado, pero con Taehyung  nos quedamos por la simple razón de que talvez hayan escenas post créditos.
Miré a mi alrededor y no había casi nadie en la sala, de hecho, había entrado una persona a limpiar acá adentro para la siguiente función.

— No han dado nada, que decepcionante —murmuró el, yo asentí concordando con lo que dijo.

— Ya deberíamos irnos —dije, me estaba por levantar pero el me jala el brazo y hace que me siente de nuevo. Taehyung sonríe como un niño pequeño y travieso, fruncí el ceño al no entender— ¿Que sucede?

— Podríamos quedarnos para ver la otra película —propuso emocionado.

— Pero debemos ir a comprar más tickets... Oh, ya entendí.

Quiere que nos quedemos acá, sin pagar ni nada.

— Entonces si quieres eso, dile a la chica que está limpiando la sala para que no nos delate.

Taehyung asintió repetidas veces y se levantó de inmediato, vaya que está emocionado.
Yo lo observaba con poca fe, ya que una vez traté de hacer eso... Bueno, como dos o tres veces y no lo logré, fué un fracaso.

Tae se devolvió, pero esta vez no se sentó, hizo un ademán para que lo siguiera. Pensé que nos iríamos, pero nos sentamos en otras butacas, unas que estaban al lado de la pared, esas dónde la gente no suele sentarse.

— ¿Porque acá? Desde aquí no se ve como en el centro.

— Es para evitar problemas con las personas que vayan a entrar —respondió mientras se acomodaba.

En unos minutos la gente comenzó a ingresar y luego de la publicidad empezó la película. Una muy aburrida por cierto.

Miré por el rabillo del ojo a Taehyung, quién se veía concentrado mirando la gran pantalla y por otro lado estaba yo, quién está a punto de quedarse dormida porque me estaba aburriendo.

Uno, dos, tres ovejitas... Me dormí.

De a poco comencé a abrir los ojos debido a las pequeñas y delicadas punzadas que sentía en mi nariz, y  luego en mi mejilla. Taehyung me estaba picando con su índice para despertar.
Estaba recargada en su hombro y desde mi perspectiva la cara de él se veía muy graciosa.

— ¿Ya acabó? —pregunté con voz somnolienta, él asintió.

—Sí —contestó—. Roncaste desde que te quedaste dormida, todos estaban quejándose y...

¿Qué? ¿Yo? ¿Roncar?

Me endereso sobre la butaca rápidamente y lo miro con las cejas alzadas, avergonzada.

— ¿Enserio hice eso? —pregunto con vergüenza, el sonríe con burla y asiente de nuevo— Ay...

— ¡Es broma! —exclamó y yo lo miré mal, entonces comencé a pegarle por su bromita de adolescente.

— Eres como un grano en el...

No terminé de hablar porque me interrumpió.

— Mocosa grosera —regañó, lo miré fulminante—. En fin, deberíamos irnos a casa, ya es tarde.

— Concuerdo con eso —dije mientras me estiraba, luego me levanté—. Vamos.

En la sala quedaba gente aún, pero poca. Salimos del lugar y comencé a sentir frío, no era tan tarde pero la temperatura bajó un poco.
Durante el camino a casa, iba observando los árboles. Las hojas estaban empezando a secarse y algunas caían al suelo suavemente.

ET IRIS (Taehyung) (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora