ET IRIS (Taehyung) (sin editar)

Epílogo

31 de Diciembre, 23:25.

La recuperación fué lo más rápido de lo que pensé. Y milagrosa también.

Los chicos me llevaron al departamento y cuando llegamos había una fiesta sorpresa que habían preparado para mí.
Aunque no era tan sorpresa, ya que Jungkook me contó en el camino porque no aguantaba la emoción y lo terminaron regañando.

En fin, estaba tan contenta de volver luego tanto sufrimiento.

Seungho falleció cuando nos encontraron en el bosque, se suicidó luego de dispararme. Y Hyemin, ella desapareció y recientemente la encontraron, ahora está presa.
Realmente no quería saber más de eso, me ha afectado tanto que lo único que quiero es dejar eso atrás. Guardarlo en una caja y enterrarla mil metros bajo tierra.

Ahora, estábamos en plena celebración, los chicos y yo.

«¿Dónde está? —Le pregunto a SeokJin»

«En el departamento»

Taehyung y yo... dejamos de hablar entre nosotros. No lo sé, de repente sucedió y ya.
Eso me tiene triste y con una nube dispersa en mi mente no me deja pensar con claridad en el porqué.
Pero lo extraño tanto, demasiado. Quiero volver a los buenos tiempos cuando las cosas estaban bien entre nosotros y no habían problemas.

Hoy era el último día del año, también era su cumpleaños. Le pregunté a los chicos porque no estaban con el, ellos dijeron que no tenía ánimos de celebrar un año más.

Estaba tan consumida en mis pensamientos que al sentir el tacto de Namjoon en mi muñeca me sorprendió.
Me llevó a un lugar alejado de los chicos para que no escucharan. Su cara era totalmente seria y eso me estaba comenzando a preocupar.

Namjoon me comentó que estaba muy preocupado por Taehyung, porque lo veía decaído.

«Tae está muy mal. Ninguno de los chicos te lo ha querido decir, pero desde que dejaron de comunicarse entre ustedes ha estado así. Creo que deberías ir a verlo. Porque yo sé que el te extraña tanto como tú a él»

Desde ese momento no dejé de pensar en las palabras de Nam.

Faltaban veinte minutos para que fueran las doce y los chicos bajaron para ir a ver los fuegos artificiales. Yo les dije que bajaría en un momento así que se adelantaron.

Bajé al primer piso y salí del edificio. Caminé hasta el parque que se encontraba cerca, harían un show de pirotecnia.

Faltaban diez minutos para las doce.

Caminaba con parsimonia, sabía que no debía llegar hasta allá pero aún así iba hacia la multitud.

Entonces me detengo.

«Yo sé que el te extraña tanto como tú a él»

¿Voy? ¿Debería darme la vuelta y volver al edificio? ¿Decirle que lo extraño? Seguramente Namjoon se ha equivocado.

Yoongi se detiene a mi lado y me mira.

— Deberías devolverte. Y deprisa.

Tenía razón.

Me giré sobre mis ya y comencé a correr lo más rápido que podía, hasta que llegué al edificio de vuelta. Caminé con rapidez hacia el ascensor, pero como se demoraba y no tenía todo el tiempo del mundo —en realidad si había tiempo, no todo el tiempo del mundo, pero si era paciente... Aunque ahora estoy ansiosa—, corrí hacia las escaleras.

Las subía lo más rápido, a veces de dos en dos.

¡Cuatro!

En el último escalón en subir casi caigo, por suerte eso no sucedió y seguí corriendo en el pasillo.

¡Tres!

Joder, de seguro el doctor me va a regañar por mi pie, aún no está del todo sano.

¡Dos!

Llegué hasta la puerta, inserté la clave e ingresé al departamento de los Kim.

¡Uno!

No había nadie en la sala, fuí a las habitaciones, cocina e incluso baño. Pero no estaba.

Hum, ¿no se supone que el estaría acá? Volví a la sala y me dirigí a la pequeño balcón que tenían, estaba viendo los fuegos artificiales con tristeza.

— Quería verlos con él —murmuro apenada.

La pirotecnia había finalizado, entonces entré a la sala. Arrastraba mis pies, miraba el suelo cabizbaja. Pero algo me hizo detenerme, había chocado con algo.
Por un momento creí que era con la pared, pero al ver que las murallas no usaban pantalones negros y zapatillas elevé la vista.

Ahí estaba él. Su cabello ya no era rojo, había vuelto al castaño, era rizado y le había crecido.

Me quedé muda al verlo, ninguna palabra salía de mi boca y la de él tampoco.
Nos quedamos mirándonos uno al otro por no sé cuánto tiempo, perdí la noción.

Hasta que el habló.

— ¿Me extrañaste?

Asentí.

Creo que eso fué suficiente como para quebrar la distancia entre nosotros.
Luego de mucho tiempo volví a sentir sus labios sobre los míos, moviéndose de una manera tan dulce y delicada.

Mis brazos habían rodeado su cuello, estaba de puntillas abrazándolo. Pero él me levantó y ahora mis piernas estaban rodeándolo. Sostenía mi cintura mientras el caminaba hacia su habitación.

Abrió la puerta con torpeza e ingresamos. El se sentó en el borde de la cama y yo quedé sentada sobre sus piernas mientras seguíamos besándonos.
Taehyung acariciaba mi cintura sobre mi blusa, pero después sus manos bajaron lentamente hasta que sentí sus frías manos tocar mi piel que comenzaba a erizar.

Un escalofrío recorrió por todo mi cuerpo, pero se sentía bien. Me gustaba esta sensación.

De repente ya no me encontraba sentada sobre el. Ahora estaba recostada sobre la cama, con el encima mío.
El beso que había comenzado en los labios, empezó a descender. Primero la comisura, la mejilla y de la mandíbula hasta mi cuello.

Suspiré al sentirlo besar ahí. Pero ahora alejó su cara de ahí, entonces abrí mis ojos el me estaba mirando y los de él brillaban.