46

3.3K 348 59
                                    

El timbre había sido tocado por el pelirrojo, esperando a que su amiga abriera la puerta.
Pero, quién terminó la abriendo fué Jihyun, este se hizo a un lado y lo dejó pasar.

— Ella sigue durmiendo, es su primera resaca —dijo mientras caminaba a la cocina por un vaso con agua, Taehyung lo sigue.

— Le traje medicina —levantó una bolsita con medicina, el pelinegro asintió.

— Ve a su habitación.

Taehyung se sintió un poco mal por Jihyun, se notaba que seguía mal por lo que le sucedió hace semanas atrás.
El ha estado encerrado en la habitación de Jimin desde que llegó al departamento y lo único que hace es jugar vídeojuegos, o derrepente saca a pasear a Yeontan cuando Taehyung se lo pide.

En fin.

El pelirrojo caminó hacia la habitación de Yeriel, quién seguía durmiendo. Taehyung abrió la puerta e ingresó con parsimonia.
Se acercó a su cama y la observó durante unos minutos.

Era hermosa aunque su estado demostrara lo contrario, para Taehyung era bella. Tenía unas ojeras que se notaban levemente y sus labios estaban agrietados. Su cabello estaba enredado y unos mechones tapaban un poco el rostro de ella. Además, tenía un hilo de baba que mojaba su almohada.

El pelirrojo sonrió con ternura y sacó el móvil de su pantalón para tomarle una foto.

Ahora, ¿como la iba a despertar? Se dió cuenta de que Jihyun lo estaba observando desde la entrada, así que se debía comportar como un amigo, todo lo contrario a estos últimos días donde se comportaba más que como uno.

Así que lo único que se le ocurrió, fué lanzarse sobre ella.

— ¡Despierta!

— Joder Taehyung, déjame dormir —murmuró adormilada. Colocó una almohada sobre su cabeza para dejar de escucharlo.

— No, son las cinco de la tarde y aún sigues durmiendo.

— No me interesa, tengo mucha resaca que siento que voy a vomitar. Dormir es la única solución.

— Te compré medicina y además... tenemos que hablar —dijo nervioso, tan así que se mordía el labio inferior.

Yeriel sabía que de alguna forma eso iba a suceder, se iba a sentir incómoda porque era algo que le avergonzaba demasiado. Tan solo recordar el día de su cumpleaños le daban ganas de golpear su cabeza contra la pared, y mas lo de ayer.

La pelinegra se quita la almohada de encima y se sienta, quedando frente a él.

— Tomaré una ducha y luego hablamos.

Yeriel se levantó rápidamente de la cama que se marea al instante, tambaleándose, casi cae de trasero al suelo si no fuera por Taehyung. Ella se enderezó y caminó con parsimonia hasta su clóset, sacando un hoodie y un pantalón de chándal rojo.
También buscó su toalla y finalmente fué al baño.

La ducha le haría bien luego de la resaca que obtuvo a causa de la noche anterior. Y estaba algo atemorizada ya que no podía recordar lo que sucedió luego de beber mucho.

Terminó de bañarse, secó su cuerpo y se cambió de ropa, salió del baño secándose el cabello con la toalla.
Al entrar a su habitación, vió que Taehyung aún se encontraba ahí. Entonces se sentó en la cama, frente a él.

— No sé lo que sucedió ahí, pero no quiero que nos confundamos más. Y tampoco quiero que nos alejemos por eso, porque hemos construido una gran amistad a lo largo de este año —aclaró la pelinegra.

— Concuerdo contigo —dijo—. Además, todos los amigos alguna vez se han dado un beso, ¿no?

— S-si, supongo —murmuró incrédula.

Luego de eso, el silencio incómodo reinó entre ellos. Taehyung buscaba la forma para hablar acerca de lo que sucedió en la fiesta.

— Y lo de ayer...

— ¿Que sucedió ayer? De tanto beber, no recuerdo nada.

¿Sería importante decir lo que sucedió ayer si no lo recuerda? No sé si le vaya a importar... Mejor no digo nada.

— No, nada relevante. Solamente tus berrinches de mujer ebria.

Yeriel cubrió su rostro con la almohada y detrás de esta sonrío avergonzada y sus mejillas se tornaron de un color rosa.

— ¿Que hice? —preguntó, ahora dejaba ver solamente sus ojos.

— La pregunta es: ¿Qué no hiciste? —respondió en un tono burlón, ella le lanza la almohada sobre la cabeza— ¡Oye!

Durante el resto de la tarde, ambos hablaron sobre la boda de la madre de Hoseok, específicamente en la parte que Yeriel estaba bajo los efectos del alcohol.
Taehyung se encargó de contarle todo lo que hizo, mientras a ella le daban ganas de enterrar su cabeza varios metros bajo tierra.

Pero, no todo era felicidad. Taehyung no se sentía bien luego de la conversación con Yeriel acerca de lo que sucedió en Busan, él tenía unas inmensas ganas de decirle cuánto la quería y no como amiga. Cuánto deseaba que ese beso sucediera nuevamente.
Sin embargo, prefería esperar un tiempo. Guardarse esos sentimientos y seguir con la amistad que mantiene con la pelinegra.

Aunque, el no sabe cuánto podrá mantenerse de esa forma.

— ¿Tae?

— Dime.

— Te quedaste... pegado, como una estatua.

Taehyung sale del trance y reacciona sonriendo.

— Estaba pensando en que podríamos comer, ¿que tal una sopa de mariscos? Son buenas para una resaca —propuso el pelirrojo, Yeriel asintió gustosa con la propuesta.

— Claro, vamos.











— ¿Y qué planeas hacer ahora? ¿Crees que te acepten en la cafetería de nuevo? —preguntó Taehyung luego de tomar un poco de sopa.

El clima iba perfectamente con la sopa casi hirviendo. Era otoño, pero hoy estaba haciendo más frío que los demás días.

— Hablé con mi padre, el dijo que podría pagarme los estudios. Pero no sé... También quiero trabajar —murmuró pensativa mientras revolvía la cuchara en la sopa.

— ¿Que tal si haces sesiones de fotografía? —dijo derrepente. Yeriel, alzó sus cejas interesada en lo que acaba de decir Kim.

— Podría ser... ¿Me puedes ayudar en algo?

— Dime, lo que sea. —contestó de inmediato.

— ¿No te molestaría ser mi modelo? Para una sesión de fotos.

— ¿Q-qué?

ET IRIS (Taehyung) (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora