ET IRIS (Taehyung) (sin editar)

32

Taehyung.

Apenas desperté, sentía un dulce olor, ojalá fuera de comida porque sentía hambre pero era de un perfume de mujer.
Con suerte podía ver ya que una fuerte luz entraba por no sé dónde, vaya que estoy desorientado.

Iba a restregar mis ojos pero no podía subir mi brazo ya que un peso sobre este me lo impedía. Veo a mi costado y Yeriel está ahí, me estaba abrazando mientras dormía plácidamente.

Recordé que ese no era el único brazo que tenía y usé el que estaba libre.

E-espera... Yeriel abrazándome. ¿Porque mis mejillas están acaloradas? ¿Que es esto? Sacudí mi cabeza por aquellos pensamientos y traté de que el hobbit me dejara levantar, pero se aferró más a mí.

¡Taehyung cálmate!

Pensé en posibles formas para despertarla y la primera que usé fué apretar su nariz así deja de respirar y se despierta, eso le hacía a Jin cuando se quedaba dormido y debía ir a trabajar.

Pero esta chica aguanta mucho la respiración y... ¿Y si la maté? Acabo de matar a la hermana de mi amigo y... Ah, está respirando.

A ver TaeTae, tu eres inteligente... ¿Que hago para despertarla?
Luego de varios intentos en despertar a Yeriel, me rendí. Tiene el sueño muy pesado, diría que está igual que Yoongi hyung.

Pero... Si...

— ¡Yeriel terremoto! —grité fuertemente, entonces ella despertó de inmediato y trató de levantarse pero terminó en el suelo.

— ¡Eres un idiota! ¿Como se te ocurre despertarme así? —espeta molesta mientras comienza apoyando ambas palmas en el suelo para poder levantarse.

— Tienes el sueño pesado, no había opción —encogí mis hombros, ella bufó.

— Eso es cierto... ¡Pero podías buscar una forma menos escandalosa! —se para en frente mío, miro hacia abajo y veo ambos puños cerrados.

— ¿Como qué? —pregunté al dar pasos lentos hasta acercarme a ella, su cara estaba a centímetros de mi mentón, porque sí, es tan baja que no me alcanza y tiene que mirarme hacia arriba— ¿Querías despertar con un beso?

¿Que acabo de decir?

Las mejillas de Yeriel, que por cierto estaban infladas, se tiñeron de un color rosa. ¿Está nerviosa?

¡La puse nerviosa!

— Jajaja era broma, ¡una broma! —comencé a reírme para aliviar la tensión. Los cachetes de Yeriel se desinflaron y puso sus ojos en blanco.

— Idiota, ¿que clase de broma es esa? Te patearé ahí abajo y te dejaré sin herencia —amenazó.

— ¿Se supone que debería sentirme amenazado? —pregunté mientras me sentaba en el sofá, me recargo en el respaldo de este y sujeto mi nuca con ambos brazos.

Es que es enserio, se ve tierna enojada, sobretodo con su estatura baja... Jodidamente tierna.

— Ya deja de burlarte, a todo esto, ¿Jimin no te ha llamado? —me pregunta.

¿Por qué me llamaría Jimin?

— ¿No? ¿Te dijo que lo iba a hacer? —fruncí el ceño.

— No, solo pensé que te iba a llamar nada más —contestó con desinterés.

Ya entendí... Está cambiando de tema porque está nerviosa. Yo la puse nerviosa, no recuerdo haber puesto a una chica de esa forma, por eso me emociono.

¿Será que le gusto? No lo creo, eso era en el pasado. Ahora solamente somos amigos, buenos amigos. ¿Debería sentirme decepcionado por ello?

No, creo que no.