ET IRIS (Taehyung) (sin editar)

15

Yeriel.

- Yeriel, despierta.

Sentía pequeños golpes en mi hombro, una voz grave y varonil se escuchaba muy cerca de mi oído.
Pero no quería despertar, aún tenía sueño.

- ¡Nos vamos a morir!

- ¿¡QUÉ!? -grito justo cuando despierto. Miro a mi lado, TaeHyung se estaba riendo de mí. Era una jodida broma. Fruncí el ceño y apreté mis labios en desaprobación, me acerco a él y le empiezo a pegar manotazos-. Eres un estupido ¿lo sabías?

- No lo soy. Pero debiste ver tu cara, fué gracioso.

- Para tí lo fué. Yo tuve un accidente automovilístico a los diez -suspiro profundamente y miro mis zapatillas-, yo casi...

Cubrí con mis manos mi cara y comencé a sollozar. Sentí una mano ajena a la mía en mi espalda, consolandome. Él estaba a punto de abrazarme cuando quise detener mi venganza así que comencé a reírme. No quería mucho de su contacto físico.

- N-no lo sabía, enserio. Y-yo... ¡Joder te estás riendo!

Taehyung comenzó a reírse, se notaba que sentía culpa al hacerme esa broma pero al devolverle la jugada, se alivió.

- Debo admitir que eres buena en eso. Pero en realidad si tenemos un accidente, el único herido aquí es el auto -confesó.

Abrí la puerta del auto y salí de este, Taehyung me siguió. Hice una vista panorámica y salía mucho humo de color negro y el olor me hacía toser.

- Que asco. ¿Que vamos a hacer? -pregunto- Digo, estamos en medio de una carretera y ya es tarde.

- Deberíamos caminar hasta encontrar algo y pedir ayuda. Mi celular no tiene batería, ¿y el tuyo?

Encogí mis hombros y entré al auto, de la guantera saqué mi móvil y revisé.

- Setenta porciento y sin señal.

Por primera vez, ambos estábamos de acuerdo en algo y decidimos caminar hasta encontrar alguna gasolinera o algo por el estilo.
El camino se hacía muy largo y mis pies comenzaban a doler. Por suerte todos los bolsos y otras cosas estaban en el vehículo de Jin y no en este.

- Creo que va a llover -murmura el castaño mientras arrastraba sus pies, parecía estar sin ganas.

- Tae, no digas estupideces.

- ¡Omo!, ¡me acabas de llamar Tae!

- ¿Enserio?, creo que te dije Taehyung. Estás sordo.

- No, yo escuché Tae. Además acabas de decir "creo", entonces no estás segura de lo que dijiste. ¡Já! -se burló con una risa que me causó un poco de gracia, parece un niño.

El momento fué interrumpido cuando comencé a sentir gotas sobre mí, por todos lados. Mojaban mi cara, mi pelo y mi ropa. A mis lentes les vendrían muy bien una especie de limpiaparabrisas para los cristales por cada vez que cae una gota sobre estos.

- Con que "Tae ni digis istipidicis" -remeda con torpeza, yo lo miro mal.

- ¿Acaso estás remedando?