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Hace un par de días atrás fué el cumpleaños de Jimin, quién no pudo celebrarlo con sus hermanos y amigos debido a la gira que ya estaba por culminar.

Y hoy, era el cumpleaños de Yeriel.

El día fue normal para todos, hasta que Jihyun se levantó y fué a despertar a Yeriel para desearle feliz cumpleaños, pero se asombró al ver que ella no se encontraba en su dormitorio.

La buscó por todo el departamento, pero no estaba. Llamó a su celular pero no contestaba, así que se contactó con Jungkook y Namjoon para preguntarles si ella estaba con ellos, pero no.

Luego llamó a Yoongi, Seokjin, incluso a Hobi pero ninguno se encontraba con ella. Después recordó que no habló con Taehyung.

— ¿Hyung? ¿Yeriel está contigo?

— No ¿Por qué?, ¿desapareció? —preguntó alarmado.

Jihyun guardó la calma, ya que podría estar exagerando así que calmó a Taehyung, haciéndole pensar que no era nada.

— Creo que yo estoy equivocado, debió salir y no llevó su celular —murmuró.

Cortó la llamada y lanzó su móvil al sofá.

¿Dónde estará Yeriel?

La cosa comenzó a volverse más preocupante cuando se hizo de noche, ella aún no aparecía.
Jihyun estaba acostado en el sofá de la sala, pensando dónde podría estar su hermana.

Ella no desaparece así de la nada, siempre avisa o da señales de vida. Pero ahora era distinto.

El timbre sonó, Park se bajó de la nube de la cual estaba acostado. Caminó hacia la puerta principal y la abrió; eran los chicos con un pastel, unos llevaban globos y Taehyung tenía a Yeontan en sus brazos con un gorrito de fiesta.

— Yeri... ¿Jihyun? ¿Te ocurre algo? —preguntó Jin, quién cargaba con el pastel.

— Yeriel no está, desapareció desde la mañana —contó al hacerse a un lado de la puerta para dejar pasar a los chicos.

— ¿Y la llamaste? —ñreguntó Yoongi, pero Jin le dió un golpe del cual se arrepintió de inmediato en haberlo hecho ya que el pálido le lanzó una mirada molesta.

— Ha dicho que no ha dado señales de vida, se refiere a que ni siquiera contesta.

Taehyung comenzó a sentirse muy intrigado, pensando en dónde podría estar esa chica que últimamente pasaba en su mente.

— Hoy fué su cumpleaños, sé que algo más sucedió esta fecha, pero no logro... —Jihyun se detuvo al notar que su móvil comenzaba a sonar, la llamada era de Jimin.

JiHyun, Yeri está en Busan.

En la mañana.

Todo estaba preparado, ella iría a su ciudad natal.
Salió temprano del edificio para viajar a Busan.

Cuando llegó, no fué a la casa dónde se crió, sino que se hospedó en un hotel por estos días. No quería que nadie supiera su estadía, no en ese momento.

Siempre pensó en eso, pero nunca lo hizo y ya sería la hora de hacer un viaje sola sin nadie.
Pero no sería a cualquier lugar, no. Ella iría a ver a alguien que no iba a visitar hace años, su madre.
Hizo un viaje hasta el cementerio y compró un ramo de rosas blancas para dejarlas con ella.

— Ha sido un año complejo madre, me enteré de muchas cosas y también pasé por situaciones que no se las deseo a nadie —murmuró mientras observaba detenidamente las rosas.

Un año con más desafíos que los anteriores, demasiados.
Desafíos que han costado mucho superarlos, pero supe llevarlos. Muchas veces lancé la toalla y quise rendirme, pero siempre hubo un empujoncito que me hizo seguir adelante.

— Pero no te preocupes, estoy saliendo adelante. Poco a poco me desenvuelvo en mi entorno, estoy tratando de ser. Las cosas suceden por algo, si me pasaron tantos desastres será con algún propósito.

Al principio no entendía porque me sucedía; sentía que todo era con un fin en contra mí, sin embargo estaba a prueba para saber qué tanto podría aguantar.

Voy a estar bien, mis heridas sanarán por completo. El pasado solo será un mal recuerdo que se queda estancado bien atrás, sólo los que desean el dolor y están ciegos al no poder ver al frente suyo se quedan con las heridas abiertas. Necesitan buscar un pequeño empujón, una cachetada para que despierten y se den cuenta como yo lo hago ahora.

Se levantó y sacudió su ropa, luego salió del lugar.

Estoy comenzando a cerrar una etapa.

Al llegar al hotel, en su habitación sacó el móvil y lo dejó sobre la cama mientras se cambiaba de ropa, en ese momento, estaban llegando todas las notificaciones, llamadas perdidas y mensajes que no logró recibir antes.

El móvil comenzó a sonar, ella caminó hacia la cama y se acostó, tomó el celular y descolgó.

— Adivino: Busan; cementerio y luego playa. ¿Me equivoco?

— Mmm estás en lo cierto. Siempre quise hacer eso y dejar a la gente preocupada, ¿hice bien?

Eso de dejar a tus cercanos preocupados... No lo sé. Pero entiendo, necesitas un tiempo a solas en un lugar como en el que estás ahora. Todos necesitamos eso en algún momento. Feliz cumpleaños pequeña.

— Adiós cachetón.

Cortó la llamada y se quedó mirando el techo un buen rato, quedando en blanco.
Luego se levantó, recordando que debía hacer un par de cosas y luego salió.

Al día siguiente en la tarde, fué a la playa. El clima estaba algo cambiante, derrepente hacia calor, otras veces frío. Pero cuando comenzó el atardecer, el frío se hacía más presente que el calor.

— ¡Yeriel!

— Que loco, se siente como si Taehyung estuviera llamándome —murmuró mientras miraba el mar.

— ¡Hobbit!

— Creo que estoy paranoica...

Ella voltea a ver, y sorpresivamente para ella, Taehyung se encontraba corriéndo hacia ella.
Yeriel estaba en shock al verlo en el mismo lugar.

Ella se levantó de la arena y esperó a que el castaño llegara hasta ella.
Cuando Taehyung llegó, flexionó las rodillas y apoyó la palma de sus manos ahí. Con la respiración entrecortada, trató de hablar, pero no podía así que espero hasta recuperar el aliento.

— ¿Y qué haces acá? ¿Jimin te dijo algo? —oreguntó mientras lo ayudaba a sentarse en la arena.

— Incorrecto, Jihyun. De hecho, el estuvo buscándote todo el día hasta que recordó que podías estar acá. Feliz cumpleaños atrasado.




ET IRIS (Taehyung) (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora