ET IRIS (Taehyung) (sin editar)

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Yeriel estaba impresionada al verla, ella creía que sería aún más mayor, pero no, era todo lo contrario.
Jihye era una mujer de treinta y ocho años, aunque aparenta menos edad. Era casi de la misma estatura de su sobrino. Cabello castaño y piel de un tono bronceado, similar al del pelirrojo.

Ella los recibió con una sonrisa muy cálida y al ver a TaeHyung lo abrazó de inmediato.

— ¡Cuánto creciste TaeTae! ¡Te extrañé demasiado! —exclamó con felicidad. Luego de abrazarlo cambió su expresión por una seria y saltó para rodear su brazo alrededor  del cuello del pelirrojo y formó un puño  para frotarlo sobre la cabeza de él— ¿Tanto tenías que demorar en venir acá? Aishh... Eres un mocoso. ¡Meses esperándote y tú no venías!

—¡Ay! Tía por favor... —Taehyung se quejaba mientras reía y trataba de que ella lo soltara.

Cuando finalmente lo hizo miró al lado de él, dónde estaba Yeriel jugando con los dedos de sus manos.

— ¡Taehyung por fin traes una novia! Hola ¿Cómo te llamas? —preguntó ella.

— Ella es...

— Ah, hola me llamo Yeriel... Un gusto —hizo una reverencia, JiHye sonrió. Yeriel le pareció muy agradable al instante.

— Que tierna... ¡Pasen por favor!  —se hizo a un lado, dejando pasar a ambos.

Yeriel fué la primera en entrar, y al ver los interiores de la casa quedó impresionada por lo tan lindo que se veía.
Las paredes estaban adornadas con cuadros de pinturas muy bellos, fotografías de todo tipo.

— Su casa es muy linda —murmuró mientras seguía observando.

— Claro que sí, es muy bella —dijo contenta, luego miró a Taehyung —. Oye, deberías llevar a Yeriel a guardar sus cosas.

— ¿A la habitación de invitados?

— Esa habitación ya no existe, la estoy transformando así que llévala a la tuya —ordenó.

Park Yeriel.

Ahora tengo que dormir en la misma habitación que él. ¿Qué es esto? Probablemente la nueva forma de tortura para mí. O es una señal de que deba hablar con el pronto, veámoslo de esa manera para no sentirme tan ¿mal?, diablos, ya no se lo que pienso. Esto es horrible.
Detesto sentirme atraída por alguien, mejor dicho, detesto sentir cosas por alguien. Porque mi mente es como una neblina que hace que no vea con claridad las cosas y me confundo aún más.

Siempre pienso en exceso y eso me hace mal porque la mayoría de las veces eso me perjudica.
¡Pero es imposible no pensar tanto! Es muuuuy imposible para mí, difícil, complicado, y todos sus sinónimos.

Entramos a su habitación, era amplia y lo primero que ví fué un saxofón que se encontraba en una esquina.
Las paredes de su dormitorio eran de un color celeste grisáceo. Frente a su cama había un escritorio y una lámpara pequeña.

— Bueno, puedes dejar tu bolso dentro del closet. Y...

No le estaba prestando atención a él luego de que me fijé en un porta retratos que había en el escritorio. Caminé hacia él y lo tomé.
Era Taehyung cuando pequeño, y no estaba solo. Era una fotografía familiar, estaban sus padres, su hermano y el, muy adorable.

— Es una fotografía muy linda —murmuré mientras seguía observando. Di un pequeño salto por el susto que pasé, Taehyung se puso detrás mío y apoyó su mentón sobre mi hombro para ver lo que yo veía.

— Mis padres y mi hermano mayor... Creo él que en un par de meses vendrá con mis sobrinos —habló con ilusión, refiriéndose a su hermano.

Giré sobre mis talones, quedando en frente de él pero retrocedí unos pasos para evitar tanta cercanía.
Mordí mi labio inferior por nervios y llegué a tronar los huesos de mi mano. Si mi padre estuviera acá, me regaña por hacerlo ya que no le gusta.